Andrea Tornielli señaló el 2 de julio en Vatican Insider que monseñor Carlo Alberto Capella, un ex diplomático vaticano, quien nunca tocó a un niño, fue condenado a cinco años de cárcel por cibercrímenes, mientras que los abusadores seriales homosexuales no pasaron una sola noche en la cárcel. Tornielli llama a esto una “paradoja”. El término correcto habría sido una “injusticia”.
Tornielli vincula esto con el caso del cardenal Theodore McCarrick, a quien Juan Pablo II promovió de [la diócesis] de Metuchen a la de Newark, y luego a la de Washington, creándolo cardenal, aunque había acusaciones de abuso homosexual contra McCarrick en el momento en que él era obispo de Metuchen, acusaciones que terminaron en acuerdos financieros con dos demandantes.
Pero entonces Tornielli podría haber preguntado también por qué Juan Pablo II creó cardenales como Casaroli, Bernardin, Danneels, Martini, Law, Silvestrini, Congar, Tettamanzi, Schönborn, Re, Kasper, Maradiaga, Hummes, Murphy-O’Connor, Lehmann …More