La verdad sobre el Camino Neocatecumenal
Estoy viendo una serie, The Path, “El Camino” en castellano, sobre una secta en el norte del estado de Nueva York. Tiene tantas semejanzas con el Camino Neocatecumenal que, ahora que el antiguo blog está cerrado, me ha apetecido volver a contaros por qué es una secta y cuáles son las motivaciones y las estrategias que siguen para aumentar su número de fieles. Al menos, las que yo llegué a descubrir durante los años que estuve dentro.
Por supuesto, ocurren muchas más cosas de las que yo sé. Mis padres entraron al Camino cuando yo tenía dos años y al cumplir los dieciocho me fui de casa. Esto fue lo que descubrí en ese intervalo y con algunas personas que estuvieron dentro después.
El paraguas de la Iglesia Católica
El Camino Neocatecumenal, como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo, está reconocido como un movimiento interno de la Iglesia Católica. Si le dices a cualquier miembro que forma parte de una secta, es probable que sea lo primero que te diga.
No somos una secta. Nuestros estatutos fueron aprobados por el papa Juan Pablo II (te quiere todo el mundo)
Cualquiera
Anytime
Tener el visto bueno del Catolicismo no implica que no cumplan todas las características para ser una secta y aquí te lo voy a explicar. Hay quien dice que la única diferencia entre una religión y una secta es el número de fieles pero podemos dar otras características. Siguiendo al sociólogo B. Wilson (1970) podemos aportar estos puntos clave.
Características de las sectas según Wilson
UN ACTO VOLUNTARIO
Algo que, curiosamente, se recalca cuando alguien les acusa de ser una secta. La adhesión es totalmente voluntaria. Con los hijos de los adeptos la cuestión cambia y comienza a ser obligatorio.
EXCLUSIVIDAD
Se trata de una organización que pide exclusividad. No se debe compaginar con otras actividades que puedan ser importantes. Muchos de los pasos están encaminados a mostrar la supremacía del Camino, “Dios”, sobre cualquier otro aspecto. La identidad adquirida hasta entonces pasa a un segundo plano frente a los nuevos valores lo que ocasiona problemas con amigos, familiares, y otros no miembros del entorno.
NECESIDAD DE MÉRITOS
Hay un sistema de pasos que van haciendo el Camino. Cada paso es una prueba o test de su adhesión al mismo. Cuánto más pasos hayas hecho, mejor será tu valoración interna.
Fuerte identidad personal y social
Sus valores e incluso su aspecto les hacen sentirse diferenciados del resto de la sociedad. Buscan ser diferentes y sentirse los elegidos frente al “mundo”.
Sentimiento de superioridad o status de élite
Por supuesto, ellos son superiores al resto de las personas, que viven en la oscuridad. Son una élite de privilegiados que conseguirán la salvación y la vida eterna, una cuestión repetida en todas las sectas.
AUTOLEGITIMACIÓN
Otro punto imprescindible. Las sectas parten de una experiencia sagrada. En el caso que nos ocupa, la Virgen María se le apareció a Kiko Argüello, el líder del Camino Neocatecumenal, y le contó las normas que instauró en su “movimiento”.
INTRANSIGENCIA DOCTRINAL Y ÉTICA
Su doctrina es diferente a la de la religión, tienen celebraciones específicas y unos valores éticos muy marcados. No hay lugar para los grises. Existe el bien y el mal. Y sus valores y ritos son el bien bendecido por Dios y el Espíritu Santo.
El aislamiento
Como en cualquier secta, una de sus características más importantes es el aislamiento. Aislarte de todos los que no comparten tu ideología es fundamental para evitar que te salgas. Si solo te relacionas con personas que piensan de una forma, acabas viendo que se trata de lo normal.
En general, el aislamiento se consigue por distintas fórmulas bastante inocuas en un principio. Se trata de equilibrar el sentimiento de comunidad con la necesidad de conseguir nuevos miembros. Si tienes un amigo, un familiar o una pareja que no pertenece al movimiento, primero te dirán que le invites a las catequesis (el proceso de inicio en el Camino). Si no quieren ir o acuden y descubren que no les interesa, entonces comenzará la presión para que abandones tu relación con esa persona.
En el caso de los amigos o la pareja sucede de forma mucho más evidente. Con la familia, pilar del cristianismo, de forma más velada. Puedes mantener la relación pero no puedes dejar que te influyan. La cantidad de actos también influye de forma libre para no dejarte tiempo libre para nada. Como mínimo, dos días a la semana tienes una actividad, que en semanas fuertes pueden acabar siendo cinco o incluso todos. Incluso hay “pasos”, exámenes avanzados, que te requieren a diario, lo que hace imposible mantener otros hobbies o amistades reales y productivas.
Igualmente, te preparan para todo lo que pueda ser problemático con tu fe. Por ejemplo, cuando los adolescentes comienzan a dar clase de filosofía los catequistas le llevan a unas charlas especiales en las que les dicen que no suspendan pero que sepan de antemano que todo es totalmente mentira. Antes de casarte, por supuesto, tienes que pedir permiso al catequista, igual que antes de cualquier decisión importante, volviéndote completamente dependiente de la dirección del Camino.
Te dejo un resumen del calendario habitual y el organigrama.
El calendario neocatecumenal:
Eucaristía
Una vez a la semana, Similar a la misa, sábados por la noche para evitar el ocio.
Convivencia
Un domingo al mes durante todo el día para generar sensación de comunidad.
Convivencia de trasmisión de la fe
Un fin de semana al año completo en otoño para el lavado de cerebro general.
Paso
Fin de semana con carácter variable (anual, bianual). Prueba fuerte de adhesión.
Palabra
Semanal. Celebración para el estudio de la Biblia. Primero son términos, luego personajes, etc
Preparaciones
Cada celebración anterior requiere uno o dos días a la semana de reunión preparatoria
Actos especiales
Celebraciones especiales. 4 días en Semana Santa, Pentecostés, varios en Navidad, etc
Peregrinaciones
Viajes para ver a Kiko Argüello y/o al Papa por todo el mundo. Periódicos.
EL ORGANIGRAMA
A continuación os voy a explicar el organigrama de la organización a baja escala. Es probable que me falten miembros en los más altos escalones. Si alguien lo lee y puede ayudarme a completarlo lo agradeceré.
Primero explicar que en cada iglesia donde el Camino está presente hay una gran comunidad formada por pequeñas comunidades. Cada comunidad corresponde a un curso que ha comenzado en un año determinado las catequesis, un proceso de charlas semanales antes de la conformación de la misma que se produce en un retiro de fin de semana. Normalmente, las comunidades suelen perder con los años alrededor del 50 o el 70% de sus miembros. Cuando esto sucede se fusionan con otras comunidades que estén en el mismo paso o examen de adhesión.
Las comunidades se denominan a sí mismas por su antigüedad y la iglesia a la que pertenecen. Por ejemplo, la primera comunidad que se crea en la Catedral de la Almudena se llamaría la 1ª Comunidad de la Almudena. La del año siguiente sería la 2ª Comunidad de la Almudena y así sucesivamente. En unos años, es bastante probable que la 2ª y la 1ª terminaran siendo la 1ª comunidad. Si alguien quiere pasar a otra Iglesia debe incorporarse a la comunidad que vaya por los mismos pasos que ellos.
Por ejemplo, mis padres pasaron de la 7º comunidad de una iglesia a la 3ª al cambiar de localidad. Por tanto, ser de la 1ª o la 9ª no supone tener un mayor prestigio. El prestigio depende de los pasos que se hayan realizado y de si se ha acabado el Camino (ya hay comunidades que han terminado todo el proceso de pasos, que se culmina con un viaje a Israel).
Dentro de las comunidades los cargos se eligen mediante votación secreta. En un primer momento solo se elige al responsable de la comunidad. Posteriormente, y después de algunos pasos, se eligen a los demás. Los salmistas (cantantes) y lectores se eligen después de que todos hayan cantado y leído y se pueda elegir a los que lo hacen mejor. En el caso de los matrimonios, cargos como los de catequistas, responsables, misioneros o corresponsables son conjuntos, no para salmistas y lectores.
Los cargos se renuevan de forma anual, con lo que todo el mundo tiene algún cargo en algún momento y puede sentirse lo suficientemente importante. Hay una fórmula, la cadena, para dar las noticias, en la que los miembros más implicados se encargan de llamar a los menos, de forma que toda la información siempre lleguen a cada uno de ellos. Imagino que, en la actualidad, utilizan grupos de Whatsapp.
Los líderes: Kiko Argüello, Carmen Hernández (fallecida) y un cura italiano, Mario Pezzi.
Catequistas itinerantes: Se encargan de poner en marcha y dirigir las comunidades en lugares donde no los hay. En España suele haber un responsable provincial.
Catequistas: Toman el testigo de los itinerantes y se encargan de liderar una gran comunidad y evangelizar a los miembros así como responsabilizarse del proceso de los pasos.
Catequistas infantiles: Son los encargados de evangelizar a los más pequeños. Les llevan a excursiones a piscinas, parques infantiles, etc… y entre juegos les introducen en sus creencias. También se encargan de ellos durante las convivencias mensuales.
Responsable de Comunidad: Es el máximo responsable de cada pequeña comunidad y debe encargarse de que todo funcione perfectamente así como trasmitir las órdenes que le dan los catequistas. Gestiona el dinero de la comunidad.
Corresponsables: Ayudan a los responsables en su labor y toman responsabilidades cuando el responsable no está disponible.
Salmistas: Se encargan de cantar las canciones especiales que el Camino ha creado.
Lectores: Leen las lecturas de la Biblia.
Diáconos: Hasta donde sé, gestionan todo lo relacionado con la comunión, siendo los que dan el pan y el vino a los fieles en la eucaristía.
Misioneros y familias en misión: Se van sin nada a otros países como Japón, Perú o Casta Rica para mostrar el poder de Dios. En la actualidad el Camino se ha extendido por más de 120 países gracias a la labor de sus misioneros.
El dinero
Una de las relaciones más complejas del Camino Neocatecumenal la tienen con el dinero. El discurso oficial es que el dinero es basura y que no debería existir. El dinero es tan basura, literalmente, que cada vez que lo necesitan para algo lo recogen en bolsas de basura. Es un rollo, “lo necesitamos, pero que no se note”.
Para que se note que el dinero no es importante las aportaciones son siempre anónimas. Cuando vas, por ejemplo, a una convivencia de fin de semana y tienes que pagar el hotel te dicen el precio es de 50€, paga lo que puedas pagar. La bolsa de basura se pasa entre los asistentes las veces necesarias hasta que termina saliendo el importe total -o cuando ellos dicen que ha salido-. Lo mismo cuando hay que pagar a niñeras, un vuelo de avión a Japón por más de 1000€ para una misionera con una hora de margen (experiencia propia) o algo similar.
Por supuesto, el dinero que se saca en cada ronda es completamente secreto, solo los responsables o los catequistas lo conocen.
Después de los segundos escrutinios, el tercer paso, los catecúmenos pagan diezmo. Ese dinero va -oficialmente- a un fondo para cubrir las distintas contingencias que pueda haber en la comunidad. Si alguien es muy pobre y necesita ayuda se le devuelve su diezmo y si necesita más, se le da del aporte de todos. Así lo pueden justificar. Aunque hay que destacar que nadie sabe dónde va el sobrante, una cantidad que en muchas ocasiones es la totalidad del diezmo de todos los miembros ya que pedirlo de vuelta no está bien visto.
Otras veces, simplemente, piden dinero porque sí. Recuerdo una vez, cuando era bastante pequeño, que la responsable de la comunidad de mis padres, que terminó suicidándose sin razón aparente, pidió un millón de pesetas en una semana (aún no había llegado el euro). Así, porque sí. Y, por supuesto, todos aportaron y lo pagaron. Aunque no sé cómo.
La culpa
¿Por qué la gente está dentro? Muy fácil. Por el sentimiento de culpa. Todo el Camino Neocatecumenal es un camino hacia la humildad, ante el reconocimiento de la propia fragilidad del hombre ante Dios. Hablando en pagano, todo está enfocado para que reconozcas que eres un mierda y sin el apoyo constante de la comunidad no habrías conseguido seguir vivo sin caer en tus vicios. Vicios de todo tipo que pueden abarcar desde los afectos, las drogas, la masturbación, el egoísmo o la ira… Por supuesto, no la falta de razonamiento o de personalidad. Alguna vez me dijeron, literalmente: “la razón es del Demonio”.
El Demonio, of course, es el que está detrás de todo. Y la sugestión crea dentro situaciones increíbles. En una ocasión dormí en una habitación durante una convivencia de fin de semana donde el “demonio” se apareció ahogó a un compañero y le amenazó:
No vas a poder conmigo
Satán Ángel Caído
Otra vez alguien me contó que presenció, a lo lejos, un delito muy grave y no pudo llamar a la policía. “Sé que el demonio existe porque me paralizó la mano mientras iba a coger el teléfono”. Tener al demonio como excusa también es perfecto para crear dependencia e histeria colectiva. Y, por supuesto, los catequistas hacen lo posible por alimentarlo. En el primer caso, por ejemplo, el sacerdote, también miembro del Camino, le comentó que no era la primera vez que el demonio se manifestaba en esa habitación. OK. Me lo imagino hablando con los catequistas (que realizan el reparto de habitaciones):
-Vamos a meter a estos tres en una habitación satánica, why not?
Y puede que a ti te parezca increíble. Pero estás dentro de un grupo en el que parece lo más normal del mundo y donde todo el mundo asiente convencido. Si expresas tu duda, la presión del grupo te hará pensar que eres tú el que te estás equivocando. Recuerdo en una ocasión, en una peregrinación en Ámsterdam en 2005 con Kiko Argüello, que un compañero me señalaba el estadio del Ajax, lleno de catecúmenos de toda Europa y me decía:
-Mira, Pablo, tanta gente no puede estar equivocada.
Mi compañero olvidaba que si la cuestión es cuantitativa, es el islam la religión con mayor número de adeptos y el millón de miembros del Camino no deja de ser anecdótico en comparación con otras sectas y religiones del mundo.
En las convivencias cuentas tu “experiencia”, tus miedos y tus pecados. Te ponen en círculo, como en una reunión de Alcohólicos Anónimos donde todo el mundo es igual y nadie está por encima del otro. Sin embargo, en lugar de utilizar esos datos –completamente confidenciales en un primer momento- para que te sientas apoyado lo utilizan para humillarte posteriormente.
¿Cuándo? Cuando ya llevas bastantes años en el Camino y te toca realizar los polémicos Segundos Escrutinios, el tercero de los pasos tras los Primeros y el Shemá. En esos años te ha dado tiempo a contar todos tus secretos y vergüenzas. Los catequistas te llevan a un escenario, con otras comunidades de otras parroquias que se encuentran en el mismo paso. Escriben los nombres en un papel y lo meten en una bolsa.
Van sacando uno a uno. Y comienzan a humillarte. Tal cual. Tienes la oportunidad de hacerlo tú. Si no, esa gente en la que has confiado durante años comenzará a sacar a la luz tus secretos. Luego, tú harás lo propio en venganza. Al final, todos acabaréis humillados y soportando que sin Dios seríais las peores personas de la tierra, putas, yonkis o suicidas. El paso se repite varios años hasta que la humillación es correcta y saben que tu dependencia es total. Es en ese momento cuando te piden el diezmo.
Sin embargo, el origen de la dependencia es anterior, no solo por el calendario que ya hemos comentado, sino por la primera gran prueba que debes hacer. Hablamos de los Primeros Escrutinios, que se realizan tras unos dos o tres años de camino. Donde yo me quedé.
La prueba es muy simple. Hay que demostrar la adhesión al movimiento. ¿Cómo? Demostrando que Dios (aka la secta) es lo más importante para nosotros. Vendiendo lo que más nos guste y dando el dinero a los pobres. He visto gente vender su coche, su ordenador o sus joyas de oro (vengo de una ciudad muy kani). No importa el valor concreto del objeto, lo único que importa es que sea lo que más te guste. Una vez que te has desprendido de lo que más te gusta porque Dios (aka ellos) te lo pide, qué no harás cuando pasen unos años más y os vengan pidiendo una décima parte de tu sueldo. Pues ya sabes la respuesta. (Aun así los segundos escrutinios es uno de los momentos en los que hay más bajas).
En este tipo de pasos la presión del grupo es también muy importante. Os voy a contar mi experiencia en los Primeros Escrutinios:
Mis primeros escrutinios
Como muchos sabéis, tuve mi primera crisis de fe bastante temprano. Los dogmas de fe del catolicismo eran absurdos y los milagros del Camino tenían explicaciones científicas completamente coherentes. Unido a mi homosexualidad, no había razón por la que quisiera formar parte del movimiento.
Los catequistas, sin embargo, aconsejaron a mis padres que me siguieran obligando hasta que sus métodos de persuasión acabaran anulándome (pese a que el Camino es, oficialmente, algo completamente voluntario). Una vez, incluso el sacerdote decidió desafiarme en público y callar mis dudas como escarmiento.
Lamentablemente para él, no tuvo forma de explicarme las contradicciones de la doctrina católica y se excusó diciendo que había que estudiar muchos años de teología para poder entender mis dudas y que me leyera un libro sobre la Sábana Santa, como si tuviera algo que ver o no existieran enigmas en el mundo que no estuvieran relacionados con su religión.
Así que, de pronto, me encontré en un hotel realizando, por obligación paterna, mi primer paso. Y llegó el momento cumbre, antes de un exorcismo grupal. Como en todas los ritos y celebraciones del Camino Neocatecumenal nos encontrábamos sentados en círculo y debíamos comprometernos con la venta de lo que más quisiéramos para darle el dinero a los pobres.
Era sencillo. En el momento que decidías te ponías de pie y te comprometías públicamente con tus compañeros de comunidad, que posteriormente te presionarían para realizar la venta y la donación.
Yo tenía un amigo de mi edad que tampoco creía en el movimiento y al que su madre, vecina y de la misma comunidad de mis padres, también le obligaba a ir. Pasó algo menos de una hora y ya todos se habían comprometido, menos mi amigo y yo. Había un silencio sepulcral. Todos nos miraban. Era domingo y no podíamos avanzar hasta que nos comprometiéramos. Llevábamos en ese hotel desde el viernes por la tarde, sin hacer nada más que escuchar a los catequistas las 24 horas del día. Estábamos cansados y queríamos ir a casa, en otra localidad.
La presión del grupo pudo con mi amigo que se levantó y comprometió por salir del paso, pese a llevar tres años yendo, como yo, por obligación. En la actualidad tiene una pareja de su comunidad y camina (el verbo utilizado por los que están dentro de la secta) por gusto. Yo era más cabezón que él y no pensaba comprometerme a algo que no quería hacer porque ese catequista que me miraba inquisitivamente hubiese dicho a mis padres que debían obligarme a estar allí. No tenía prisa.
Peor para ellos.
Gané el pulso y mi libertad. Un par de horas después de presión grupal (igual fue menos pero lo recuerdo como interminable, todos en silencio, mirándome fijamente esperando que me levantara y me comprometiera y odiándome por no hacerlo) el catequista me dio permiso para abandonar el rito. No podía estar presente en el exorcismo si no me había comprometido de antemano. De paso, me amenazó.
Citando un pasaje de la Biblia que no recuerdo, me contó que si contaba algo de lo que allí pasaba me pasaría algo peor que si me tiraban al mar con una piedra de molino, o algo similar. Aclaro (yo) que lo haría Dios, por supuesto, no él. Según he leído después, se trata de una amenaza establecida por Kiko Argüello y conocida como el secreto de arcano para proteger el contenido de los pasos.
De momento, sigo en tierra firme y lo he contado en multitud de ocasiones, incluyendo el vídeo de Youtube por el que ocho años después (perdón por la calidad pero acababa de empezar la carrera y aún no sabía editar en condiciones), siguen llegándome todo tipo de amenazas de palizas y muerte, incluyendo algunas con tan poco sentido como "Jesucristo va a ir a por ti", como si el Jesucristo bíblico (he de confesar que personalmente no creo ni en el religioso ni el histórico) fuese un pandillero.
Machismo y sexo
Por supuesto, el Camino Neocatecumenal está formado por personas como tú y yo. Personas infelices con problemas en su vida. Sin embargo, están convencidos que son más felices que los demás porque han sido elegidos por Dios para ofrecer luz al mundo. Ser un elegido no es fácil y requiere de grandes sacrificios, ya que son la última esperanza de la Iglesia.
Como prácticamente todo en la Iglesia Católica, el tufillo rancio y machista está por doquier. No quiero acabar este post interminable (perdón), sin mencionar la relación enfermiza que tienen con el sexo, siguiendo las normas sin sentido de la jerarquía eclesiástica. En las familias del Camino, el marido es la persona más importante. De hecho, uno de los consejos más comunes que acostumbran a dar es que si solo hay un plato de comida en la mesa, esta no debe ser para los hijos pequeños -que sería lo obvio en cualquier familia normal- sino para el hombre, el encargado por Dios de proveer a la familia. (Aunque sea la mujer la que trabaje y el hombre esté en paro, por ejemplo)
El servicio de la mujer a su marido y su dependencia es total. Otro de los consejos que dan es que las mujeres no se estropeen con el tiempo, y se arreglen para ellos, siendo una de las obligaciones del matrimonio. Por supuesto, a ellos no le dicen nada. Y otra de las cuestiones más sangrantes tiene que ver con el sexo.
El sexo se realiza exclusivamente para la procreación, estando prohibidos los juegos preliminares y, atención, el orgasmo femenino, ya que no es imprescindible para la misma. Por tanto, el hombre tiene a una mujer arreglada para él, sometida, a la que le puede meter la polla, correrse y tener su orgasmo, pero a la que no puede hacer disfrutar. Y a todo el mundo le parece normal.
El condón también está prohibido y por eso la gente suele conocer a familias de kikos con decenas de hijos. Lo que quizás no sabéis es que está prohibido en todos los casos. Uno de los casos que más me impactó, cuando era bastante pequeño, era el de una familia en el que él era seropositivo, no sé si tenía VIH o ya había desarrollado SIDA, se casó y le dijeron que tenía que estar abierto a la vida. En aquella época los medicamentos no estaban tan avanzados como actualmente.
La conclusión fue que su mujer se contagió, varios de sus hijos también y conocí a una niña con cinco años a punto de morir. Yo tendría siete u ocho, y le dije que a mi madre que la niña, que tenía su propio poni, me parecía que estaba completamente mimada. Ella me respondió que le quedaban menos de dos meses de vida y me contó la historia. Dios no había querido curarla. Que se hiciera su voluntad.
Lo mismo ocurre con las cesáreas, llegando a ver gente que ha tenido cuatro cesáreas en sus partos, cuando no se recomienda tener más de una. Pero si Dios manda un hijo -que tu marido se corra en tu coño y tenga su orgasmo mientras tú te juegas la vida- bienvenido sea.
Por supuesto, el divorcio está prohibido, aún en los casos de violencia de género. Pegar a tu mujer o ser infiel no está bien, pero no es nada que los catequistas no puedan arreglar. Nada justifica el divorcio.
Los milagros
Muchos neocatecúmenos te dirán que han visto grandes milagros que le demuestran que Dios existe. Yo te recomiendo que les preguntes cuáles. En mi época en el camino hubo uno que se hizo especialmente popular en toda mi zona. Lo llamaban "el milagro de Alfonso".
Alfonso era un hombre que había desarrollado cáncer y se lo había tomado muy bien. Creía firmemente en Dios y pensaba que acabaría en el Cielo una vez fallecería. Los catecúmenos iban a verle al hospital y siempre volvían asombrados. Habían contemplado el milagro. Un milagro que era, exclusivamente, ver a un hombre aceptar su mortalidad. Algo que pensaban que solo podía pasar en el Camino y que demostraba que Dios lo había elegido.
En mi propia familia ocurrió otro milagro. En este caso a mi madre. Después de tenerme a mí y a mi hermano mayor, mi madre se pasó años queriendo tener otro hijo. Sin embargo, parecía imposible. Mi madre tenía un mioma uterino y según le dijo el médico, eso impedía su fertilidad en más de un 95%.
Mi madre se quedó embarazada dos veces más, demostrando que Dios hacía milagros. Ese % restante en el que entraba dentro de la estadística científica nunca contó para ella.
Lo que quiero decir con esto es que si quieres ver un milagro, lo ves. Si quieres ver a Dios en tu vida, lo ves. Solo tienes que créertelo. Y en creer los miembros del Camino tienen mucha experiencia.
Las víctimas
Con los años, he terminado conociendo a varias personas que pasaron por situaciones traumáticas como la mía con mi homosexualidad. Las víctimas del Camino Neocatecumenal se encuentran por millares y es fácil encontrárselas en lugares como mi antiguo blog, La verdad de los kikos o diversos foros de internet.
Las familias destrozadas son lo más habitual, los y las ex parejas que buscan respuestas o los padres que no saben por qué sus hijos han desaparecido. Una de las frases preferidas de mi madre es "el que obedece no se equivoca" y es lo que piensan muchos de los miembros del Camino. Con la obediencia ciega a sus catequistas, obsesionados con fortalecer sus comunidades, las víctimas crecen en los márgenes.
Yo he encontrado amigos que aún mantengo y hasta algún que otro trabajo ocasional de manos de otras de las víctimas. Y es que al final parece que la verdadera comunidad que se ayuda se encuentra fuera, donde la gente ha visto cómo este movimiento anula a las personas y destruye las familias que no consigue engullir.
Esta es mi pequeña y moderna aportación a todos aquellos que quieran saber algo más de lo que pasa dentro. Como dije al principio, puedo contar muchas más anécdotas y puede que haya muchas cosas que todavía se me escapan. Solo te diré una cosa: si ves a alguien con una palma colgada en su ventana que empieza a hablarte de Dios, estate alerta, torres más altas han caído.
Por supuesto, ocurren muchas más cosas de las que yo sé. Mis padres entraron al Camino cuando yo tenía dos años y al cumplir los dieciocho me fui de casa. Esto fue lo que descubrí en ese intervalo y con algunas personas que estuvieron dentro después.
El paraguas de la Iglesia Católica
El Camino Neocatecumenal, como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo, está reconocido como un movimiento interno de la Iglesia Católica. Si le dices a cualquier miembro que forma parte de una secta, es probable que sea lo primero que te diga.
No somos una secta. Nuestros estatutos fueron aprobados por el papa Juan Pablo II (te quiere todo el mundo)
Cualquiera
Anytime
Tener el visto bueno del Catolicismo no implica que no cumplan todas las características para ser una secta y aquí te lo voy a explicar. Hay quien dice que la única diferencia entre una religión y una secta es el número de fieles pero podemos dar otras características. Siguiendo al sociólogo B. Wilson (1970) podemos aportar estos puntos clave.
Características de las sectas según Wilson
UN ACTO VOLUNTARIO
Algo que, curiosamente, se recalca cuando alguien les acusa de ser una secta. La adhesión es totalmente voluntaria. Con los hijos de los adeptos la cuestión cambia y comienza a ser obligatorio.
EXCLUSIVIDAD
Se trata de una organización que pide exclusividad. No se debe compaginar con otras actividades que puedan ser importantes. Muchos de los pasos están encaminados a mostrar la supremacía del Camino, “Dios”, sobre cualquier otro aspecto. La identidad adquirida hasta entonces pasa a un segundo plano frente a los nuevos valores lo que ocasiona problemas con amigos, familiares, y otros no miembros del entorno.
NECESIDAD DE MÉRITOS
Hay un sistema de pasos que van haciendo el Camino. Cada paso es una prueba o test de su adhesión al mismo. Cuánto más pasos hayas hecho, mejor será tu valoración interna.
Fuerte identidad personal y social
Sus valores e incluso su aspecto les hacen sentirse diferenciados del resto de la sociedad. Buscan ser diferentes y sentirse los elegidos frente al “mundo”.
Sentimiento de superioridad o status de élite
Por supuesto, ellos son superiores al resto de las personas, que viven en la oscuridad. Son una élite de privilegiados que conseguirán la salvación y la vida eterna, una cuestión repetida en todas las sectas.
AUTOLEGITIMACIÓN
Otro punto imprescindible. Las sectas parten de una experiencia sagrada. En el caso que nos ocupa, la Virgen María se le apareció a Kiko Argüello, el líder del Camino Neocatecumenal, y le contó las normas que instauró en su “movimiento”.
INTRANSIGENCIA DOCTRINAL Y ÉTICA
Su doctrina es diferente a la de la religión, tienen celebraciones específicas y unos valores éticos muy marcados. No hay lugar para los grises. Existe el bien y el mal. Y sus valores y ritos son el bien bendecido por Dios y el Espíritu Santo.
El aislamiento
Como en cualquier secta, una de sus características más importantes es el aislamiento. Aislarte de todos los que no comparten tu ideología es fundamental para evitar que te salgas. Si solo te relacionas con personas que piensan de una forma, acabas viendo que se trata de lo normal.
En general, el aislamiento se consigue por distintas fórmulas bastante inocuas en un principio. Se trata de equilibrar el sentimiento de comunidad con la necesidad de conseguir nuevos miembros. Si tienes un amigo, un familiar o una pareja que no pertenece al movimiento, primero te dirán que le invites a las catequesis (el proceso de inicio en el Camino). Si no quieren ir o acuden y descubren que no les interesa, entonces comenzará la presión para que abandones tu relación con esa persona.
En el caso de los amigos o la pareja sucede de forma mucho más evidente. Con la familia, pilar del cristianismo, de forma más velada. Puedes mantener la relación pero no puedes dejar que te influyan. La cantidad de actos también influye de forma libre para no dejarte tiempo libre para nada. Como mínimo, dos días a la semana tienes una actividad, que en semanas fuertes pueden acabar siendo cinco o incluso todos. Incluso hay “pasos”, exámenes avanzados, que te requieren a diario, lo que hace imposible mantener otros hobbies o amistades reales y productivas.
Igualmente, te preparan para todo lo que pueda ser problemático con tu fe. Por ejemplo, cuando los adolescentes comienzan a dar clase de filosofía los catequistas le llevan a unas charlas especiales en las que les dicen que no suspendan pero que sepan de antemano que todo es totalmente mentira. Antes de casarte, por supuesto, tienes que pedir permiso al catequista, igual que antes de cualquier decisión importante, volviéndote completamente dependiente de la dirección del Camino.
Te dejo un resumen del calendario habitual y el organigrama.
El calendario neocatecumenal:
Eucaristía
Una vez a la semana, Similar a la misa, sábados por la noche para evitar el ocio.
Convivencia
Un domingo al mes durante todo el día para generar sensación de comunidad.
Convivencia de trasmisión de la fe
Un fin de semana al año completo en otoño para el lavado de cerebro general.
Paso
Fin de semana con carácter variable (anual, bianual). Prueba fuerte de adhesión.
Palabra
Semanal. Celebración para el estudio de la Biblia. Primero son términos, luego personajes, etc
Preparaciones
Cada celebración anterior requiere uno o dos días a la semana de reunión preparatoria
Actos especiales
Celebraciones especiales. 4 días en Semana Santa, Pentecostés, varios en Navidad, etc
Peregrinaciones
Viajes para ver a Kiko Argüello y/o al Papa por todo el mundo. Periódicos.
EL ORGANIGRAMA
A continuación os voy a explicar el organigrama de la organización a baja escala. Es probable que me falten miembros en los más altos escalones. Si alguien lo lee y puede ayudarme a completarlo lo agradeceré.
Primero explicar que en cada iglesia donde el Camino está presente hay una gran comunidad formada por pequeñas comunidades. Cada comunidad corresponde a un curso que ha comenzado en un año determinado las catequesis, un proceso de charlas semanales antes de la conformación de la misma que se produce en un retiro de fin de semana. Normalmente, las comunidades suelen perder con los años alrededor del 50 o el 70% de sus miembros. Cuando esto sucede se fusionan con otras comunidades que estén en el mismo paso o examen de adhesión.
Las comunidades se denominan a sí mismas por su antigüedad y la iglesia a la que pertenecen. Por ejemplo, la primera comunidad que se crea en la Catedral de la Almudena se llamaría la 1ª Comunidad de la Almudena. La del año siguiente sería la 2ª Comunidad de la Almudena y así sucesivamente. En unos años, es bastante probable que la 2ª y la 1ª terminaran siendo la 1ª comunidad. Si alguien quiere pasar a otra Iglesia debe incorporarse a la comunidad que vaya por los mismos pasos que ellos.
Por ejemplo, mis padres pasaron de la 7º comunidad de una iglesia a la 3ª al cambiar de localidad. Por tanto, ser de la 1ª o la 9ª no supone tener un mayor prestigio. El prestigio depende de los pasos que se hayan realizado y de si se ha acabado el Camino (ya hay comunidades que han terminado todo el proceso de pasos, que se culmina con un viaje a Israel).
Dentro de las comunidades los cargos se eligen mediante votación secreta. En un primer momento solo se elige al responsable de la comunidad. Posteriormente, y después de algunos pasos, se eligen a los demás. Los salmistas (cantantes) y lectores se eligen después de que todos hayan cantado y leído y se pueda elegir a los que lo hacen mejor. En el caso de los matrimonios, cargos como los de catequistas, responsables, misioneros o corresponsables son conjuntos, no para salmistas y lectores.
Los cargos se renuevan de forma anual, con lo que todo el mundo tiene algún cargo en algún momento y puede sentirse lo suficientemente importante. Hay una fórmula, la cadena, para dar las noticias, en la que los miembros más implicados se encargan de llamar a los menos, de forma que toda la información siempre lleguen a cada uno de ellos. Imagino que, en la actualidad, utilizan grupos de Whatsapp.
Los líderes: Kiko Argüello, Carmen Hernández (fallecida) y un cura italiano, Mario Pezzi.
Catequistas itinerantes: Se encargan de poner en marcha y dirigir las comunidades en lugares donde no los hay. En España suele haber un responsable provincial.
Catequistas: Toman el testigo de los itinerantes y se encargan de liderar una gran comunidad y evangelizar a los miembros así como responsabilizarse del proceso de los pasos.
Catequistas infantiles: Son los encargados de evangelizar a los más pequeños. Les llevan a excursiones a piscinas, parques infantiles, etc… y entre juegos les introducen en sus creencias. También se encargan de ellos durante las convivencias mensuales.
Responsable de Comunidad: Es el máximo responsable de cada pequeña comunidad y debe encargarse de que todo funcione perfectamente así como trasmitir las órdenes que le dan los catequistas. Gestiona el dinero de la comunidad.
Corresponsables: Ayudan a los responsables en su labor y toman responsabilidades cuando el responsable no está disponible.
Salmistas: Se encargan de cantar las canciones especiales que el Camino ha creado.
Lectores: Leen las lecturas de la Biblia.
Diáconos: Hasta donde sé, gestionan todo lo relacionado con la comunión, siendo los que dan el pan y el vino a los fieles en la eucaristía.
Misioneros y familias en misión: Se van sin nada a otros países como Japón, Perú o Casta Rica para mostrar el poder de Dios. En la actualidad el Camino se ha extendido por más de 120 países gracias a la labor de sus misioneros.
El dinero
Una de las relaciones más complejas del Camino Neocatecumenal la tienen con el dinero. El discurso oficial es que el dinero es basura y que no debería existir. El dinero es tan basura, literalmente, que cada vez que lo necesitan para algo lo recogen en bolsas de basura. Es un rollo, “lo necesitamos, pero que no se note”.
Para que se note que el dinero no es importante las aportaciones son siempre anónimas. Cuando vas, por ejemplo, a una convivencia de fin de semana y tienes que pagar el hotel te dicen el precio es de 50€, paga lo que puedas pagar. La bolsa de basura se pasa entre los asistentes las veces necesarias hasta que termina saliendo el importe total -o cuando ellos dicen que ha salido-. Lo mismo cuando hay que pagar a niñeras, un vuelo de avión a Japón por más de 1000€ para una misionera con una hora de margen (experiencia propia) o algo similar.
Por supuesto, el dinero que se saca en cada ronda es completamente secreto, solo los responsables o los catequistas lo conocen.
Después de los segundos escrutinios, el tercer paso, los catecúmenos pagan diezmo. Ese dinero va -oficialmente- a un fondo para cubrir las distintas contingencias que pueda haber en la comunidad. Si alguien es muy pobre y necesita ayuda se le devuelve su diezmo y si necesita más, se le da del aporte de todos. Así lo pueden justificar. Aunque hay que destacar que nadie sabe dónde va el sobrante, una cantidad que en muchas ocasiones es la totalidad del diezmo de todos los miembros ya que pedirlo de vuelta no está bien visto.
Otras veces, simplemente, piden dinero porque sí. Recuerdo una vez, cuando era bastante pequeño, que la responsable de la comunidad de mis padres, que terminó suicidándose sin razón aparente, pidió un millón de pesetas en una semana (aún no había llegado el euro). Así, porque sí. Y, por supuesto, todos aportaron y lo pagaron. Aunque no sé cómo.
La culpa
¿Por qué la gente está dentro? Muy fácil. Por el sentimiento de culpa. Todo el Camino Neocatecumenal es un camino hacia la humildad, ante el reconocimiento de la propia fragilidad del hombre ante Dios. Hablando en pagano, todo está enfocado para que reconozcas que eres un mierda y sin el apoyo constante de la comunidad no habrías conseguido seguir vivo sin caer en tus vicios. Vicios de todo tipo que pueden abarcar desde los afectos, las drogas, la masturbación, el egoísmo o la ira… Por supuesto, no la falta de razonamiento o de personalidad. Alguna vez me dijeron, literalmente: “la razón es del Demonio”.
El Demonio, of course, es el que está detrás de todo. Y la sugestión crea dentro situaciones increíbles. En una ocasión dormí en una habitación durante una convivencia de fin de semana donde el “demonio” se apareció ahogó a un compañero y le amenazó:
No vas a poder conmigo
Satán Ángel Caído
Otra vez alguien me contó que presenció, a lo lejos, un delito muy grave y no pudo llamar a la policía. “Sé que el demonio existe porque me paralizó la mano mientras iba a coger el teléfono”. Tener al demonio como excusa también es perfecto para crear dependencia e histeria colectiva. Y, por supuesto, los catequistas hacen lo posible por alimentarlo. En el primer caso, por ejemplo, el sacerdote, también miembro del Camino, le comentó que no era la primera vez que el demonio se manifestaba en esa habitación. OK. Me lo imagino hablando con los catequistas (que realizan el reparto de habitaciones):
-Vamos a meter a estos tres en una habitación satánica, why not?
Y puede que a ti te parezca increíble. Pero estás dentro de un grupo en el que parece lo más normal del mundo y donde todo el mundo asiente convencido. Si expresas tu duda, la presión del grupo te hará pensar que eres tú el que te estás equivocando. Recuerdo en una ocasión, en una peregrinación en Ámsterdam en 2005 con Kiko Argüello, que un compañero me señalaba el estadio del Ajax, lleno de catecúmenos de toda Europa y me decía:
-Mira, Pablo, tanta gente no puede estar equivocada.
Mi compañero olvidaba que si la cuestión es cuantitativa, es el islam la religión con mayor número de adeptos y el millón de miembros del Camino no deja de ser anecdótico en comparación con otras sectas y religiones del mundo.
En las convivencias cuentas tu “experiencia”, tus miedos y tus pecados. Te ponen en círculo, como en una reunión de Alcohólicos Anónimos donde todo el mundo es igual y nadie está por encima del otro. Sin embargo, en lugar de utilizar esos datos –completamente confidenciales en un primer momento- para que te sientas apoyado lo utilizan para humillarte posteriormente.
¿Cuándo? Cuando ya llevas bastantes años en el Camino y te toca realizar los polémicos Segundos Escrutinios, el tercero de los pasos tras los Primeros y el Shemá. En esos años te ha dado tiempo a contar todos tus secretos y vergüenzas. Los catequistas te llevan a un escenario, con otras comunidades de otras parroquias que se encuentran en el mismo paso. Escriben los nombres en un papel y lo meten en una bolsa.
Van sacando uno a uno. Y comienzan a humillarte. Tal cual. Tienes la oportunidad de hacerlo tú. Si no, esa gente en la que has confiado durante años comenzará a sacar a la luz tus secretos. Luego, tú harás lo propio en venganza. Al final, todos acabaréis humillados y soportando que sin Dios seríais las peores personas de la tierra, putas, yonkis o suicidas. El paso se repite varios años hasta que la humillación es correcta y saben que tu dependencia es total. Es en ese momento cuando te piden el diezmo.
Sin embargo, el origen de la dependencia es anterior, no solo por el calendario que ya hemos comentado, sino por la primera gran prueba que debes hacer. Hablamos de los Primeros Escrutinios, que se realizan tras unos dos o tres años de camino. Donde yo me quedé.
La prueba es muy simple. Hay que demostrar la adhesión al movimiento. ¿Cómo? Demostrando que Dios (aka la secta) es lo más importante para nosotros. Vendiendo lo que más nos guste y dando el dinero a los pobres. He visto gente vender su coche, su ordenador o sus joyas de oro (vengo de una ciudad muy kani). No importa el valor concreto del objeto, lo único que importa es que sea lo que más te guste. Una vez que te has desprendido de lo que más te gusta porque Dios (aka ellos) te lo pide, qué no harás cuando pasen unos años más y os vengan pidiendo una décima parte de tu sueldo. Pues ya sabes la respuesta. (Aun así los segundos escrutinios es uno de los momentos en los que hay más bajas).
En este tipo de pasos la presión del grupo es también muy importante. Os voy a contar mi experiencia en los Primeros Escrutinios:
Mis primeros escrutinios
Como muchos sabéis, tuve mi primera crisis de fe bastante temprano. Los dogmas de fe del catolicismo eran absurdos y los milagros del Camino tenían explicaciones científicas completamente coherentes. Unido a mi homosexualidad, no había razón por la que quisiera formar parte del movimiento.
Los catequistas, sin embargo, aconsejaron a mis padres que me siguieran obligando hasta que sus métodos de persuasión acabaran anulándome (pese a que el Camino es, oficialmente, algo completamente voluntario). Una vez, incluso el sacerdote decidió desafiarme en público y callar mis dudas como escarmiento.
Lamentablemente para él, no tuvo forma de explicarme las contradicciones de la doctrina católica y se excusó diciendo que había que estudiar muchos años de teología para poder entender mis dudas y que me leyera un libro sobre la Sábana Santa, como si tuviera algo que ver o no existieran enigmas en el mundo que no estuvieran relacionados con su religión.
Así que, de pronto, me encontré en un hotel realizando, por obligación paterna, mi primer paso. Y llegó el momento cumbre, antes de un exorcismo grupal. Como en todas los ritos y celebraciones del Camino Neocatecumenal nos encontrábamos sentados en círculo y debíamos comprometernos con la venta de lo que más quisiéramos para darle el dinero a los pobres.
Era sencillo. En el momento que decidías te ponías de pie y te comprometías públicamente con tus compañeros de comunidad, que posteriormente te presionarían para realizar la venta y la donación.
Yo tenía un amigo de mi edad que tampoco creía en el movimiento y al que su madre, vecina y de la misma comunidad de mis padres, también le obligaba a ir. Pasó algo menos de una hora y ya todos se habían comprometido, menos mi amigo y yo. Había un silencio sepulcral. Todos nos miraban. Era domingo y no podíamos avanzar hasta que nos comprometiéramos. Llevábamos en ese hotel desde el viernes por la tarde, sin hacer nada más que escuchar a los catequistas las 24 horas del día. Estábamos cansados y queríamos ir a casa, en otra localidad.
La presión del grupo pudo con mi amigo que se levantó y comprometió por salir del paso, pese a llevar tres años yendo, como yo, por obligación. En la actualidad tiene una pareja de su comunidad y camina (el verbo utilizado por los que están dentro de la secta) por gusto. Yo era más cabezón que él y no pensaba comprometerme a algo que no quería hacer porque ese catequista que me miraba inquisitivamente hubiese dicho a mis padres que debían obligarme a estar allí. No tenía prisa.
Peor para ellos.
Gané el pulso y mi libertad. Un par de horas después de presión grupal (igual fue menos pero lo recuerdo como interminable, todos en silencio, mirándome fijamente esperando que me levantara y me comprometiera y odiándome por no hacerlo) el catequista me dio permiso para abandonar el rito. No podía estar presente en el exorcismo si no me había comprometido de antemano. De paso, me amenazó.
Citando un pasaje de la Biblia que no recuerdo, me contó que si contaba algo de lo que allí pasaba me pasaría algo peor que si me tiraban al mar con una piedra de molino, o algo similar. Aclaro (yo) que lo haría Dios, por supuesto, no él. Según he leído después, se trata de una amenaza establecida por Kiko Argüello y conocida como el secreto de arcano para proteger el contenido de los pasos.
De momento, sigo en tierra firme y lo he contado en multitud de ocasiones, incluyendo el vídeo de Youtube por el que ocho años después (perdón por la calidad pero acababa de empezar la carrera y aún no sabía editar en condiciones), siguen llegándome todo tipo de amenazas de palizas y muerte, incluyendo algunas con tan poco sentido como "Jesucristo va a ir a por ti", como si el Jesucristo bíblico (he de confesar que personalmente no creo ni en el religioso ni el histórico) fuese un pandillero.
Machismo y sexo
Por supuesto, el Camino Neocatecumenal está formado por personas como tú y yo. Personas infelices con problemas en su vida. Sin embargo, están convencidos que son más felices que los demás porque han sido elegidos por Dios para ofrecer luz al mundo. Ser un elegido no es fácil y requiere de grandes sacrificios, ya que son la última esperanza de la Iglesia.
Como prácticamente todo en la Iglesia Católica, el tufillo rancio y machista está por doquier. No quiero acabar este post interminable (perdón), sin mencionar la relación enfermiza que tienen con el sexo, siguiendo las normas sin sentido de la jerarquía eclesiástica. En las familias del Camino, el marido es la persona más importante. De hecho, uno de los consejos más comunes que acostumbran a dar es que si solo hay un plato de comida en la mesa, esta no debe ser para los hijos pequeños -que sería lo obvio en cualquier familia normal- sino para el hombre, el encargado por Dios de proveer a la familia. (Aunque sea la mujer la que trabaje y el hombre esté en paro, por ejemplo)
El servicio de la mujer a su marido y su dependencia es total. Otro de los consejos que dan es que las mujeres no se estropeen con el tiempo, y se arreglen para ellos, siendo una de las obligaciones del matrimonio. Por supuesto, a ellos no le dicen nada. Y otra de las cuestiones más sangrantes tiene que ver con el sexo.
El sexo se realiza exclusivamente para la procreación, estando prohibidos los juegos preliminares y, atención, el orgasmo femenino, ya que no es imprescindible para la misma. Por tanto, el hombre tiene a una mujer arreglada para él, sometida, a la que le puede meter la polla, correrse y tener su orgasmo, pero a la que no puede hacer disfrutar. Y a todo el mundo le parece normal.
El condón también está prohibido y por eso la gente suele conocer a familias de kikos con decenas de hijos. Lo que quizás no sabéis es que está prohibido en todos los casos. Uno de los casos que más me impactó, cuando era bastante pequeño, era el de una familia en el que él era seropositivo, no sé si tenía VIH o ya había desarrollado SIDA, se casó y le dijeron que tenía que estar abierto a la vida. En aquella época los medicamentos no estaban tan avanzados como actualmente.
La conclusión fue que su mujer se contagió, varios de sus hijos también y conocí a una niña con cinco años a punto de morir. Yo tendría siete u ocho, y le dije que a mi madre que la niña, que tenía su propio poni, me parecía que estaba completamente mimada. Ella me respondió que le quedaban menos de dos meses de vida y me contó la historia. Dios no había querido curarla. Que se hiciera su voluntad.
Lo mismo ocurre con las cesáreas, llegando a ver gente que ha tenido cuatro cesáreas en sus partos, cuando no se recomienda tener más de una. Pero si Dios manda un hijo -que tu marido se corra en tu coño y tenga su orgasmo mientras tú te juegas la vida- bienvenido sea.
Por supuesto, el divorcio está prohibido, aún en los casos de violencia de género. Pegar a tu mujer o ser infiel no está bien, pero no es nada que los catequistas no puedan arreglar. Nada justifica el divorcio.
Los milagros
Muchos neocatecúmenos te dirán que han visto grandes milagros que le demuestran que Dios existe. Yo te recomiendo que les preguntes cuáles. En mi época en el camino hubo uno que se hizo especialmente popular en toda mi zona. Lo llamaban "el milagro de Alfonso".
Alfonso era un hombre que había desarrollado cáncer y se lo había tomado muy bien. Creía firmemente en Dios y pensaba que acabaría en el Cielo una vez fallecería. Los catecúmenos iban a verle al hospital y siempre volvían asombrados. Habían contemplado el milagro. Un milagro que era, exclusivamente, ver a un hombre aceptar su mortalidad. Algo que pensaban que solo podía pasar en el Camino y que demostraba que Dios lo había elegido.
En mi propia familia ocurrió otro milagro. En este caso a mi madre. Después de tenerme a mí y a mi hermano mayor, mi madre se pasó años queriendo tener otro hijo. Sin embargo, parecía imposible. Mi madre tenía un mioma uterino y según le dijo el médico, eso impedía su fertilidad en más de un 95%.
Mi madre se quedó embarazada dos veces más, demostrando que Dios hacía milagros. Ese % restante en el que entraba dentro de la estadística científica nunca contó para ella.
Lo que quiero decir con esto es que si quieres ver un milagro, lo ves. Si quieres ver a Dios en tu vida, lo ves. Solo tienes que créertelo. Y en creer los miembros del Camino tienen mucha experiencia.
Las víctimas
Con los años, he terminado conociendo a varias personas que pasaron por situaciones traumáticas como la mía con mi homosexualidad. Las víctimas del Camino Neocatecumenal se encuentran por millares y es fácil encontrárselas en lugares como mi antiguo blog, La verdad de los kikos o diversos foros de internet.
Las familias destrozadas son lo más habitual, los y las ex parejas que buscan respuestas o los padres que no saben por qué sus hijos han desaparecido. Una de las frases preferidas de mi madre es "el que obedece no se equivoca" y es lo que piensan muchos de los miembros del Camino. Con la obediencia ciega a sus catequistas, obsesionados con fortalecer sus comunidades, las víctimas crecen en los márgenes.
Yo he encontrado amigos que aún mantengo y hasta algún que otro trabajo ocasional de manos de otras de las víctimas. Y es que al final parece que la verdadera comunidad que se ayuda se encuentra fuera, donde la gente ha visto cómo este movimiento anula a las personas y destruye las familias que no consigue engullir.
Esta es mi pequeña y moderna aportación a todos aquellos que quieran saber algo más de lo que pasa dentro. Como dije al principio, puedo contar muchas más anécdotas y puede que haya muchas cosas que todavía se me escapan. Solo te diré una cosa: si ves a alguien con una palma colgada en su ventana que empieza a hablarte de Dios, estate alerta, torres más altas han caído.