Misa Crismal: Francisco proyecta sus propios problemas

Como era de esperar, Francisco aprovechó su homilía de la Misa Crismal para atacar a los sacerdotes presentes. De los casi 4.000 sacerdotes que viven en Roma, hubo allí unos 1.500.

Francisco, que prácticamente ha dejado de presidir Eucaristías, proyectó sus propios problemas,

“Pecamos contra el Espíritu Santo, cuando nos convertimos en instrumentos de división, cuando le hacemos el juego al enemigo, quien nunca sale a la luz, ama los chismes y las insinuaciones, forma grupos y camarillas, alimenta la nostalgia de tiempos pasados [del Vaticano II]”, fustigó.

Sin haber tenido experiencia pastoral como párroco, romantiza que “mucha gente” no se acerca a la Iglesia “porque en la Iglesia no se sienten bienvenidos, queridos, mirados con recelo y juzgados”. En realidad, la Iglesia del Novus Ordo lleva décadas arrojando perlas a los cerdos, con el conocido resultado.

Francisco insiste: “En nombre de Dios, seamos siempre acogedores y perdonemos siempre”. Personalmente, a Francisco no le importa ni lo uno ni lo otro.

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