La Iglesia es una casa de locos: Arzobispo sugiere convertir los cadáveres en líquido para salvar a la Madre Tierra

Así lo expuso en una carta pastoral datada el 20 de octubre, por considerarlo “menos ofensivo” para el medio ambiente. Para Jackels, las prácticas de enterramiento son “un problema medioambiental importante”.
Criticó la cremación, que la Iglesia prohibió hasta el Concilio Vaticano II, porque cada cremación “utiliza unos 30 galones de combustible, y tanto la quema como el propio cuerpo liberan contaminantes en el aire”.
Su alternativa “verde” es la hidrólisis alcalina, un proceso que combina “agua caliente, lejía, presión de aire y circulación” para licuar un cadáver (que es “templo del Espíritu Santo”) en cuestión de horas, “que luego puede ser vertido en forma segura en la tierra”.
Imagen: Dubuque Michael Jackels © wikicommons, CC BY-SA, #newsNphcjmbgum