"Los trabajadores de la salud que arriesgan sacrificialmente su propia seguridad para salvar la vida de sus pacientes no deberían tener que temer acciones punitivas para tomar las mejores decisiones posibles en situaciones extremadamente difíciles", escribieron los obispos.

“Healthcare workers who sacrificially risk their own safety to save their patients’ lives should not have to fear punitive action for making the best possible decisions in extremely difficult situations,” the bishops wrote.