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Irapuato
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La Alegría del Evangelio del 16 de julio de 2020 florycanto Evangelio según San Mateo 11,28-30. Jesús tomó la palabra y dijo: "Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. …Más
La Alegría del Evangelio del 16 de julio de 2020

florycanto Evangelio según San Mateo 11,28-30.
Jesús tomó la palabra y dijo:
"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana."

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Santo Tomás de Aquino (1225-1274)

dominico, teólogo, doctor de la Iglesia
Sermón para el primer domingo de Adviento (La vie spirituelle n°323, 1947, Cerf), trad. sc©evangelizo.org

“Soy paciente y humilde de corazón” (Mt 11,29)
Podemos considerar la mansedumbre de Cristo en cuatro circunstancias: en su vida ordinaria, en sus admoniciones, en la gracia de su recibimiento, en su Pasión. En primer lugar, la mansedumbre de Cristo en su vida ordinaria. Todas sus actitudes eran pacificadoras: no buscaba provocar disputas sino que evitaba todo lo que podía conducir a un altercado. Decía “Aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón” (Mt 11,29). En esto lo debemos imitar. (…) La mansedumbre de Cristo aparece luego en sus admoniciones. Tuvo que sufrir muchos oprobios de parte de sus perseguidores y sin embargo no les contestaba jamás con cólera ni con tono de querella. Comentando el texto “en defensa de la verdad y de los mansos” (cf. Sal 44,5), san Agustín dice que la verdad se hacía reconocer cuando Cristo predicaba y la mansedumbre se hacía admirar cuando respondía con paciencia a sus enemigos. (…) Su mansedumbre aparece también en la gracia de su recibimiento. Algunas personas no saben recibir con bondad. Cristo recibía con benignidad a los pecadores, comía con ellos. Los admitía en sus comidas o aceptaba sus invitaciones. Esto llenaba de estupor a los fariseos: “¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?” (Mt 9,11). Finalmente, la mansedumbre de Cristo se manifiesta en su Pasión. Iba hacia esa Pasión como un cordero, “insultado, no devolvía el insulto” (cf. 1 Pe 2,23). (…) Dice .el Señor por el profeta Jeremías. “Yo era como un manso cordero llevado al matadero” (Jer 11,19). (…) La mansedumbre asegura la herencia de la Tierra de la felicidad. Por eso leemos en San Mateo: “Felices los mansos, porque recibirán la tierra en herencia” (cf. Mt 5,5).
Irapuato
Irapuato
Libro de Isaías 26,7-9.12.16-19.
La senda del justo es recta, tu allanas el sendero del justo.
Sí, en la senda trazada por tus juicios, esperamos en ti, Señor: tu Nombre y tu recuerdo son el deseo de nuestra alma.
Mi alma te desea por la noche, y mi espíritu te busca de madrugada, porque cuando tus juicios se ejercen sobre la tierra, los habitantes del mundo aprenden la justicia.
Señor, tú nos …Más
Libro de Isaías 26,7-9.12.16-19.
La senda del justo es recta, tu allanas el sendero del justo.
Sí, en la senda trazada por tus juicios, esperamos en ti, Señor: tu Nombre y tu recuerdo son el deseo de nuestra alma.
Mi alma te desea por la noche, y mi espíritu te busca de madrugada, porque cuando tus juicios se ejercen sobre la tierra, los habitantes del mundo aprenden la justicia.
Señor, tú nos aseguras la paz, porque eres tú el que realiza por nosotros todo lo que nosotros hacemos.
En medio de la angustia, Señor. acudimos a ti, clamamos en la opresión, cuando nos golpeaba tu castigo.
Como la mujer embarazada, que está por dar a luz, se refuerce y da gritos de dolor, así éramos nosotros delante de ti, Señor.
Hemos concebido, nos hemos retorcido, y no dimos a luz más que viento. ¡No hemos traído la salvación a la tierra, no le nacieron habitantes al mundo!
Pero tus muertos revivirán, se levantarán sus cadáveres. ¡Despierten y griten de alegría los que yacen en el polvo! Porque tu rocío es un rocío de luz, y la tierra dará vida a las Sombras.

Salmo 102(101),13-14ab.15.16-18.19-21.
Tú, Señor, reinas para siempre,
y tu Nombre permanece eternamente.
Tú te levantarás, te compadecerás de Sión,
porque ya es hora de tenerle piedad,
tus servidores sienten amor por esas piedras
y se compadecen de esas ruinas.

Las naciones temerán tu Nombre, Señor,
y los reyes de la tierra se rendirán ante tu gloria:
cuando el Señor reedifique a Sión
y aparezca glorioso en medio de ella;
cuando acepte la oración del desvalido
y no desprecie su plegaria.

Quede esto escrito para el tiempo futuro
y un pueblo renovado alabe al Señor:
porque él se inclinó desde su alto Santuario
y miró a la tierra desde el cielo,
para escuchar el lamento de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.