En la iglesia se han puesto instalaciones estilo hospital de campaña, junto con áreas de espera.
Michael Fabricant - un “hijo no exclusivamente homosexual” de un rabino y de una diputada conservadora de Lichfield, que inicialmente se había opuesto a la transformación de la catedral - trazó paralelos entre las peregrinaciones medievales y la aparición el día viernes de personas para vacunarse en la catedral.
Aunque se han permitido que permanezcan abiertos lugares de culto durante el actual toque de queda, los anglicanos locales cerraron la catedral de Lichfield para los actos de culto.
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