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L'Osservatore Romano: Iglesia traidora alberga simpatía por el traidor

La edición del Jueves Santo de L'Osservatore Romano del Vaticano celebró en sus tres primeras páginas a Judas Iscariote, el que traicionó a Cristo. Andrea Monda, redactor en jefe de L'Osservatore,…Más
La edición del Jueves Santo de L'Osservatore Romano del Vaticano celebró en sus tres primeras páginas a Judas Iscariote, el que traicionó a Cristo.
Andrea Monda, redactor en jefe de L'Osservatore, escribe en la primera página sobre “Judas y el escándalo de la misericordia”, explicando que ha querido “honrar” a la figura “más trágica e inquietante” del Evangelio.
Un cuadro muestra a un Cristo desnudo que se inclina sobre el Judas muerto para atenderlo. El cuadro fue pintado por un artista francés que quedó impresionado por el elogio a Judas.por parte de Francisco.
L'Osservatore también publicó un sermón del padre modernista Primo Mazzolari (+1959) que contradice el Evangelio al afirmar que Judas fue “perdonado”.
Un texto del converso católico y fascista Giovanni Papini (+1956) sostiene que Judas debió tener un “motivo mejor” para traicionar a Cristo que sólo 30 monedas de plata.
Por último, hay un texto del escritor italiano Giuseppe Berto (+1978), un fascista que más tarde se consideró …Más
adeste fideles y un usuario más enlazaron a esta publicación
kaoshispano1
NORMAL con posesos DEMOLEDORES postConciliares.
adeste fideles
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO HABLA A MARÍA VALTORTA...Luego de tener la visión de Judas tras la traición: (Se refiere a J. Iscariote, a ella se le permitió verlo hasta el final ) ..”La visión termina así. Y espero olvidarme pronto de todo esto, porque aseguro que es una visión horrenda.
Dice Jesús (a María Valtorta):
-Horrenda, pero no inútil. Demasiados creen que Judas cometió una cosa de poca …Más
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO HABLA A MARÍA VALTORTA...Luego de tener la visión de Judas tras la traición: (Se refiere a J. Iscariote, a ella se le permitió verlo hasta el final ) ..”La visión termina así. Y espero olvidarme pronto de todo esto, porque aseguro que es una visión horrenda.
Dice Jesús (a María Valtorta):

-Horrenda, pero no inútil. Demasiados creen que Judas cometió una cosa de poca importancia. Es más, algunos llegan a catalogarlo de benemérito, pues -dicen-sin él la Redención no se habría producido, y, por tanto, está justificado ante Dios.
En verdad os digo que si el Infierno no hubiera existido -con una existencia perfecta en cuanto a los tormentos-habría sido creado para Judas, incluso más horrendo y eterno. Porque de todos los pecadores y réprobos él es el mayor réprobo y pecador; y para él no habrá, por los siglos de los siglos, mitigación en la condena.

El remordimiento habría podido incluso salvarlo, si hubiera hecho del remordimiento un arrepentimiento. Pero no quiso arrepentirse, sino que al primer delito de traición -del que todavía la gran misericordia que es mi amorosa debilidad podía compadecerse-unió blasfemias, resistencias a las voces de la Gracia que todavía querían hablarle a través de los recuerdos, de los sentimientos de terror, a través de mi Sangre y mi manto, a través de mi mirada, a través de los restos de la Eucaristía instituida, a través de las palabras de mi Madre.
Opuso resistencia a todo. Quiso resistir, de la misma manera que había querido traicionar y quiso maldecir y quiso suicidarse. Lo que cuenta en las cosas es la voluntad, tanto en el bien como en el mal.
Cuando uno cae sin voluntad de caer, Yo perdono. “
kaoshispano1
Así ES, y la VOLUNTAD de ego pro mi Mundi y de rebeldía (del Luzbel heredada), llevan al PECADO. Pedro fue BAJO EL ARBOL a que se arrepintiera y no se suicidara Y NO QUISO.
adeste fideles
FRAGMENTO DE LO QUE REVELÓ NUESTRO SEÑOR JESÚS A MARÍA VALTORTA: “Ya el alba ha roto, y permite ver bien y pronto. Judas ve el manto de Jesús. Está doblado sobre la piedra. Lo conoce. Quiere tocarlo. Tiene miedo. Alarga y retira la mano. Quiere, no quiere. Pero ese manto lo cautiva. Gime: «No, no». Luego dice: « ¡Sí, por Satanás! Sí, quiero tocarlo. ¡No tengo miedo!».
Dice que no tiene miedo, …Más
FRAGMENTO DE LO QUE REVELÓ NUESTRO SEÑOR JESÚS A MARÍA VALTORTA: “Ya el alba ha roto, y permite ver bien y pronto. Judas ve el manto de Jesús. Está doblado sobre la piedra. Lo conoce. Quiere tocarlo. Tiene miedo. Alarga y retira la mano. Quiere, no quiere. Pero ese manto lo cautiva. Gime: «No, no». Luego dice: « ¡Sí, por Satanás! Sí, quiero tocarlo. ¡No tengo miedo!».
Dice que no tiene miedo, pero le castañean de terror los dientes, y el ruido producido sobre su cabeza por una rama de olivo que, movida por el viento, choca contra un tronco cercano le hace gritar de nuevo. No obstante, se esfuerza y coge el manto. Se ríe. Una risa de loco, de demonio. Una risa histérica, espasmódica, lúgubre, inacabable, porque ha superado su miedo.

Y de hecho lo dice: -No me das miedo, Cristo. Se acabó el miedo. Tenía mucho miedo de ti porque te creía un Dios y un hombre fuerte. Ahora ya no me das miedo porque no eres Dios. Eres un pobre loco, un hombre débil. No has sabido defenderte. No me has reducido a cenizas, como tampoco has leído en mi corazón la traición. ¡Mis miedos!... ¡Qué necio! Cuando hablabas, incluso ayer por la noche, creía que sabías; pero no sabías nada. Era mi miedo el que daba tono de profecía a tus palabras corrientes. Eres una nada.

Te has dejado vender, identificar, capturar como un ratón en la hura. ¡Tu poder! ¡Tu origen! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Payaso! ¡El fuerte es Satanás! Más fuerte que Tú. ¡Te ha vencido! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡El Profeta! ¡El Mesías! ¡El Rey de Israel! ¡Y me has tenido subyugado tres años! ¡Con miedo siempre en el corazón! ¡Y tenía que mentir para engañarte con finura cuando quería gozar de la vida! Pero, aunque hubiera robado y fornicado sin toda la astucia que usaba, no me habrías hecho nada. ¡Imbele! ¡Loco! ¡Cobarde! ¡Ten! ¡Ten! ¡Ten! Mi error ha sido no hacer contigo lo que hago con tu manto para vengarme del tiempo en que me has tenido esclavo del miedo. ¡Miedo a un conejo!... ¡Ten! ¡Ten! ¡Ten!
A cada "Ten!" Judas muerde y trata de desgarrar la tela del manto. Lo arruga entre sus manos. Pero, al hacer esto, lo desdobla, y aparecen las manchas que lo humedecen. Se le bloquea la furia a Judas. Se fija en esas manchas. Las toca. Las huele. Son sangre... Desdobla todo el manto. Se ven bien las marcas que han dejado las dos manos ensangrentadas cuando apretaban la tela contra la cara.
-¡Ah!... ¡Sangre! ¡Sangre! Su sangre... ¡No!
Judas suelta el manto y mira alrededor. También en la piedra en la que Jesús ha apoyado su espalda cuando el Ángel lo consolaba hay una oscura señal de sangre que ya se está secando.”