No todo está perdido, aún pueden arrepentirse y clamar Mi Misericordia, pues Ésta nunca se cerrará para Mis hijos, pero a la vez, no sería un Rey Justo si no le diera a cada cual lo que ha cosechado. POR ELLO, MI JUSTICIA ES INMINENTE, ATRAÍDA POR LOS MALOS ACTOS Y OBRAS DEL SER HUMANO. Ya están viviendo Mi Justicia y no se convierten, no toman consciencia del alcance e importancia de Mi Llamado y de los constantes Llamados de Mi Madre.
Yo les doté del libre albedrío para que pudieran decidir entre el bien o el mal, para que diferenciaran el mal del bien, pero haciendo caso omiso a los Llamados de Mi Casa, se han convertido en “los pobres hijos de Eva” y en tibios. Los tibios serán vomitados por Mi Boca por su indecisión, por permanecer a instantes a Mi Lado y a instantes ejecutando el mal.