Carta Abierta al Card. O'Malley: "Por favor Su Eminencia, Corrija la Herejía "
2015-09-14
por Michael Hichborn
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Su Eminencia,
Como usted sin duda sabe, la Iglesia se encuentra actualmente en medio de una grave crisis de fe, particularmente con respecto a la familia cristiana. A medida que nos acercamos al próximo Sínodo sobre la Familia, que tendrá lugar el próximo mes, los fieles han sido objeto de confusión escandalosa a manos de los obispos alemanes. El cardenal Marx, quien está amenazando cisma si la Iglesia no aprueba la distribución de la Sagrada Comunión a los católicos divorciados y vueltos a casar, y el obispo de Bode, un obispo alemán, quien abiertamente sugiere que la Iglesia "bendiga" las uniones civiles de homosexuales, son sólo dos ejemplos de los escándalos que agreden a los fieles. Aunque ciertamente entiendo que usted no tiene control sobre lo que los obispos católicos de Alemania hacen o profesan, le pedimos que se permita corregir la herejía predicado por uno de sus propios sacerdotes.
El viernes, 11 de septiembre Mons. Paul V. Garrity publicó un editorial en el piloto de Boston ... el periódico oficial de la Arquidiócesis de Boston ... con el titular, "Sínodo necesita sus oraciones." En su artículo, Mons. Garrity ataca directamente la indisolubilidad del matrimonio. Él dijo:
Es absurdo afirmar que las parejas divorciadas que han encontrado el amor y la fidelidad con nuevos cónyuges siguen siendo reconocidos por la Iglesia como estar casado con sus ex cónyuges tras el paso de muchos años. Es igualmente insostenible (y una falta de respeto) para tratar de convencer a estas parejas felizmente casadas que, de hecho, sus relaciones son pecaminosas. Por otra parte, la prohibición actual de la Iglesia en cuanto a la recepción de la Sagrada Comunión por parte de parejas divorciadas y vueltas a casar parece estar en contradicción con la enseñanza constante del Evangelio acerca del amor, el perdón y la misericordia.
En éste apartado, Mons. Garrity niega heréticamente tres enseñanzas de la Iglesia Católica y luego heréticamente afirma que hay una división entre la orientación amorosa de la Santa Madre Iglesia de los pecadores y los Evangelios.
Como ustedes saben, el Catecismo de la Iglesia Católica, el párrafo 2089, define la herejía como "la negación post-bautismal obstinada de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o que es lo mismo la duda pertinaz sobre la misma." Teniendo en cuenta esta definición, es claro que Mons. Garrity está proclamando la herejía en las siguientes circunstancias:
Mons. Garrity dijo: "Es absurdo afirmar que las parejas divorciadas ... todavía son reconocidas por la Iglesia como si estuvieran casadas con su ex cónyuge tras el paso de muchos años." Esta afirmación está en contradicción completa con el párrafo 1614 del Catecismo, que establece expresamente "La unión matrimonial del hombre y la mujer es indisoluble: Dios mismo ha determinado que" lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre '". Ante esto, el divorcio no puede realmente disolver un matrimonio obligado por Dios mismo. Además, cuando los novios toman sus votos de boda, prometen ante Dios para ser fieles a sus cónyuges "hasta la muerte", por lo que la advertencia proporcionada por Mons. Garrity de "el paso de muchos años" del mismo modo no puede disolver un matrimonio.
A la luz de la definición de herejía proporcionada por la Santa Madre Iglesia, la única conclusión puede ser que Mons. Garrity predicó un principio herético en su publicación.
Mons. Garrity dijo que "es igualmente insostenible (y una falta de respeto) tratar de convencer a estas parejas felizmente casadas que, de hecho, sus relaciones son pecaminosas." Nuestro Señor dijo, según Marcos, "El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio "(Marcos 10: 11-12). A fin de que Mons. Garrity mantenga esta posición, debe blasfemar también al afirmar que lo que fue dicho por Nuestro Señor era "insostenible e irrespetuoso."
Mons Garrity dijo, "la prohibición actual de la Iglesia en cuanto a la recepción de la Sagrada Comunión por parte de parejas divorciadas y vueltas a casar parece estar en contradicción con la enseñanza constante del Evangelio acerca del amor, el perdón y la misericordia." En esta declaración son dos graves errores.
Mons. Garrity niega implícitamente el sacrilegio cometido por aquellos que reciben la Santa Comunión en estado de pecado mortal. St. Paul enseña muy claramente, "De manera que cualquiera que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente tendrá que responder por el cuerpo y la sangre del Señor. Una persona debe examinarse a sí mismo, y coma así el pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación. "El Catecismo de la Iglesia Católica, el párrafo 2120 dice:" El sacrilegio consiste en profanar o tratar indignamente los sacramentos y otras acciones litúrgicas, así como las personas, las cosas y los lugares consagrados a Dios. El sacrilegio es un pecado grave sobre todo cuando es cometido contra la Eucaristía. "Lo que Mons. Garrity dice en este artículo es muy escandalosa, ya que es probable que envalentonar divorciado y vuelto a casar a los católicos a cometer sacrilegio contra la Eucaristía, que ocasionen a sus almas en peligro extremo.
En este comunicado, Mons. Garrity ataca la santidad de la Iglesia. El Catecismo de la Iglesia Católica en el párrafo 824, "Unidos a Cristo, la Iglesia es santificada por él; a través de él y con él se convierte en santificante. "Todas las actividades de la Iglesia se dirigen, como hacia su fin, a la santificación de los hombres en Cristo y la glorificación de Dios. ' Es en la Iglesia que "la plenitud de los medios de salvación 'se ha depositado. Es en ella que "por la gracia de Dios que adquirimos la santidad." En contraste con la enseñanza de que "La Iglesia. . . se lleva a cabo, como un asunto de fe, para ser indefectiblemente santa. "(párrafo 823), Mons. Garrity sugiere que el trabajo de la Iglesia para ayudar a los pobres pecadores evitar el sacrilegio es de alguna manera sin afecto natural, implacables, sin misericordia y. Pero lo que es peor, Mons. Garrity implica que la Santa Madre Iglesia está reñida pecaminosas consigo misma a través de una inconsistencia percibida en Sus enseñanzas y en sus disciplinas.
Su Eminencia, esta no es la primera vez que Mons. Garrity ha predicado abiertamente opiniones en oposición directa a la enseñanza católica. En 2013, Mons. blasfemamente comparación "familias" homosexuales con la Sagrada Familia en su boletín parroquial. El escribió:
"Es muy fácil olvidar que María habría sido una madre soltera si no fuera por José. También es fácil olvidar que José no era el padre biológico de Jesús, pero se convirtió en su padre adoptivo y protector, junto con su nueva novia María. Y las circunstancias que rodearon el nacimiento de Jesús nos debe llenar con un profundo respeto y empatía por los pobres y solteras madres de nuestro día. En conjunto, la primera familia del cristianismo nos recuerda que no hay tal cosa como normal. Cada familia es diferente y esto significa que tenemos que ampliar nuestra comprensión de la vida familiar más allá de series de televisión y aplaudir las virtudes de la familia que vive allí donde nos encontramos ellos: dos familias monoparentales, familias monoparentales, familias mixtas, familias con dos mamás o dos papás y las familias adoptivas Lo más importante es que continuamente nos aferramos a la familia como el instrumento que Dios ha elegido para comunicar el amor incondicional de Dios a los miembros más jóvenes y vulnerables de nuestra sociedad."
Señor cardenal, incontables almas están gravemente en peligro por la herejía absoluta que está siendo predicada por Mons. Garrity.! En este momento actual, donde hay tanta confusión y ansiedad por auténticos e inmutables enseñanzas de la Iglesia con respecto a la familia, le rogamos ... para la salvación del alma de Mons. Garrity, y las almas de los extraviados por él ... eliminar dicho artículo de su publicación y públicamente corregir el error proclamado por su sacerdote.
Por favor, sepa que estamos orando por ustedes y por Mons. Garrity.
Sinceramente suyo en Cristo,
Michael Hichborn
Presidente del Instituto Lepanto
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