La Virgen se encontró en el Gólgota con la “negación completa” de la promesa del ángel Gabriel, según la cual a su hijo se le daría el trono de David, parloteó el papa Francisco durante su homilía en la Misa del Domingo de Ramos, celebrada el 14 de abril.
Parece que Francisco estaba proyectando sus propias dudas en la Madre de Dios, a quien los acontecimientos no la tomaron por sorpresa, porque Cristo los había anunciado previamente.
En consecuencia, ella vio el Gólgota como parte del cumplimiento de las promesas del ángel Gabriel, no como su negación, y sabía que el Antiguo Testamento había anunciado que el Mesías aparecería como el Siervo sufriente.
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