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Efraín
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"Vicio: El Amor Mundano, Virtud: El Amor Divino", Visión de Santa Hildegarda de Bingen. El Liber Vitae Meritorum, "Libro de los méritos de la vida" (1158-1163) es una guía de cómo adquirir merecimientos …Más
"Vicio: El Amor Mundano, Virtud: El Amor Divino", Visión de Santa Hildegarda de Bingen.

El Liber Vitae Meritorum, "Libro de los méritos de la vida" (1158-1163) es una guía de cómo adquirir merecimientos, a fin de evitar o reducir, por medio de la penitencia en esta vida, cualquier posible castigo futuro.

Está dividido en seis partes. En las cuatro primeras un Hombre mira hacia cada uno de los cuatro puntos cardinales y en la quinta contempla la totalidad del orbe. Las cinco siguen el mismo esquema. En la sexta el Hombre remueve los confines de la tierra, en el sentido que se explica posteriormente. En estas cinco primeras partes, ve y describe un total de 35 imágenes, cada una representa un vicio que hace un parlamento en el que intenta justificar su actuación.

Santa Hildegarda de Bingen nos habla de su visión sobre: "EL Amor Mundano y El Amor Divino". Nos describe la visión de la imagen que representa el Amor Mundano, nos explica detalladamente su significado y su acción nefasta en el hombre. Describe la visión en la que el Amor Mundano da su concepción sobre el mundo, su preferencia de los placeres y su desprecio a Dios. La Virtud del Amor Divino responde a las palabras del Vicio del Amor Mundano, se le opone, le señala los errores que comete y su destino en el lago de la perdición. El Amor Divino da las alegrías de la verdadera vida, es el espejo de todas las virtudes.

Santa Hildegarda de Bingen nos dice de las penas de purificación de las almas que pecaron de Amor Mundano y la razón del castigo. También nos habla de las penas que producen la purificación en las almas que lo merecieron en vida gracias a la penitencia. Las almas que están en el recuerdo de la Santa Eternidad, se purifican, mientras que las que están en el olvido quedarán en el olvido. Nos dice de que manera los hombres haciendo penitencia pueden castigar ellos mismos el pecado de Amor Mundano, según la sentencia de los jueces y según la entidad del pecado. Se aprueba la penitencia indicada por el sacerdote.

El Amor Mundano ni teme a Dios ni le quiere. Termina con la explicación de dos versículos del libro del Eclesiástico (1,14-15) sobre el principio de la sabiduría: "Temer al Señor". El amor mundano no se basa en ese principio y por su ignorancia conduce al alma a las tinieblas.

Para leer el e-book, imprimir o descargar el archivo pdf, de la Visión de Santa Hildegarda de Bingen: "El Amor Mundano y El Amor Divino", dar click en el siguiente enlace de Texto en Gloria.tv: