HUMILDE REPRESENTANTE DE CRISTO.

Para el papa Benedicto XVI

De una Carmelita Descalza

Humilde representante de Cristo

Padre, Pastor, Vicario de Cristo,

Teólogo, Escritor, Apóstol del tercer

Milenio, Sembrador de Paz y amor,

Profeta de esperanza, Héroe de la

Humildad, Contemplativo y orante

Santo Padre.

Gracias por tu presencia de “humilde trabajador de la viña del Señor” entre nosotros.

Cuando aquel día luminoso de abril,

Como la Virgen María expresaste, tu fiat, “He aquí la esclava del Señor hágase en mi según tu Palabra” (Lc 2, ) y presentaste el proyecto de tu Pontificado. Hacer la voluntad de Dios.

Gracias por tu palabra iluminadora en cada una de tus Cartas Encíclicas, Exhortaciones Apostólicas, tus libros y todo lo que constituyó tu ministerio Petrino.

Gracias por cada uno de tus viajes apostólicos, donde se te iba la vida gota a gota. Sembrando en nuestros corazones el amor, la fe y el amor.

Gracias, mil gracias por el Año de la Fe, que nos hace adentrarnos contigo en el misterio y amor de Dios, que es más grande que todas las realidades tristes que estamos viviendo.

Gracias por el testimonio de humildad, que nos dejas al retirarte a una nueva manera de servir a Dios y a su Iglesia.

Gracias por agregarte al “grupo que con pasión busca al Señor y vive en su presencia”(cf Sal 23, 6). -Las contemplativas y los contemplativos-.

Gracias, por decidir “servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”. Como nosotros. Como yo.

Gracias por retirarte a la soledad y al silencio. Para vivir con Cristo escondido en Dios, “invisible para el mundo” pero inmerso en el corazón del mundo y de la Iglesia, donde nuestra Madre la Iglesia nos asigna, un lugar, una misión. Orar sin interrupción, elevar nuestras humildes plegarias por todos y cada uno de nuestros hermanos.

¡¡Bendito seas para siempre!!