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ANGEL DEL APOCALIPSIS - SAN VICENTE DE FERRER. JUSTO JUEZ - IUDEX IUSTUS Publicado el 1 oct. 2018 ANGEL DEL APOCALIPSIS - SAN VICENTE DE FERRER Los milagros acompañaron a San Vicente en toda su …Más
ANGEL DEL APOCALIPSIS - SAN VICENTE DE FERRER.

JUSTO JUEZ - IUDEX IUSTUS
Publicado el 1 oct. 2018
ANGEL DEL APOCALIPSIS - SAN VICENTE DE FERRER Los milagros acompañaron a San Vicente en toda su predicación. En su proceso de canonización se registró la cifra de 860 milagros, y se dejó de estudiar más casos, puesto que no era posible continuar. Entre estos se destacan más de 30 resurrecciones, 70 personas liberadas de posesión demoníaca, y el hacerse entender en otros idiomas, siendo que él solamente hablaba su lengua materna (valenciano) y el latín. Y sucedía frecuentemente que las gentes de otros países le entendían perfectamente como si les estuviera hablando en su propio idioma. Era como la repetición del milagro que sucedió en Jerusalén el día de Pentecostés, cuando al llegar el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, las gentes de 18 países escuchaban a los apóstoles cada uno en su propio idioma, siendo que ellos solamente les hablaban en siríaco. San Vicente se mantuvo humilde a pesar de la enorme fama y de la gran popularidad que le acompañaban, y de las muchas alabanzas que le daban en todas partes. Decía que su vida no había sido sino una cadena interminable de pecados. Repetía: «Mi cuerpo y mi alma no son sino una pura llaga de pecados. Todo en mí tiene la fetidez de mis culpas». Así son los santos. Grandes ante la gente de la tierra, pero se sienten muy pequeñitos ante la presencia de Dios que todo lo sabe. En 1410, moría Martín I el Humano, rey de Aragón, sin dejar descendencia. Hubo seis candidatos para ocupar el trono, y se designó un consejo de nueve notables, tres por cada reino integrante de la Corona aragonesa (Aragón, Valencia y el Principado de Cataluña). San Vicente Ferrer, y su hermano Bonifacio fueron parte de la delegación de Valencia. El 22 de abril de 1412, en la ciudad de Caspe, los nueve notables eligieron unánimes a Fernando de Trastámara como Rey de Aragón, elección que años después facilitará la unificación de España. Los últimos años, ya lleno de enfermedades, lo tenían que ayudar a subir al sitio donde iba a predicar. Pero apenas empezaba la predicación se transformaba, se le olvidaban sus enfermedades y predicaba con el fervor y la emoción de sus primeros años. Era como un milagro. Durante el sermón no parecía viejo ni enfermo sino lleno de juventud y de entusiasmo. Y su entusiasmo era contagioso. Murió en plena actividad misionera, el 5 de abril del año 1419, Miércoles de Pasión, en Vannes de la Bretaña (años antes, Santa Coleta de Corbie, mística y reformadora de las monjas clarisas, le profetizó que moriría en Francia). Fueron tantos sus milagros y tan grande su fama, que el Papa Calixto III (que afirmaba que San Vicnente Ferrer le prometió el pontificado) lo declaró santo a los 36 años de haber muerto, el 3 de junio de 1455.
apostolesdemaria
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