AUXILIADORA DE LOS CRISTIANOS. Así como Eva recibió la naturaleza humana para ser "ayuda" de Adán, así María recibió la Gracia sirviendo de "ayuda", de AUXILIADORA a Cristo en su misión redentora. …Más
AUXILIADORA DE LOS CRISTIANOS.

Así como Eva recibió la naturaleza humana para ser "ayuda" de Adán, así María recibió la Gracia sirviendo de "ayuda", de AUXILIADORA a Cristo en su misión redentora.

María con su maternidad de una manera peculiar vuelve a ser AUXILIADORA de la Santísima Trinidad en la obra de la encarnación del Verbo.

María no es simplemente Madre, sino colaboradora,
AUXILIADORA y socia, partícipe en el reino , ya que participó en el sufrimiento por el género humano; la Santísima Virgen fue asociada como AUXILIO para la salvación del hombre.

La devoción a
MARÍA AUXILIADORA no es la simple veneración de un título; es la realidad amorosa y afectiva de una doctrina mariana peculiar que debiera vibrar en la conciencia de todos los buenos cristianos.

MARÍA AUXILIADORA es una devoción de actualidad pletórica de valores sociales . Es colaborar con la Madre en la gestación y desarrollo del Cuerpo Místico de Cristo, que es el sello más auténtico de la devoción a MARÍA AUXILIADORA DE LOS CRISTIANOS.

El título de "AUXILIO DE LOS CRISTIANOS" es la síntesis dinámica de todas las advocaciones. Muy bien podemos decir:
Virgen del Carmen, Auxiliadora de los Cristianos; Virgen de Fátima,
Auxiliadora de los Cristianos; Madre de Cristo, Auxiliadora de los Cristianos; Virgen de Guadalupe, Auxiliadora de los Cristianos; Inmaculada Auxiliadora o bien como Don Bosco solía llamarla, la Auxiliadora Inmaculada, etc.

La advocación de MARÍA AUXILIADORA acoge en sí y resume todas las demás. No por nada la Iglesia la puso hacia el final de las letanías, después de haber invocado a María con muchos otros apelativos, resumidos todos con el de
AUXILIADORA.

Después de haber declarado a María Salud de los enfermos, después de haberla invocado Alivio de las miserias de las almas, llamándola Refugio de los pecadores, después de haberla saludado con Consoladora de los afligidos, que llena de dulzura nuestros corazones, después de haberla implorado en las necesidades temporales, en las aflicciones del cuerpo, como quien quiere con una sola palabra expresar todas las prerrogativas, le dice: AUXILIO DE LOS CRISTIANOS.

El fruto de la devoción a María es Jesucristo. Si María es Inmaculada, lo es por Cristo; si María es milagrosamente virgen, lo es por Cristo; si María ha sido elevada al cielo, lo es por Cristo; si María es asociada a la redención, lo es por Cristo. Sin Cristo María no es nada y sería absurda una devoción a Ella.

Amar a MARÍA AUXILIADORA es amar a Cristo. Desconocer a MARÍA es ignorar a Cristo. Una devoción a MARÍA AUXILIADORA sin Cristo, sería fanatismo. Un Cristianismo no mariano, es un Cristianismo menguado, sería como un hijo sin Madre.

Por eso la salvación llega hasta nosotros por MARÍA AUXILIADORA, bajo un beso materno.


Propiedad de la Editorial Don Bosco, S.A. Tarjeta de Apostolado No. 24
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Decían los jóvenes del Oratorio: “Don Bosco debe de tener muy buenas relaciones con María Auxiliadora, pues Ella le concede muchos favores”.
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