p.alvaro.gomez
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Este video es, de por sí, conmovedor, pero yo lo veo además como una parábola de mi (nuestra) propia vida:
El primer joven mendigo es Dios: mendiga, suplica un poco de alimento (amor) de todos, pero no encuentra correspondencia; incluso le llegan a despreciar (los que se creen algo, los que se sienten seguros: …yo tengo trabajo, tengo comida, tengo…; su tener les ciega a las necesidades de otro …More
Este video es, de por sí, conmovedor, pero yo lo veo además como una parábola de mi (nuestra) propia vida:
El primer joven mendigo es Dios: mendiga, suplica un poco de alimento (amor) de todos, pero no encuentra correspondencia; incluso le llegan a despreciar (los que se creen algo, los que se sienten seguros: …yo tengo trabajo, tengo comida, tengo…; su tener les ciega a las necesidades de otro, y no saben ver en “el otro” a Dios mismo: cfr. Mt 25, 40. 45). Él responde con respeto (Él siempre respeta nuestra libertad; no se revela, no se irrita, no desprecia a los que le desprecian…)
El otro mendigo soy yo (nosotros): también necesito alimento (amor), y por eso mendigo; lo que recibo es por pura gratuidad (no tengo derecho a nada) y por eso lo recibo (la pizza; aunque sean las sobras de otros) con gratuidad.
Pero se me acerca el mendigo primero, y me pide de comer. Es porque reconozco que lo que tengo no es mío sino que es “prestado”, que lo he recibido sin derecho a tenerlo, que no me apego a ello egoístamente; e entonces puedo compartirlo, y puedo dar al otro mendigo lo que (sin saberlo) he recibido de él mismo (mis cualidades, mi tiempo, …mi vida!!!). Y a cambio de “bocados” él me sorprende agradecido con el pago de un fajo de billetes (mucho más del “ciento por uno” que nos promete; cfr. Mc 10, 30).
El video es conmovedor; …más conmovedor nos debería resultar saber que cada día nosotros representamos esa misma escena de la Misericordia de Dios en nosotros.
Las lágrimas de estupor (+ admiración, + sentimiento de indignidad, + etc, etc, etc!!!!!!) del mendigo son la mejor respuesta.
…..Bienvenidos al “Club de los Mendigos”!!!!!!!
El primer joven mendigo es Dios: mendiga, suplica un poco de alimento (amor) de todos, pero no encuentra correspondencia; incluso le llegan a despreciar (los que se creen algo, los que se sienten seguros: …yo tengo trabajo, tengo comida, tengo…; su tener les ciega a las necesidades de otro, y no saben ver en “el otro” a Dios mismo: cfr. Mt 25, 40. 45). Él responde con respeto (Él siempre respeta nuestra libertad; no se revela, no se irrita, no desprecia a los que le desprecian…)
El otro mendigo soy yo (nosotros): también necesito alimento (amor), y por eso mendigo; lo que recibo es por pura gratuidad (no tengo derecho a nada) y por eso lo recibo (la pizza; aunque sean las sobras de otros) con gratuidad.
Pero se me acerca el mendigo primero, y me pide de comer. Es porque reconozco que lo que tengo no es mío sino que es “prestado”, que lo he recibido sin derecho a tenerlo, que no me apego a ello egoístamente; e entonces puedo compartirlo, y puedo dar al otro mendigo lo que (sin saberlo) he recibido de él mismo (mis cualidades, mi tiempo, …mi vida!!!). Y a cambio de “bocados” él me sorprende agradecido con el pago de un fajo de billetes (mucho más del “ciento por uno” que nos promete; cfr. Mc 10, 30).
El video es conmovedor; …más conmovedor nos debería resultar saber que cada día nosotros representamos esa misma escena de la Misericordia de Dios en nosotros.
Las lágrimas de estupor (+ admiración, + sentimiento de indignidad, + etc, etc, etc!!!!!!) del mendigo son la mejor respuesta.
…..Bienvenidos al “Club de los Mendigos”!!!!!!!