Jesucristo, su persona, su mensaje, sus pruebas.

Lèonce de Grandmaison, docto jesuíta francés, vivió entre los siglos XIX y XX, y murió en 1927 sin ver editada la obra de su vida: JESUCRISTO. Hubo de pasar varias y minuciosas censuras, porque se trataba de la obra católica, que se enfrentaba a los ataques racionalistas: la más cualificada respuesta católica, para defender la historicidad de Jesús de Nazareth, verdadero hombre y verdadero Dios.En su conjunto, esta obra aún no ha sido superada: erudición, viveza, valentía, precisión, caridad hacia el adversario, belleza literaria... Un libro que el padre Lagrange y todos los intelectuales y católicos inquietos de Francia esperaban con impaciencia, y sigue entusiasmando al mundo en sus múltiples versiones.No se trata de una biografía de Cristo, pero aporta los elementos necesarios para entender y construir esa Vida: fuentes literarias, ambiente histórico, mensaje y persona de Jesús, sus pruebas y su obra.