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Carlos Omar
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EL ABORTO EL ASESINATO DE INOCENTES. El aborto: asesinato de inocentes «Jamás se puede legitimar el quitar la vida a un inocente» El aborto: asesinato de inocentes (Conferencia pronunciada en la Escuela …Más
EL ABORTO EL ASESINATO DE INOCENTES.

El aborto: asesinato de inocentes
«Jamás se puede legitimar el quitar la vida a un inocente»
El aborto: asesinato de inocentes
(Conferencia pronunciada en la Escuela de Magisterio de Son Serra. Palma de Mallorca)
El Papa Juan Pablo II, en sus palabras de la misa celebrada en el Paseo de la Castellana, de Madrid, ante más de un millón de personas,1 dijo: «Jamás se puede legitimar el quitar la vida a un inocente».
En efecto, condenar a muerte a un criminal profesional, que es un peligro para la sociedad, será una cosa discutible. Unos opinan que basta con la cadena perpetua. Otros opinan que de la cárcel se puede escapar y por lo tanto, la pena de muerte es el único modo de evitar que haya nuevas víctimas inocentes a quienes la autoridad civil tiene la obligación de proteger.
Hay razones en pro y en contra. Por eso es una cosa opinable. Pero condenar a muerte a un inocente, es una monstruosidad tal, que nadie puede considerarlo moral. Ni católico, ni no católico.
Pues eso es el aborto.
Por eso el Concilio Vaticano II lo llama «crimen abominable2. Y la Comisión Permanente de los Obispos Españoles dice, en el número 11 de su Declaración, «que la Ley que justifique el aborto es gravemente injusta»3.
Esta confirmación científica de que la persona humana se constituye en el momento de la concepción, es lo que ha hecho rectificar al Dr. Bernard Nathanson, que ha realizado personalmente cinco mil abortos y ha estado al frente de una clínica en Nueva York en la que durante su dirección se han practicado setenta mil abortos; aproximadamente 120 diarios. En una conferencia que ha pronunciado en Camberra (Australia), en febrero de 1981, dijo:
Y si quien desea la muerte de ese niño inocente es la propia madre, eso no lo hacen ni las fieras. Todas las fieras defienden a sus crías. Las madres que asesinan a sus propios hijos son peores que !as fieras. Es horrible el cuadro de Goya donde pinta a Saturno devorando a sus hijos.
Quizás esas madres asesinas no sean castigadas por las leyes de los hombres, pero lo serán por Dios. Porque las cosas malas no se convierten en buenas por leyes humanas. La calumnia seguirá siendo una injusticia aunque hubiera leyes humanas que la admitieran. Las cosas tienen un valor objetivo independientemente de lo que digan los hombres. Por mucho que repitieran algunos que los ríos corren del mar a la montaña, la verdad será siempre lo contrario. Por mucho que algunos quieran justificar el aborto, siempre seguirá siendo verdad que condenar a muerte a un inocente es una monstruosidad. Las leyes humanas podrán despenalizar el aborto, pero lo que jamás podrán hacer las leyes humanas es quitar el remordimiento a las mujeres que abortan.