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Yugo
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MENSAJE DE LA MADRE Y EL SEÑOR A ROSARIO
CRUZ BLANCA 9 12 de Octubre de 1985
Fiesta de Nuestra Madre del Pilar

Rosario:– ¡Madre, Madre mía, Madre mía... qué alegría volverTe a ver Madre mía!
Madre:– Hijitos Míos, quiero que ante todo busquéis el AMOR.
EL AMOR ES LA RIQUEZA MÁS IMPORTANTE QUE PUEDE RECIBIR EL HOMBRE.
Voy a bendeciros a todos en estos momentos porque ésa es la Voluntad del Padre …Más
MENSAJE DE LA MADRE Y EL SEÑOR A ROSARIO
CRUZ BLANCA 9 12 de Octubre de 1985
Fiesta de Nuestra Madre del Pilar


Rosario:– ¡Madre, Madre mía, Madre mía... qué alegría volverTe a ver Madre mía!
Madre:– Hijitos Míos, quiero que ante todo busquéis el AMOR.
EL AMOR ES LA RIQUEZA MÁS IMPORTANTE QUE PUEDE RECIBIR EL HOMBRE.
Voy a bendeciros a todos en estos momentos porque ésa es la Voluntad del Padre, actualmente tan olvidada.
VENID A MÍ, venid a Mí, con serenidad y AMOR.
VENID A MÍ y no sentirse ni el más pequeño ni el mayor... pues sois todos iguales para Mí.
No sentirse ni el más justo ni el más pecador... pues todos sois pecadores.
No sentirse, hijitos Míos, ni hijos de la luz ni hijos de las tinieblas, porque ¿quién de ustedes ha visto las tinieblas y quién de ustedes ha visto la luz?
Es el Padre. Él es el único que pueda algún día decirles a todos y cada uno: TÚ ERES DE LA LUZ Y TÚ ERES DE LAS TINIEBLAS.
Por eso hijos Míos, no sentiros SABIOS, porque SABIO delante del Padre no representará NADA.
Sentiros HUMILDES Y UNIDOS TODOS, para que así os encuentre el Padre... porque es el Padre el que vendrá a la tierra y no es muy larga la distancia para Su Llegada.
PODEIS CONTARLO CON LOS DEDOS.
No pasaréis del año 2000, si alguno de Mis elegidos ha conseguido... ha podido conseguir pasar el año 2.000 él contará a aquellos hijos Míos que se hayan introducido en la BARCA, las penalidades de la tierra.
No creáis hijitos Míos, que he venido para pasar el tiempo entre vosotros.
He venido para advertirles de tantas cosas.
He venido a la tierra para decirles a los hombres que MI HIJO VENDRA A LA TIERRA Y SE HARA PRESENTE A TODOS LOS HOMBRES.
Volverá de nuevo para ser de nuevo entregado a la CRUZ, ya que LOS HOMBRES NO TIENEN EL VALOR DE DEFENDER LA SILLA DE PEDRO COMO ELLA SE MERECE.
LA SILLA DE PEDRO ES OBJETO DE ADORACION... TENEIS QUE ADORARLA, porque es parte del Padre.
Porque en LA SILLA DE PEDRO SE SENTARA UN FALSO PROFETA, por lo que ustedes todos tendrán que esconderse de él.
Por eso vengo a la tierra: PARA ADVERTIRLOS.
No vengo a curar a los enfermos.
Vengo a decirles las medicinas... a decirles la enfermedad.
No puedo deciros cuándo será... mas echad cuentas para que todos se mantengan sabios delante de Mí.
He dicho un tiempo... NO PASAREIS DEL AÑO 2.000 y aquel que pase, será un privilegiado del Padre.
POR ESO HIJITOS MÍOS ESTAD PREPARADOS.
Introduciros todos en la BARCA.
Mi Hijo se está llevando a tantos seres queridos.
No llorar hijitos míos, cuando un ser querido se despide de la tierra, porque ese ser querido, desde el mismo momento de su despedida de la tierra, está al servicio del Padre y PREPARANDO VUESTRO LUGAR, donde ustedes tenéis que ir un día. JUNTO AL PADRE.
Y ahora voy a bendeciros a todos para que TODOS QUEDEN USTEDES PRISIONEROS DE MI SIGNO, porque sé, hijitos Míos, que un día despertarán ustedes de un triste sueño... todos seréis signados con el signo de la bestia.

Ese signo empezará con un mal dolor... pero hoy voy a bendeciros a todos... voy a bendeciros porque quiero hoy bendeciros a todos.
Sé que muchos de vosotros no Me comprenderéis.
Sé que muchos de vosotros en estos momentos lo tomareis como un pasatiempo, pero hijitos Míos, quiero que estos momentos, un día sean recordados.
A ninguno de vosotros quiero obligarle, hijitos Míos, pero quiero bendeciros a todos... quiero bendeciros a todos... quiero bendeciros a todos... quiero bendeciros a todos.
(Bendice la Madre en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y continua):
(Privado a una Señora):– Hija Mía, ¡qué cerca estás de Mí!
(Dirigiéndose a todos):– Preguntareis ¿para qué, esta bendición que acabo de daros?... Hoy, quedará vuestra mente en blanco.
(Privado al Padre D., sacerdote que se halla de paso en el Sagrado Lugar) (La Madre se dirige a él y le dice):
Hijo Mío, cuánto amor le das a Mi Hijo. Te voy a besar de forma distinta a todos, hijo Mío, porque tú eres distinto.
(Alude la Madre a su carácter sacerdotal y por ello le besa la mano por la parte de dentro, es diestra la palma de la mano, lugar donde en la ordenación sacerdotal se recibe el santo Oleo, al ser consagradas las manos por el Señor Obispo Consagrante. Ordinariamente la Madre besa el dorso de la mano a los fieles devotos. Continua la Madre dirigiéndose al mismo sacerdote):
¡Cuánto te necesito, hijo Mío, cuánto te necesito! LA CASA DE MI PADRE SE ESTA DIVIDIENDO CADA DIA MAS Y MÁS, hijo Mío.
Si alguno NO DESEA MI BENDICION... me apenaría mucho.
(Privado a una señora)
Hija Mía, hija mía, NO ABANDONES NUNCA EL SAGRARIO, PORQUE ALLI TE ESPERA MI HIJO.
Mi Hijo no está llorando... hoy canta Mi Hijo, pero canta un cante tan extraño... es un cante cantarín el que hoy usa Mi Hijo en el Sagrario. Es un cante lleno de pena. Está cantando las penalidades de los hombres... aquellas penas que ellos un día, reconocerán... Mi Hijo está sufriendo en Su Corazón.
Hoy es un día muy importante, derramaré muchas gracias sobre vosotros, gracias que un día recordareis, pero HOY quiero recordaros que YO ESTOY EN EL SILENCIO, ESTOY EN EL AMOR... SI NO HAY AMOR NO ESTOY YO, por eso, VENID A MÍ y NO TENGAIS MIEDO.
Cuando estéis delante de Mí, Yo os presentaré al Padre.
Y ahora voy a bendeciros a todos en el Nombre de Mí Divino Padre, en el de Mi Divino Hijo y en el del Divino Espíritu, Mi Amor.
Rosario:– ¡Madre, Madre si yo pudiera explicarles a todos los demás... si yo pudiera explicarles a los demás... TU BELLEZA, Madre mía!
Madre: –(Aludiendo a un niño) Ven, pequeño Mío, ven que deseo bendecirte.
(De pronto la Madre, cambiando de tono exclama):–
¡AY, AY MI ESPAÑA! ¡quisiera cerrar los ojos para no ver tu destrucción!
¡AY MI TIERRA MARIANA, como la llama el Padre!.
¡AY MI TIERRA y AY GRANERO DE LA HUMANIDAD! MI GRANO SE ESTA MEZCLANDO ENTRE LA CIZAÑA.
HAY MIS MINISTROS.

¡Cuánta destrucción!
Rosario:– (Aparece el Señor vestido como el Santo Padre y exclama la vidente): –¡Ay qué cosa más grande... ay qué cosa más grande Padre!
¡Padre... Padre!... ¡ay Padre!, pero sí vienes vestido como el VICARIO (Santo Padre) ¿porqué Padre?
Señor: – PORQUE YO OCUPARE LA SILLA DE PEDRO Y NO HABRA FUERZA EN LA TIERRA QUE PUEDA DESTRUIR LA SILLA DE PEDRO.
ASI ME HARE PRESENTE ANTE EL FALSO PROFETA.
Y ahora MI BENDICION ES PARA TODOS.
Rosario:– ¡Ay qué grandeza, Padre!
Señor:– Quedáis todos bendecidos.
Rosario:– Adiós Padre, adiós Padre adiós...