El Papa dice al nuevo obispo auxiliar de Asturias: «Está usted fresquito como una lechuga» Juan Antonio Menéndez, 56 años Actualizado 10 junio 2013 La Nueva España / ReL El sacerdote Juan Antonio …Más
El Papa dice al nuevo obispo auxiliar de Asturias: «Está usted fresquito como una lechuga»
Juan Antonio Menéndez, 56 años
Actualizado 10 junio 2013
La Nueva España / ReL
El sacerdote Juan Antonio Menéndez Fernández, de 56 años, recibió la ordenación episcopal el sábado 8 de junio a las doce del mediodía en la catedral de Oviedo. A partir de ese momento se convirtió en obispo auxiliar de Asturias, región donde siempre ejerció su ministerio sacerdotal.
Nacido en Villamarín de Salcedo (Grado) y ordenado sacerdote en 1981, fue cura en Cangas del Narcea, Teverga y Oviedo, pero también vicario general de la diócesis. En la actualidad es vicario episcopal para Asuntos Jurídicos y párroco de San Nicolás de Bari, Avilés. Allí fue destinado para dar continuidad a las tareas y al colegio que el veterano sacerdote Ángel Garralda puso en marcha hace décadas.
Le entrevistó J. Morán en La Nueva España.
-Hay una persona muy disgustada con su nombramiento.
-¿Ah sí?
-Ángel Garralda.
-No está disgustado, lo que pasa es que está preocupado por el futuro de la parroquia, porque la quiere como a su propia madre.
-Algunos se preguntan: ¿cómo el obispo Sanz Montes le destinó a preservar establemente el legado de Garralda cuando al cabo de un tiempo iba a solicitar que usted fuese su obispo auxiliar?
-No creo que en el momento del destino a Avilés el arzobispo hubiera configurado una terna para pedir obispo auxiliar. No creo que en ese momento hubiera pensado ni en mí ni en nadie. Fui a Avilés con la intención de quedarme allí todo lo que me restase de vida.
-Usted se había distanciado de cargos de gobierno diocesano y deja la vicaría general en 2011. ¿Por voluntad propia?
-Sí, fue por petición mía. Al llegar don Jesús como arzobispo yo estaba de párroco en San Antonio de Padua (Oviedo), y muy contento. Creo que los cargos de gobierno tienen su tiempo y yo llevaba diez como vicario general. Por eso le pedí a don Jesús dedicarme a la parroquia. Después él me nombró vicario para los asuntos jurídicos para ayudar con mi experiencia.
-También renunció, una vez elegido, a ser deán del cabildo de la Catedral, tras el fallecimiento de Ángel Pandavenes, en 2011.
-En aquel momento era vicario general, párroco y tenía obligaciones familiares con mi padre, ya mayor. Me parecía que no podía llevar a cabo la presidencia del cabildo con la dignidad que se merece y se lo comuniqué al arzobispo.
-Sobre su nombramiento, el nuncio Renzo Fratini ha declarado que «tanto Menéndez como Sangrador son buenos sacerdotes». El vicario general Jorge Fernández Sangrador sonó como posible obispo auxiliar. ¿Qué exégesis hace de esa frase?
-Mi compañero Jorge es un excelente sacerdote y nos une muchísima amistad. Creo que nuestra experiencia, ya de unos treinta y pico años como sacerdotes, puede ser buena para la diócesis, junto a la experiencia de don Jesús.
-¿Qué le dijo el Papa al saludarle hace unos días en el Vaticano?
-Como había sido nombrado tan recientemente, me dijo: «Está usted fresquito como una lechuga». También me dijo que confiara en Dios, que no tuviera miedo y que adelante.
-¿Pertenece usted a alguna «cordada» de obispos?
-¿A una qué?
-Cordada.
-¿Qué es eso?
-Obispos en torno a un obispo más relevante; la cordada de Rouco, la de los valencianos, la de los toledanos, la de Osoro tal vez...
-Como siempre he estado muy alejado de todas estas cosas, no tengo ninguna. En eso tengo libertad.
-Alguien empujaría su nombre.
-No tengo ni idea. Ni busqué ni pretendí nunca el nombramiento. Simplemente las circunstancias son las que son y lo acepto como un servicio a la Iglesia, y con mucho miedo y temblor por la responsabilidad que supone.
-Al hacer el doctorado, ¿le hicieron optar u optó usted por el Derecho Canónico?
-Cuando llegué a la vicaría general me venían muchos problemas de tipo canónico. En el Seminario no tuvimos esta asignatura porque estaba modificándose el Código de Derecho Canónico. Me di cuenta de que tenía que hacer algo en ese sentido y don Carlos Osoro me autorizó a estudiarlo.
-Hace unas décadas los sacerdotes se inclinaban a especializarse en Pastoral, Liturgia, Biblia, materias más propias de un pastor...
-El Derecho Canónico fue denostado en otros tiempos, pero ahora se ve que es muy necesario, incluso en su parte de sanciones y procesos. Por no haber usado en su día el Derecho Penal de la Iglesia hemos sufrido mucho por los asuntos de abusospor parte del clero. El Derecho Canónico no es una ley opresora, sino que es necesario para mantener la comunión y la justicia y defender la verdad. Las normas facilitan la vida en común. Si no, se erigen las personas en legisladores y al final atan verdaderos fardos a la gente.
-Como canonista, ¿qué opina de que un juez haya anulado la modificación de estatutos de la cofradía de la Balesquida? Unos estatutos por los que pasaba de asociación civil a canónica.
Continúa...
Fuente de vídeo:
www.rtpa.es/sociedad:Juan-Antonio-Menendez-Fernandez,-nuevo-obispo-auxiliar-de-Oviedo-_111370692774.html
Juan Antonio Menéndez, 56 años
Actualizado 10 junio 2013
La Nueva España / ReL
El sacerdote Juan Antonio Menéndez Fernández, de 56 años, recibió la ordenación episcopal el sábado 8 de junio a las doce del mediodía en la catedral de Oviedo. A partir de ese momento se convirtió en obispo auxiliar de Asturias, región donde siempre ejerció su ministerio sacerdotal.
Nacido en Villamarín de Salcedo (Grado) y ordenado sacerdote en 1981, fue cura en Cangas del Narcea, Teverga y Oviedo, pero también vicario general de la diócesis. En la actualidad es vicario episcopal para Asuntos Jurídicos y párroco de San Nicolás de Bari, Avilés. Allí fue destinado para dar continuidad a las tareas y al colegio que el veterano sacerdote Ángel Garralda puso en marcha hace décadas.
Le entrevistó J. Morán en La Nueva España.
-Hay una persona muy disgustada con su nombramiento.
-¿Ah sí?
-Ángel Garralda.
-No está disgustado, lo que pasa es que está preocupado por el futuro de la parroquia, porque la quiere como a su propia madre.
-Algunos se preguntan: ¿cómo el obispo Sanz Montes le destinó a preservar establemente el legado de Garralda cuando al cabo de un tiempo iba a solicitar que usted fuese su obispo auxiliar?
-No creo que en el momento del destino a Avilés el arzobispo hubiera configurado una terna para pedir obispo auxiliar. No creo que en ese momento hubiera pensado ni en mí ni en nadie. Fui a Avilés con la intención de quedarme allí todo lo que me restase de vida.
-Usted se había distanciado de cargos de gobierno diocesano y deja la vicaría general en 2011. ¿Por voluntad propia?
-Sí, fue por petición mía. Al llegar don Jesús como arzobispo yo estaba de párroco en San Antonio de Padua (Oviedo), y muy contento. Creo que los cargos de gobierno tienen su tiempo y yo llevaba diez como vicario general. Por eso le pedí a don Jesús dedicarme a la parroquia. Después él me nombró vicario para los asuntos jurídicos para ayudar con mi experiencia.
-También renunció, una vez elegido, a ser deán del cabildo de la Catedral, tras el fallecimiento de Ángel Pandavenes, en 2011.
-En aquel momento era vicario general, párroco y tenía obligaciones familiares con mi padre, ya mayor. Me parecía que no podía llevar a cabo la presidencia del cabildo con la dignidad que se merece y se lo comuniqué al arzobispo.
-Sobre su nombramiento, el nuncio Renzo Fratini ha declarado que «tanto Menéndez como Sangrador son buenos sacerdotes». El vicario general Jorge Fernández Sangrador sonó como posible obispo auxiliar. ¿Qué exégesis hace de esa frase?
-Mi compañero Jorge es un excelente sacerdote y nos une muchísima amistad. Creo que nuestra experiencia, ya de unos treinta y pico años como sacerdotes, puede ser buena para la diócesis, junto a la experiencia de don Jesús.
-¿Qué le dijo el Papa al saludarle hace unos días en el Vaticano?
-Como había sido nombrado tan recientemente, me dijo: «Está usted fresquito como una lechuga». También me dijo que confiara en Dios, que no tuviera miedo y que adelante.
-¿Pertenece usted a alguna «cordada» de obispos?
-¿A una qué?
-Cordada.
-¿Qué es eso?
-Obispos en torno a un obispo más relevante; la cordada de Rouco, la de los valencianos, la de los toledanos, la de Osoro tal vez...
-Como siempre he estado muy alejado de todas estas cosas, no tengo ninguna. En eso tengo libertad.
-Alguien empujaría su nombre.
-No tengo ni idea. Ni busqué ni pretendí nunca el nombramiento. Simplemente las circunstancias son las que son y lo acepto como un servicio a la Iglesia, y con mucho miedo y temblor por la responsabilidad que supone.
-Al hacer el doctorado, ¿le hicieron optar u optó usted por el Derecho Canónico?
-Cuando llegué a la vicaría general me venían muchos problemas de tipo canónico. En el Seminario no tuvimos esta asignatura porque estaba modificándose el Código de Derecho Canónico. Me di cuenta de que tenía que hacer algo en ese sentido y don Carlos Osoro me autorizó a estudiarlo.
-Hace unas décadas los sacerdotes se inclinaban a especializarse en Pastoral, Liturgia, Biblia, materias más propias de un pastor...
-El Derecho Canónico fue denostado en otros tiempos, pero ahora se ve que es muy necesario, incluso en su parte de sanciones y procesos. Por no haber usado en su día el Derecho Penal de la Iglesia hemos sufrido mucho por los asuntos de abusospor parte del clero. El Derecho Canónico no es una ley opresora, sino que es necesario para mantener la comunión y la justicia y defender la verdad. Las normas facilitan la vida en común. Si no, se erigen las personas en legisladores y al final atan verdaderos fardos a la gente.
-Como canonista, ¿qué opina de que un juez haya anulado la modificación de estatutos de la cofradía de la Balesquida? Unos estatutos por los que pasaba de asociación civil a canónica.
Continúa...
Fuente de vídeo:
www.rtpa.es/sociedad:Juan-Antonio-Menendez-Fernandez,-nuevo-obispo-auxiliar-de-Oviedo-_111370692774.html
