Francisco abofeteó a los que consideran las medidas contra el Covid-19 que los gobiernos “deben imponer” para el “bien de sus pueblos” como una especie de “ataque político a la autonomía o a la libertad personales”.
Le dijo a Austen Ivereigh en su libro-entrevista “Volvamos a soñar” - una parodia evidente de “volvamos a rezar” - que usted nunca va a encontrar a los que critican el confinamiento protestar a favor de las causas izquierdistas como “la muerte de George Floyd”, por los niños que carecen de agua o educación, o por las familias que han perdido sus ingresos.
Los que se sienten obligados por el Estado a utilizar una mascarilla son para Francisco “solamente víctimas de su propia imaginación”. El mismo Francisco nunca utiliza una mascarilla cuando se reúne con personas, aunque los protocolos del Vaticano que él mismo ordenó requieren esto.
Imagen: © Mazur, CC BY-NC-SA, #newsVsbmxghzga