Mons. Viganó sobre las declaraciones de Francisco y las «uniones homosexuales»

Roma, 21 de octubre de 2020 – El portal Vatican News1 informa que hoy se proyectará en el Festival de Cine de Roma un documental titulado Francesco, dirigido por Evgeny Afineevsky.

La agencia Catholic News2 y el portal America, the Jesuit review3, han dado a conocer algunas declaraciones de Jorge Mario Bergoglio sobre el tema de la homosexualidad. Entre otras cosas, causan desconcierto las siguientes frases:

«Los homosexuales tienen derecho a formar parte de una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Nadie debe ser excluido ni sufrir a causa de ello.4

»Lo que tenemos que hacer es una ley para las uniones civiles. De ese modo estarán tutelados por la ley. Estoy a favor de ello».5

No hace falta ser teólogo ni moralista para saber que tales afirmaciones son totalmente heterodoxas y constituyen un gravísimo motivo de escándalo para los fieles.

Pero ojo, esas palabras son también la enésima provocación con la que el sector ultraprogresista de la Jerarquía trata de crear un cisma, como ya intentó con la exhortación postsinodal Amoris laetitia, la modificación de la doctrina sobre la pena de muerte, el Sínodo Panamazónico con la inmunda Pachamama y la Declaración de Abu Dabi, posteriormente reiterada en la encíclica Fratelli tutti.

Pareciera que Bergoglio procura descaradamente llegar cada vez más lejos en un crescendo de afirmaciones heréticas a fin de obligar al sector sano de la Iglesia –episcopado, clero y fieles– a acusarlo de herejía y después declararlo cismático y enemigo del Papa.

Jorge Mario Bergoglio intenta obligar a algunos cardenales y obispos a separarse de la comunión con él, y el resultado sería no que lo depusieran por hereje, sino la excomunión de los católicos que deseen ser fieles al Magisterio perenne de la Iglesia. En las presumibles intenciones de Bergoglio y su círculo mágico, esa trampa tendría por objeto consolidar su poder al interior de una iglesia que sólo sería nominalmente católica pero en realidad sería herética y cismática.

Tal engaño se vale del apoyo de la élite mundialista, los medios mayoritarios de difusión y el lobby LGTB, al que no son ajenos muchos sacerdotes, obispos y cardenales. No olvidemos que en muchos países están en vigor leyes que castigan como delitos a quienes apoyados en el Credo consideran reprobable y pecaminosa la sodomía o no aprueban la legalización del matrimonio homosexual. Un pronunciamiento de los obispos contra Bergoglio en una cuestión como la de la homosexualidad podría permitir que las autoridades civiles los persiguiesen por vía penal con la aprobación de la Santa Sede.

En ese caso, Bergoglio no sólo tendría de su parte a la iglesia profunda, representada por rebeldes como el P. James Martin SJ y los portavoces del itinerario sinodal alemán, sino también al estado profundo. No es casual que el documental manifieste su apoyo al candidato demócrata de las próximas elecciones presidenciales de EE.UU., y haga además una inaudita condena de la política del gobierno Trump, acusado de separar a familias que tratan de entrar ilegalmente en EE.UU., cuando en realidad el Presidente está haciendo frente a la trata de seres humanos y el tráfico de menores.

De ese modo, mientras prohíbe a los prelados conservadores estadounidenses intervenir en el debate político a favor del presidente Trump, el Vaticano puede permitirse descaradas injerencias en elecciones para favorecer a su adversario demócrata, uniéndose a la censura de las redes sociales y los medios informativos en lo relativo a las gravísimas acusaciones contra la familia Biden.

Los católicos estamos llamados a alinearnos con quien defienda la vida, la familia natural y la soberanía nacional. Creíamos tener de nuestra parte al Vicario de Cristo, pero constatamos dolorosamente que en este enfrentamiento épico, aquel que debería gobernar la Barca de San Pedro ha optado por pasarse al bando del Enemigo para hacerla naufragar. Evocando el valor con que los pontífices santos defendieron la integridad de la Fe y promovieron la salvación de las almas, cabe señalar: ¡Quantum mutatus ab illis!*

+Carlo Maria Viganò, arzobispo

1 https://www.vaticannews.va/it/papa/news/2020-10/papa-francesco-film-documentario-festival-cinema-roma.html

2 https://www.catholicnewsagency.com/news/pope-francis-calls-for-civil-union-law-for-same-sex-couples-in-shift-from-vatican-stance-12462

3 https://www.americamagazine.org/faith/2020/10/21/pope-francis-gay-civil-union-documentary

4 «Homosexuals have a right to be a part of the family. They’re children of God and have a right to afamily. Nobody should be thrown out, or be made miserable because of it».

5 «What we have to create is a civil union law. That way they are legally covered. I stood up for that».

(* “Cuán diferente de ellos”. Paráfrasis de unas palabras de la Eneida de Virgilio. N. del T.)

(Traducido por Bruno de la Inmaculada/Adelante la Fe)

Mons. Carlo Maria Viganò
Mons. Carlo Maria Viganò
Monseñor Carlo Maria Viganò nació en Varese (Italia) el 16 de enero de 1941. Se ordenó sacerdote el 24 de marzo de 1968 en la diócesis de Pavía. Es doctor utroque iure. Desempeñó servicios en el Cuerpo Diplomático de la Santa Sede como agregado en Irak y Kwait en 1973. Después fue destinado a la Nunciatura Apostólica en el Reino Unido. Entre 1978 y 1989 trabajó en la Secretaría de Estado, y fue nombrado enviado especial con funciones de observador permanente ante el Consejo de Europa en Estrasburgo. Consagrado obispo titular de Ulpiana por Juan Pablo II el de abril de 1992, fue nombrado pro nuncio apostólico en Nigeria, y en 1998 delegado para la representación pontificia en la Secretaría de Estado. De 2009 a 2011 ejerció como secretario general del Gobernador del  Estado de la Ciudad del Vaticano, hasta que en 2011 Benedicto XVI lo nombró nuncio apostólico para los Estados Unidos de América. Se jubiló en mayo de 2016 al haber alcanzado el límite de edad.

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