Gloria.TV Noticias del 20 de noviembre 2014

Cardenal plantea preguntas sobre Francis:
En su entrevista con cruxnow.com el Cardenal retirado de Chicago Francis George, admite que, debido al Sínodo de los Obispos Francis ha perdido credibilidad entre los católicos. Cito: “Se planteó la pregunta, ¿por qué él mismo no aclarar las cosas controversiales? ¿Por qué es necesario que los apologistas tengan que soportar esa carga de tratar de ponerse la mejor cara posible? ¿No se da cuenta de las consecuencias de algunas de sus declaraciones, o incluso algunas de sus acciones? ¿No se da cuenta de las repercusiones? Quizás no. No sé si él es consciente de todas las consecuencias de algunas de las cosas que ha dicho y hecho que plantean estas dudas en las mentes de la gente.”

Uso y abuso:
En la misma entrevista el cardenal George habla de una de las cosas que le gustaría preguntar a Francisco. Cito: “¿Te das cuenta lo que ha sucedido, sólo por esa misma frase ‘¿Quién soy yo para juzgar?’ ¿Cómo ha sido utilizada y mal usada ? Está (siendo) muy mal utilizada, porque él estaba hablando de alguien que ya había pedido clemencia y le habían dado la absolución a quien él conoce muy bien. Eso es completamente diferente de hablar de alguien que exige la aceptación en lugar de pedir perdón. Está (siendo) constantemente mal utilizada.”

La Gran incógnita:
En la misma entrevista el cardenal George revela que un número de obispos han proporcionado a Francis comentarios de reacciones (feedback) para ayudarlos a entender cómo sus declaraciones se han llevado a cabo hasta el final. Cito:“Si lo han logrado, no lo sé, ni cómo él mismo recibe esa noticia. Ese es la gran incógnita, ¿no es así? Me han dicho que a veces cuando iban al Papa Benedicto con noticias que no le gustaba escuchar, que no siempre oía muy bien.”

Qué estás haciendo aquí?
El Cardenal George también habló sobre su relación con los últimos tres papas: “Siempre sentí una simpatía natural con el cardenal Wojtyla, con Juan Pablo II ... una muy profunda comprensión, de mi parte. Él tenía esa capacidad de hacer eso con miles de personas. Con el cardenal Ratzinger, había una distancia, pero también un profundo respeto. No conozco a Francisco lo suficientemente bien. Desde luego, lo respeto como Papa, pero todavía no existe una comprensión de, '¿Qué estás haciendo aquí?'”