Pablo J Vivas D: "Es importante recordar que el desesperarse como perder la esperanza y hacer que otros las pierdan creyendo o pensando que todo esta perdido, afirmando para ello que el demonio llevaría la ventaja contra el Señor, aun dentro de la misma Iglesia o en alguno de sus ministros y aun más PROMOVIENDO MENSAJES DONDE DAN POR "VENCEDOR" AL DEMONIO SOBRE LA IGLESIA Y LOS SANTOS CARDENALES, ES UN PECADO GRAVE CONTRA EL PRIMER MANDAMIENTO DEL CUAL SE RENDIRÁ CUENTA ANTE EL JUSTO TRIBUNAL DE CRISTO -->
Santo Catecismo canon No. 2091 "...El primer mandamiento se refiere también a los pecados contra la esperanza, que son la desesperación y la presunción: Por la desesperación, el hombre deja de esperar de Dios su salvación personal, el auxilio para llegar a ella o el perdón de sus pecados. Se opone a la Bondad de Dios, a su Justicia —porque el Señor es fiel a sus promesas— y a su misericordia....", es decir, NO CREER EN LA REAL EFECTIVIDAD DE LA PROMESA DEL SEÑOR CUANDO PROFETIZO ".
..NI AUN LAS FUERZAS DE INFIERNO PREVALECERÁN CONTRA LA IGLESIA ..." Por tanto mas ORACIÓN y menos DESESPERACIÓN, más CONFIANZA EN LAS PROMESAS DADAS POR DIOS y menos INCREDULIDAD, más CATÓLICOS AUTÉNTICOS y menos "CATÓLICOS" CISMÁTICOS, más CONSAGRACIÓN VERDADERA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA SANTÍSIMA y menos FALSA DEVOCIÓN A MARÍA ATACANDO CON ODIO Y FEROCIDAD AL SANTO VICARIO DE CRISTO EL PAPA FRANCISCO, en fin ES DIOS QUIEN TIENE EL CONTROL Y LA DECISIÓN FINAL, ADEMAS DE LLEVAR EL CURSO DE LA HISTORIA ... CONFIEMOS, OREMOS Y NO DESESPEREMOS !!! Paz y bien.-
Fuente:
www.facebook.com/groups/uncioncatolica1
La Iglesia es de Cristo –es su esposa– y todos los Sucesores de Pedro, tienen la tarea y el deber de custodiarla y de servirla, no como patrones sino como servidores. El Papa en este contexto no es el señor supremo sino más bien el supremo servidor – “Il servus servorum Dei”; el garante de la obediencia , de la conformidad de la Iglesia a la voluntad de Dios, al Evangelio de Cristo y al Tradición de la Iglesia poniendo de parte todo arbitrio personal, siendo también – por voluntad de Cristo mismo – “el Pastor y Doctor supremo de todos los fieles” (Can. 749) y gozando “de la potestad ordinaria que es suprema, plena, inmediata y universal de la iglesia” (Cf. Cann. 331-334).
Queridos hermanos y hermanas,
ahora todavía
tenemos un año para madurar con verdadero discernimiento espiritual, las ideas propuestas y encontrar soluciones concretas a las tantas dificultades e innumerables desafíos que las familias deben afrontar; para dar respuesta a tantos desánimos que circundan y sofocan a las familias, un año para trabajar sobre la “Relatio Synodi” que es el resumen fiel y claro de todo lo que fue dicho y discutido en esta aula y en los círculos menores.
¡El Señor nos acompañe y nos guíe en este recorrido para gloria de Su nombre con la intercesión de la Virgen María y de San José! ¡Y por favor no se olviden de rezar por mí!.
Maravilloso y Revelador Discurso Conclusivo al cierre del Sínodo de la Familia de El Papa Francisco