La crisis del coronavirus debería hacernos conscientes del “grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo”, pinta Francisco una imagen sombría en su prefacio para el libro sobre el coronavirus del cardenal Walter Kasper que se publicó el martes.
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Francisco disculpa a “los gobiernos” por haber sido “forzados” a prohibir las Misas públicas, incluso en Semana Santa, a causa del coronavirus. En realidad, en muchos países, fueron Francisco y sus obispos los que cerraron las iglesias, no los gobiernos.
Expresa su creencia de que “muchos” de los fieles aislados encontraron la presencia de Cristo allí donde dos o tres “se reunieron” en su nombre. ¿Se refiere a las numerosas liturgias del Rito Antiguo que se celebraron clandestinamente a pesar de la prohibición de Francisco?
Imagen: Franciscus, Walter Kasper, #newsKfxmwjuizu