Tiempos de Purificación. También en la Iglesia Adán, el hombre, cae una y otra vez». Es preciso reconocer nuestros pecados, ponerlos ante el Señor, e invocar su misericordia. Es necesario pedir perdón …Más
Tiempos de Purificación.
También en la Iglesia Adán, el hombre, cae una y otra vez». Es preciso reconocer nuestros pecados, ponerlos ante el Señor, e invocar su misericordia. Es necesario pedir perdón y purificarnos. Así, cuando reconocemos la verdad de esto, estamos al mismo tiempo reconociendo que Él puede cambiarnos, renovarnos desde dentro, así como que Él no nos deja en la soledad o el desierto de nuestras faltas y pecados, y que permanece con nosotros en su Iglesia santa; en ella se manifiesta viviente, siempre con nosotros y ante nosotros, hasta el fin de los siglos
También en la Iglesia Adán, el hombre, cae una y otra vez». Es preciso reconocer nuestros pecados, ponerlos ante el Señor, e invocar su misericordia. Es necesario pedir perdón y purificarnos. Así, cuando reconocemos la verdad de esto, estamos al mismo tiempo reconociendo que Él puede cambiarnos, renovarnos desde dentro, así como que Él no nos deja en la soledad o el desierto de nuestras faltas y pecados, y que permanece con nosotros en su Iglesia santa; en ella se manifiesta viviente, siempre con nosotros y ante nosotros, hasta el fin de los siglos