San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz
Doctor de la Iglesia, 1542-1591
del hebreo, "Dios ha hecho gracia", Etimológicamente: Juan = Dios es misericordioso
Escritor Año 1591
Nacionalidad: española
Patrón: vida contemplativa, místicos, poetas (Su gran admirador y conocedor Juan Pablo II, lo nombró patrono de los poetas)
Su obra poética es aclamada por la literatura universal y está considerado como el máximo exponente de la poesía mística. Entre sus obras destacan Noche oscura, Cántico espiritual y Llama de amor viva. Ejemplo de su pensamiento es: "Vivir en el mundo como si solamente Dios y tu alma estuvieran en él; entonces tu corazón nunca será hecho prisionero por cualquier cosa terrenal".
“San Juan de la Cruz Transformó el sufrimiento en poesía, convirtió la cruz en medio de santificación para él y sus hermanos ”.
San Juan de la Cruz Vuestro emblema fue siempre padecer y ser despreciado. ¡Oh, si pudiese yo al menos resignarme en mis tribulaciones, ya que no soy tan generoso como tu en el padecer y ser despreciado! A ti, pues, que en tantos sufrimientos fuisteis siempre paciente, resignado y gozoso, a ti me encomiendo para que me enseñéis a resignarme en mis muchas penas. Tampoco me faltan fuertes pesares y pesadas cruces, y muy a menudo cansado y desalentado me quedo..., me abato..., y caigo. Ten compasión de mí, y ayúdame a llevar con resignación y gozo mis cruces, con la mirada siempre vuelta al cielo. Os tomo por protector mío, por mi maestro y mi guía aquí en la tierra, para ser vuestro compañero en la patria del Paraíso. Amén.
Pensamiento de San Juan de la Cruz:
“Hay almas que se revuelcan en el cieno, como los animales que se revuelcan en él, y otras que vuelan, como las aves que en el aire se purifican y limpian”.
“Quien a Dios busca queriendo continuar con sus gustos, lo busca de noche; y, de noche, no lo encontrara”. (San Juan de la Cruz , Cántico espiritual, 3, 3 )
“Quien obra con tibieza, cerca está de la caída”.
‟ Hay quien no es capaz ni siquiera de cambiarse de sitio por Dios. Quisieran sentir gustos y consuelos de Dios sin hacer más esfuerzo que tragar lo que El les echa en la boca, y gozar lo que les pone en el corazón sin mortificarse ellos en nada; sin dejar sus gustos, consuelos y veleidades. Pero esperan en vano. Porque mientras ellos no salgan a buscar a Dios, por mucho que le llamen, no le encontrarán.” (San Juan de la Cruz, Cántico espiritual, 3, 2).