Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia tiende hacia la disolución un proceso acelerado por Francisco, escribe el 9 de diciembre el sitio web Caminante-Wanderer.Blogspot.com:
“El progresismo destruye en unos pocos años lo que a una civilización le llevó muchos siglos construir”.
Caminante explica esto con la ley de la entropía, que dice que los sistemas cerrados tienden inexorablemente hacia un trastorno irreversible.
Al arrojar un vaso al suelo sus pedazos se dispersan, pero no hay forma de arrojar esos pedazos a su forma anterior. Esta ley también se aplica a la Iglesia, escribe Caminante.
Sin embargo, hay una excepción: “Debemos esperar que en los sistemas sociales como la Iglesia, las cosas ocurrirán según la entropía, excepto por la intervención del Espíritu Santo”.
Imagen: © Mazur, CC BY-NC-SA, #newsYcdgdhoabu