Coronavirus: de repente se supone que los fieles deben ser “legalistas”
A los sumo él extrañaba las voces de los fieles, dijo el 2 de junio en el sitio web LaLiberte.ch el padre Dominique Rimaz, párroco de Cristo Rey en Friburgo (Suiza), después de dos meses de celebrar Misa sin personas presentes.
También insiste en afirmar que Cristo dijo “tomen y coman todos de él”, no “toma y come” (en singular). Pero Cristo dirigió estas palabras solamente a los apóstoles.
En la primera Misa después del coronavirus, no se recitó el Credo por motivos “prudentes”. La Hostia fue amablemente “arrojada” en las manos de las personas para evitar todo contacto.
En la parroquia de San José, en Friburgo, el padre Alexis Morard explica que el agua bendita “no es indispensable”. Ésta última fue reemplazada con un desinfectante.
Por supuesto, nadie pensó en hacer aspersiones.
“Debo decir que estuve a punto de bendecir el alcohol en gel: después de todo, “también contiene agua”, bromeó Morard.
Un fiel es citado con sus palabras: “estoy feliz de compartir nuevamente con otras personas y extender mis manos al sacristán para que las rocíe con un desinfectante. Un rito nuevo”.
Los fieles obedecen sin quejarse, según el sitio web LaLiberte.ch. Allí se cita a un jesuita [que no es Francisco]: “Nuestra audiencia es bastante legalista, no me preocupa que no respeten las reglas”.
No todos están felices: “Si seguimos así, nos arruinaremos más que con dos meses sin Misa”, dijo un sacerdote a Gloria.tv.
#newsQykckomqbt
También insiste en afirmar que Cristo dijo “tomen y coman todos de él”, no “toma y come” (en singular). Pero Cristo dirigió estas palabras solamente a los apóstoles.
En la primera Misa después del coronavirus, no se recitó el Credo por motivos “prudentes”. La Hostia fue amablemente “arrojada” en las manos de las personas para evitar todo contacto.
En la parroquia de San José, en Friburgo, el padre Alexis Morard explica que el agua bendita “no es indispensable”. Ésta última fue reemplazada con un desinfectante.
Por supuesto, nadie pensó en hacer aspersiones.
“Debo decir que estuve a punto de bendecir el alcohol en gel: después de todo, “también contiene agua”, bromeó Morard.
Un fiel es citado con sus palabras: “estoy feliz de compartir nuevamente con otras personas y extender mis manos al sacristán para que las rocíe con un desinfectante. Un rito nuevo”.
Los fieles obedecen sin quejarse, según el sitio web LaLiberte.ch. Allí se cita a un jesuita [que no es Francisco]: “Nuestra audiencia es bastante legalista, no me preocupa que no respeten las reglas”.
No todos están felices: “Si seguimos así, nos arruinaremos más que con dos meses sin Misa”, dijo un sacerdote a Gloria.tv.
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