“… Yo soy la Virgen de la Eucaristía, Madre del Olivo Bendito, Santísima Virgen del Oleo, …

GÉNESIS DE UNA VOCACIÓN ESPECIAL

Es la tarde del 20 de Mayo 1992. Débora, nacida en 1973, está caminando por la calle que lleva a la plaza del Mercado, cuando una misteriosa pero suavísima “voz” de hombre resuena en la profundidad del corazón llamándola: “!Hija!”. Tan grande es el susto que la joven, que con el corazón en la garganta, vuelve velozmente a casa con la cara pálida. Oculta a su familia lo ocurrido. La joven, de temperamento contrario a cualquier forma de expresión del mundo invisible, y sobre todo contraria a todo credo religioso, decididamente no quiere escuchar. La vida de Debora mientras tanto no tiene ningún cambio: va a la discoteca, continua asistiendo a las clases en la escuela, no renuncia a las diversiones, pero empieza a sentirse turbada en su conciencia por aquella voz.
Es el 10 Agosto: Débora, junto con sus amigos, va a la discoteca, cuando la “voz” misteriosa se hace sentir de nuevo con autoridad, pero con “Su” dulzura característica:

“Hija, camina en Mi Palabra y yo te conduciré poco a poco allí donde existe el justo Padre.”
La tarde programada se acaba, porque ella turbada pide que la acompañen a casa.
Pasan algunas semanas antes de conocer definitivamente la identidad de este misterioso “interlocutor”. Es el 13 de Septiembre (15.30 horas). Aquella misma suavísima “voz” le dice:

“Hija en nombre del Eterno Amor te dejo Mi Paz, te doy Mi Paz. Yo soy el Rey de la Revelación, Hijo del Dios Vivo”.
El 23 de Octubre Débora, acostada sobre el sofá, medita esa experiencia, cuando sorprendida por una luz que ilumina como la habitación como si fuera de día, levanta los ojos y ve tres globos luminosos, que girando y uniéndose forman un enorme “Huevo Solar” de casi dos metros de alto.
Una “joven Mujer” acompañada de cantos armoniosos se le aparece saliendo del sol. La bella “Señora” aparece con características orientales: piel color oliva, cabellos castaño oscuro y ondulados, ojos castaños-verdes, mejillas rosadas, hollitos sobre las mejillas apenas visibles, labios como dos pétalos de rosas rojas. La maravillosa “Señora” vestía un habito muy blanco y largo sin cinturón. La cabeza está coronada por doce estrellas brillantes cubierta de un velo tejido por hilos lucientes y luminosos. Sus pies desnudos están a menudo adornados con rosas rojas.
La bella “Señora” en Sus apariciones a Débora se manifiesta siempre envuelta en una luz muy blanca sostenida por nubes luminosas que irradian luz sobre las ramas del olivo sobre el que aparece.
Otra forma de manifestaciones celestiales es el diálogo interior en el que la Madre Santa junto con Su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, Rey de la Revelación, Amor místico y eucarístico no amado, le hablan, y las visiones que el Señor le concede.
Débora ve a la Madre de Dios en Su total corporeidad humana. Muchas veces, la “Señora” ha tendido Su mano o Su pie haciéndoselos besar. Ella entona cantos de ”aleluya”, cantos de alabanza a la Santísima Trinidad, sonríe, habla, goza, bendice y a menudo llora. La Virgen se presenta a Débora con más de un nombre. Al principio como Myriam, la Virgen de Nazaret, después como Madre del Olivo Bendito, Santísima Virgen del Oleo, Fuente del Oleo Santo de la Perenne Unción, Madre del Sacrificio Perpetuo, Madre de la Reparación universal, y entre todos el más importante: Virgen de la Eucaristía.
Jesús se le aparece como Rey de la Revelación, Místico Esposo, Amor no amado, Sagrado Corazón, Buen Pastor, Santo Compañero, Amor Eucarístico y como Divino Maestro, etc.


La “Pasión” de Jesús en Débora

La participación que el Señor Jesús pide a Su “instrumento de Amor” es revivir en su proprio cuerpo en comunión con Él, la Pasión dolorosa de la Cruz (espiritual y corporal) en reparación de los pecados que los hombres cometen cotidianamente, desgarrando nuevamente los Sagrados Corazones Inmaculados. Los tiempos de sufrimiento están establecidos: Toda la Cuaresma, la Semana Santa hasta la Ascensión, el tiempo veraniego (tiempo de abandono y olvido del hombre hacia Dios) casi cada Primer Viernes de mes y otros días del año establecidos por el Señor (pero puede suceder en cualquier tiempo por iniciativa del Cielo).

Prodigios

Muchísimos son los prodigios sucedidos no solo en Manduria, sino también en muchos otros lugares, donde Débora ha estado, incluso aunque ella no estuviera presente en aquel momento. Es imposible atribuirlos a sugestión colectiva, ya que hay grabaciones de video hechas por otras personas, profesionales y aficionados. Citamos algunos:
- Noviembre 1993: una nubecita de luz que daba vueltas en el Cielo es vista por todos los que estaban en oración, viendo en ella una figura de Mujer durante 20 minutos. También en otras ocasiones, muchos durante las apariciones han visto a la Virgen.
- 30 de Diciembre 1993. La imagen de la Virgen y un Crucifijo empiezan a llorar sangre después que habían llorado ya lágrimas humanas que fueron analizadas. La sangre de las imágenes ha sido recogida bajo la vigilancia de la policía y analizada en un laboratorio de análisis: era sangre humana del grupo AB, caliente, de origen no tratada, que se coagula al contacto con los agentes atmosféricos.
- Numerosas veces la Cruz, plantada en el lugar de las Apariciones (Celestial Verdor), ha sido vista elevarse al cielo: toda luminosa de color azul, emanaba fuego sin quemar.
- Muchísimas otras estatuas e imágenes en diferentes lugares han derramado verdaderas lagrimas de sangre o de óleo. El manto de la estatua de la Virgen emana aceite de oliva, extravirgen, algunas veces abundante.
- Han aparecido signos de sangre en las paredes y sobre los pañuelos.
- Son muchos también los signos en el cielo.
- Muchas veces se ha hecho visible la comunión que María Santísima ha llevado a Débora.


Pruebas y testimonios

La vidente, durante sus éxtasis y Pasiones ha sido muchas veces observada y estudiada por varios especialistas: cardiólogos, neurólogos cuyos informes afirman que la relación de Débora con sus visiones es de carácter no natural.
Ella ha sido repetidamente analizada, pinchada con agujas en los ojos y en varias partes del cuerpo: no ha tenido ninguna contracción, ni ha manifestado dolor, ni ha salido sangre. Se han puesto delante de sus pupilas durante las Apariciones, focos muy potentes. Sus pupilas no han sufrido ninguna contracción o molestia. Todo esto es absolutamente inexplicable sin la veracidad de las Apariciones.


Hechos milagrosos

Los milagros constituyen el testimonio en la tierra de la presencia real de Dios entre los hombres. De estos hay muchos, entre los mas importantes están: las verdaderas conversiones, desde el profundo ateísmo a la Iglesia Católica, verdadera luz para todos los hombres, esposa gloriosa de Jesucristo. Curaciones físicas, beneficios corporales y espirituales han sido obtenidos no solo durante las Apariciones sino también con el óleo bendito, con las medallas, con la tierra, con el rezo de la corona de las lagrimas y en encuentros de oración ofrecidos a la Virgen de la Eucaristía.

Misiones

En estas Apariciones se vuelve a proponer el valor de la Eucaristía, de la Confesión, del Rosario, del óleo bendito como sacramental, de las procesiones y de distintas penitencias; la importancia de la unidad de las Iglesias, oración y fidelidad al Papa (el “Mártir blanco”).
No despreciemos estos mensajes recordando lo que sor Lucia de Fátima reveló el 22 de mayo de 1958 al Padre A. Fuentes. Dice: “La tercera vez la Virgen me dijo que, agotados los otros medios despreciados por los hombres, nos ofrecería con temblor el último ancla de salvación: Ella misma (pensemos en sus numerosas apariciones, en sus lagrimas, en los mensajes de los videntes esparcidos por todo el mundo). Si no La escuchamos y seguimos con las ofensas, no seremos perdonados más.


OPERA D’AMORE GIOVENTU’ E RIPARAZIONE

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