Asís y Santa Clara: Milagro con el Santísimo. Cuenta así la leyenda: “se habían asentado allí, por orden imperial, filas de soldados y gran cantidad de arqueros sarracenos, apiñados como abejas, para …Más
Asís y Santa Clara: Milagro con el Santísimo.
Cuenta así la leyenda: “se habían asentado
allí, por orden imperial, filas de soldados
y gran cantidad de arqueros sarracenos,
apiñados como abejas, para devastar los campamentos
y para adueñarse de la ciudad. Ocurrió que
durante un asalto enemigo contra Asís, ciudad
estimada por el Señor, mientras ya el ejército se
acercaba a sus puertas, los feroces Sarracenos
irrumpieron en las cercanías de San Damián,
dentro de los límites del monasterio, hasta llegar
al claustro mismo de las vírgenes. Los corazones
de estas mujeres estaban sobrecogidos por el
terror, las voces se volvían temblorosas por el
miedo y llevaban sus llantos a la Madre (Santa
Clara)”. Este Milagro Eucarístico es citado en la
Leyenda de Santa Clara Virgen, escrita por
Tomás de Celano. Describe el Milagro obrado
por Santa Clara de Asís que con el Santísimo
Sacramento logró hacer retroceder las tropas
sarracenas, pagadas por el emperador Federico II
de Suabia.
“Ella, con corazón impávido,
comanda que la conduzcan, enferma como está
a la puerta y que la pongan al frente de los
enemigos. Precedida por la cajita de plata
cubierta de marfil en la que era custodiado con
suma devoción el Cuerpo del Santo de santos,
postrada en oración ante el Señor, en lágrimas
habló a su Cristo: "he aquí, mi Señor, que tú acaso
quieres entregar en las manos de los paganos a
tus siervas indefensas que yo he hecho crecer por
tu amor? Protege, te ruego, Señor, estas siervas
que yo ahora, sola, no puedo salvar". Inmediatamente
una voz como de niño resonó a sus
oídos desde el tabernáculo: "!yo te custodiaré
siempre!" "Mi Señor, añadió, protege también,
si así gustas, esta ciudad que por tu amor nos
sostiene". Y Cristo a ella: "tendrá que soportar
dificultades pero será defendida por mi protección".
Entonces la virgen, alzando el rostro
bañado en lágrimas conforta a las hermanas en
llantos: "!les doy garantía, hijas, que no sufrirán
algún mal; tengan sólo fe en Cristo!". Todos se
paralizaron. La audacia de estos fue cambiada por
el temor; y abandonando con rapidez los muros
que habían escalado, fueron dispersados por la
fuerza de aquella que rezaba. Inmediatamente,
Clara advirtió con severidad a aquellas que
habían escuchado la voz de la que anteriormente
se ha hablado, diciéndoles: "esténse bien atentas,
hijas queridísimas, de manifestar aquella voz a
alguien mientras yo viva"”.
www.therealpresence.org/…/Assis-spanish.p…
Cuenta así la leyenda: “se habían asentado
allí, por orden imperial, filas de soldados
y gran cantidad de arqueros sarracenos,
apiñados como abejas, para devastar los campamentos
y para adueñarse de la ciudad. Ocurrió que
durante un asalto enemigo contra Asís, ciudad
estimada por el Señor, mientras ya el ejército se
acercaba a sus puertas, los feroces Sarracenos
irrumpieron en las cercanías de San Damián,
dentro de los límites del monasterio, hasta llegar
al claustro mismo de las vírgenes. Los corazones
de estas mujeres estaban sobrecogidos por el
terror, las voces se volvían temblorosas por el
miedo y llevaban sus llantos a la Madre (Santa
Clara)”. Este Milagro Eucarístico es citado en la
Leyenda de Santa Clara Virgen, escrita por
Tomás de Celano. Describe el Milagro obrado
por Santa Clara de Asís que con el Santísimo
Sacramento logró hacer retroceder las tropas
sarracenas, pagadas por el emperador Federico II
de Suabia.
“Ella, con corazón impávido,
comanda que la conduzcan, enferma como está
a la puerta y que la pongan al frente de los
enemigos. Precedida por la cajita de plata
cubierta de marfil en la que era custodiado con
suma devoción el Cuerpo del Santo de santos,
postrada en oración ante el Señor, en lágrimas
habló a su Cristo: "he aquí, mi Señor, que tú acaso
quieres entregar en las manos de los paganos a
tus siervas indefensas que yo he hecho crecer por
tu amor? Protege, te ruego, Señor, estas siervas
que yo ahora, sola, no puedo salvar". Inmediatamente
una voz como de niño resonó a sus
oídos desde el tabernáculo: "!yo te custodiaré
siempre!" "Mi Señor, añadió, protege también,
si así gustas, esta ciudad que por tu amor nos
sostiene". Y Cristo a ella: "tendrá que soportar
dificultades pero será defendida por mi protección".
Entonces la virgen, alzando el rostro
bañado en lágrimas conforta a las hermanas en
llantos: "!les doy garantía, hijas, que no sufrirán
algún mal; tengan sólo fe en Cristo!". Todos se
paralizaron. La audacia de estos fue cambiada por
el temor; y abandonando con rapidez los muros
que habían escalado, fueron dispersados por la
fuerza de aquella que rezaba. Inmediatamente,
Clara advirtió con severidad a aquellas que
habían escuchado la voz de la que anteriormente
se ha hablado, diciéndoles: "esténse bien atentas,
hijas queridísimas, de manifestar aquella voz a
alguien mientras yo viva"”.
www.therealpresence.org/…/Assis-spanish.p…
"¡Oh pobreza bienaventurada que da riquezas eternas a quienes la aman y abrazan!"
"¡Oh pobreza santa, por la cual, a quienes la poseen y desean, Dios les promete el Reino de los Cielos y la vida bienaventurada!"
"¡Oh piadosa pobreza a la que se dignó abrazar con predilección el Señor Jesucristo, el que gobernaba y gobierna cielo y tierra y, lo que es más, lo dijo y todo fue hecho!"
"En la medida …Más
"¡Oh pobreza bienaventurada que da riquezas eternas a quienes la aman y abrazan!"
"¡Oh pobreza santa, por la cual, a quienes la poseen y desean, Dios les promete el Reino de los Cielos y la vida bienaventurada!"
"¡Oh piadosa pobreza a la que se dignó abrazar con predilección el Señor Jesucristo, el que gobernaba y gobierna cielo y tierra y, lo que es más, lo dijo y todo fue hecho!"
"En la medida en que se ama algo temporal, se pierde el fruto de la caridad."
"Ten cautela, hermana mía muy amada, en no dejarte abatir por la adversidad ni envanecer por la prosperidad."
"Él derramará sobre ti sus bendiciones y será tu defensor, tu consolador, tu redentor y tu recompensa en la eternidad."
"Es propio de la fe hacernos humildes en los sucesos felices e impasibles en los reveses." (Santa Clara de Asís)
"¡Oh pobreza santa, por la cual, a quienes la poseen y desean, Dios les promete el Reino de los Cielos y la vida bienaventurada!"
"¡Oh piadosa pobreza a la que se dignó abrazar con predilección el Señor Jesucristo, el que gobernaba y gobierna cielo y tierra y, lo que es más, lo dijo y todo fue hecho!"
"En la medida en que se ama algo temporal, se pierde el fruto de la caridad."
"Ten cautela, hermana mía muy amada, en no dejarte abatir por la adversidad ni envanecer por la prosperidad."
"Él derramará sobre ti sus bendiciones y será tu defensor, tu consolador, tu redentor y tu recompensa en la eternidad."
"Es propio de la fe hacernos humildes en los sucesos felices e impasibles en los reveses." (Santa Clara de Asís)
Festa del Voto - Saint Clare Saves Assisi
“By imperial order,
regiments of Saracen soldiers and bowmen
were stationed there (the convent of San
Damiano in Assisi, Italy), massed like bees,
ready to devastate the encampments and seize
the cities. Once, during an enemy attack
against Assisi, city beloved of the Lord, and
while the army was approaching the gates,
the fierce Saracens invaded San Damiano, …Más
Festa del Voto - Saint Clare Saves Assisi
“By imperial order,
regiments of Saracen soldiers and bowmen
were stationed there (the convent of San
Damiano in Assisi, Italy), massed like bees,
ready to devastate the encampments and seize
the cities. Once, during an enemy attack
against Assisi, city beloved of the Lord, and
while the army was approaching the gates,
the fierce Saracens invaded San Damiano,
entered the confines of the monastery and
even the very cloister of the virgins. The
women swooned in terror, their voices trembling
with fear as they cried to their Mother,
Saint Clare.
“Saint Clare, with a fearless heart,
commanded them to lead her, sick as she was,
to the enemy, preceded by a silver and ivory
case in which the Body of the Saint of saints was
kept with great devotion. And prostrating
herself before the Lord, she spoke tearfully to
her Christ: ‘Behold, my Lord, is it possible You
want to deliver into the hands of pagans Your
defenseless handmaids, whom I have taught out
of love for You? I pray You, Lord, protect these
Your handmaids whom I cannot now save by
myself.’ Suddenly a voice like that of a child
resounded in her ears from the tabernacle: ‘I
will always protect you!’ ‘My Lord,’ she added, ‘if
it is Your wish, protect also this city which is
sustained by Your love.’ Christ replied, ‘It will
have to undergo trials, but it will be defended by
My protection.’ Then the virgin, raising a face
bathed in tears, comforted the sisters: ‘I assure
you, daughters, that you will suffer no evil; only
have faith in Christ.’ Upon seeing the courage of
the sisters, the Saracens took flight and fled back
over the walls they had scaled, unnerved by the
strength of she who prayed. And Clare immediately
admonished those who heard the voice I spoke of
above, telling them severely: ‘Take care not to tell
anyone about that voice while I am still alive,
dearest daughters.’”
www.therealpresence.org/…/Assisi.pdf
“By imperial order,
regiments of Saracen soldiers and bowmen
were stationed there (the convent of San
Damiano in Assisi, Italy), massed like bees,
ready to devastate the encampments and seize
the cities. Once, during an enemy attack
against Assisi, city beloved of the Lord, and
while the army was approaching the gates,
the fierce Saracens invaded San Damiano,
entered the confines of the monastery and
even the very cloister of the virgins. The
women swooned in terror, their voices trembling
with fear as they cried to their Mother,
Saint Clare.
“Saint Clare, with a fearless heart,
commanded them to lead her, sick as she was,
to the enemy, preceded by a silver and ivory
case in which the Body of the Saint of saints was
kept with great devotion. And prostrating
herself before the Lord, she spoke tearfully to
her Christ: ‘Behold, my Lord, is it possible You
want to deliver into the hands of pagans Your
defenseless handmaids, whom I have taught out
of love for You? I pray You, Lord, protect these
Your handmaids whom I cannot now save by
myself.’ Suddenly a voice like that of a child
resounded in her ears from the tabernacle: ‘I
will always protect you!’ ‘My Lord,’ she added, ‘if
it is Your wish, protect also this city which is
sustained by Your love.’ Christ replied, ‘It will
have to undergo trials, but it will be defended by
My protection.’ Then the virgin, raising a face
bathed in tears, comforted the sisters: ‘I assure
you, daughters, that you will suffer no evil; only
have faith in Christ.’ Upon seeing the courage of
the sisters, the Saracens took flight and fled back
over the walls they had scaled, unnerved by the
strength of she who prayed. And Clare immediately
admonished those who heard the voice I spoke of
above, telling them severely: ‘Take care not to tell
anyone about that voice while I am still alive,
dearest daughters.’”
www.therealpresence.org/…/Assisi.pdf