Católicos colombianos realizan manifestación del Rosario para protestar por el cierre del gobierno de la capilla del aeropuerto
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'El discurso religioso del estado laico, por ser religioso pero contrario a la fe y al reino de Cristo, busca desmantelar todo rastro de la presencia de Dios. Esa es la razón por la que estamos aquí.
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Una gran multitud de católicos colombianos rezó el Rosario en el Aeropuerto Internacional El Dorado en Bogotá la semana pasada en protesta por la decisión del gobierno de eliminar la antigua capilla católica del aeropuerto a favor de un espacio de culto "neutral".

Según la Agencia Católica de Noticias, el gran grupo se reunió en el área junto a la capilla del aeropuerto ahora cerrada el 3 de septiembre para rezar el Rosario y suplicar al gobierno que reabriera el espacio sagrado cerrado por la fuerza.

La manifestación estuvo encabezada por Samuel Ángel, presidente del Instituto de Investigaciones Sociales de la Solidaridad, quien pronunció un apasionado discurso previo al rezo del Rosario.

“Vivimos en una época en que las calamidades abruman y afligen a la humanidad, y Colombia no es la excepción”, explicó Ángel a sus compañeros católicos en el mitin.

“Esta acumulación de males ha invadido la tierra porque la mayoría de los hombres se han distanciado de Jesucristo y de su santísima ley”, continuó.

“El discurso religioso del estado laico, por ser religioso pero contrario a la fe y al reino de Cristo, busca desmantelar todo rastro de la presencia de Dios. Esa es la razón por la que estamos aquí”.

En sus palabras finales, Ángel exclamó: “¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Fátima! ¡Recuperemos el oratorio católico!”.

Como informó LifeSiteNews, el Aeropuerto Internacional El Dorado confirmó el mes pasado que la capilla católica del aeropuerto efectivamente ha sido desmantelada a instancias de la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía y se está convirtiendo en “un espacio de culto y reflexión neutral” donde “todos las religiones serán bienvenidas”.

La decisión de eliminar la presencia del catolicismo en el aeropuerto ha sido fuente de controversia y una intensa reacción desde que se dio a conocer el plan por primera vez en abril.

El obispo Juan Vicente Córdoba de Fontibón, el suburbio de Bogotá donde se encuentra el aeropuerto, escribió una carta el 11 de abril informando al clero bajo su competencia que la oficina de asuntos legales del gobierno había dejado una "notificación por escrito" de que iban a "entregar el local” en el aeropuerto a solicitud de la “junta directiva”.

Dos días después, Córdoba se enteró de que la solicitud efectivamente “había sido hecha por la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía Mayor de Bogotá” e invocó las “normas del Ministerio del Interior en materia de igualdad de cultos en Colombia”.

En la carta de Córdoba, relata que sus abogados intentaron utilizar “toda clase de argumentos” sin éxito, ya que el “acuerdo” final resultó en que él tuviera que “quitar todos los signos, símbolos, íconos y elementos litúrgicos para que podría arreglar las premisas de una manera neutral para todas las religiones.”

Colombia, como muchos países sudamericanos, alguna vez fue considerado un bastión católico, y la nación profesaba a la Iglesia Católica como la iglesia oficial del estado hasta 1991.

Desde la salida de Colombia del catolicismo a nivel estatal, los revolucionarios de izquierda han buscado usurpar el papel de la iglesia en la vida política y social, dando "grandes pasos" especialmente en el último año.

En febrero, el tribunal superior de Colombia legalizó el aborto durante las primeras 24 semanas de embarazo, revirtiendo el historial de larga data de la nación como país pro-vida.

En mayo, Colombia también legalizó la eutanasia para pacientes no terminales.

El actual régimen en el poder en Colombia, llamado Partido Colombia Humana, está dirigido por el izquierdista declarado Gustavo Petro, quien asumió el poder este año.

Lejos de ser católico como la mayoría de sus compatriotas, se rumorea que Petro participa en prácticas ocultas, incluida la adoración del ídolo pagano "Pachamama".

Cuando Petro tenía 17 años, se unió a un grupo guerrillero llamado Movimiento 19 de Abril, que era una organización paramilitar formada durante una época de agitación política precedida por elecciones fraudulentas en la nación.

El Movimiento 19 de Abril robó una de las espadas de Simón Bolívar de un museo en 1974 para simbolizar los objetivos revolucionarios de la organización. Si bien hay evidencia de que Bolívar finalmente cambió de opinión con respecto a sus creencias religiosas, es conocido como uno de los revolucionarios anticatólicos más destacados de América Latina en el siglo XIX.