Francisco: “Yo no separo católicos, ortodoxos y protestantes”
“Las mujeres se unen”, dijo el 9 de agosto el papa Francisco al diario italiano La Stampa. Para él, el principal desafío para la Unión Europea es el “diálogo”, aunque él mismo mata toda forma de diálogo en su propia Iglesia.
Según Francisco, los que son críticos de la inmigración masiva se parecen a “Hitler en 1934”.
Francisco utiliza la expresión “derecho a la vida” para difundir la inmigración masiva, afirmando [falsamente] que los ilegales inmigrantes masivos en Europa escapan de la “guerra” o el “hambre”. Él inventa la bizarre propuesta de trasladar “comunidades migrantes” a las “ciudades semi vacías” en Europa, con lo cual “se reviviría la economía del área”.
Francisco afirma que la Unión Europea debería relanzarse, basada en [nebulosos] “valores humanos”. Sólo entonces menciona nebulosos “valores cristianos”, agregando rápidamente: “cuando digo esto, no separo a católicos, ortodoxos y protestantes”.
Él cree que el Sínodo sobre la Amazonia será “guiado por el Espíritu Santo”, como si fuera un evento sobrenatural. Agrega que abolir el celibato es “simplemente un tema del Instrumentum Laboris”.
Respecto a este mundo, Francisco teme más la “desaparición de la biodiversidad”, las “nuevas enfermedades o letales” y una “devastación de la naturaleza”.
Una gran parte de la entrevista es sobre la Unión Europea, el derretimiento de los glaciares, los incendios siberianos, el Día del Exceso, el oxígeno, la fertilización, las minas a cielo abierto, Greta Thunberg. Nada de esto incumbe a la Sede de Pedro.
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