🌹Almas del purgatorio: Catalina muerta en 1680 /Vivía provocando divisiones entre la gente🌹

🌹EUGENIA VON DER LEYEN🌹

🌹Experiencias con las almas del purgatorio🌹

31 de Octubre. Una noche tremenda: ella vino dos veces y permaneció bastante. Se apoyaba en la pared y me miraba como retándome, tenía una aspecto espantoso. No reaccionaba a nada, sin embargo cuando rezaba se ponía tranquila. Su boca esta horriblemente hinchada y roja; su pelo negro y alborotado.

1 de Noviembre. He tenido que luchar media noche con ella, intentaba acercárseme; por supuesto que para ella no hay impedimentos. La amenacé de no rezar más por ella si continuaba atormentándome y desapareció.

2 de Noviembre. Fue la peor de las noches que he pasado. La figura está hecha una furia; no sabía como defenderme, me escapé de la habitación. Pero debo soportarlo yo sola, no quiero despertar a nadie. Me persiguió hasta la sala, pero me devolví. Traté de rezar, pero muy mal porque estaba tan angustiada por el miedo. Su continuo deseo de acercarse a mí me angustia, no la soporto. Hay algo demasiado horrendo en ella que no soy capaz de describir, ni con la mejor voluntad. Estuvo conmigo desde las once hasta las cinco de la mañana. Tenía mucho miedo.

3 de Noviembre. No vino sino hasta las cinco de la mañana, por eso pude pasar la noche un poco más tranquila. Inmediatamente me puse a rezar con ella, sin mirarla; de un momento a otro puso su cabeza junto a la mía y escuché un murmullo sin poder entender. Le dije: "Si quieres que rece por ti mantente alejada, no puedo soportar tu cercanía". Comenzó a gritar y desapareció. Ahora me siento muy mal porque ciertamente no estuvo para nada bien.

4 de Noviembre. Estoy muy contenta; ella ha vuelto y me ha perdonado. Intentó mover sus horribles labios para hablar, pero no le entendí nada. Le dije: "Si de veras puedo ayudarte dame una señal y ven a despertarme a las cinco de la tarde, después haré todo lo que pueda por ti". Luego dormí muy bien. A las cinco en punto escuché un grito, ella me estaba esperando. He estado tan feliz por esto. Estoy nuevamente dispuesta a soportarlo todo. "Los Once" estaban de nuevo cerca a la montaña, no siento miedo de ellos. El caballero se puede ver casi siempre en la Iglesia.

5 de noviembre. Una noche muy difícil. Estaba toda gigantesca y muy inquieta. Le he hecho muchas preguntas pero no me ha respondido nada. Súbitamente se me lanzó y me murmuró algo al oído que no pude entender. Cuando le pregunté algo comenzó a llorar de una manera tal que me partió el corazón: le prometí muchas cosas y se fue.

6 de noviembre. Vino a mi habitación mientras sonaban las campanas para Vísperas. Se acercó al frasco de agua bendita y allí esperó. La rocié y se fue, pero regresó por la noche. Ahora está mucho más clara y ya no siento tanto miedo. He notado que renunciando a mi voluntad puedo ayudarla. Este día se ha portado más amable, ahora está más atenta a todo. Hasta ahora he evitado escribir todas estas cosas: pero como me lo han mandado, así lo hago. Por eso tengo que decir algo más. Cuando trabajo, e incluso cuando estoy con personas, me sucede algo que no se explicar. Es un sentimiento de inmensa felicidad, un irse a otro lugar, un sentir la cercanía de Dios; algo inexplicable. A veces este sentimiento me sorprende cuando ni siquiera pienso en Dios. Siento estas cosas desde hace mucho, pero quizás sea bueno decirlo ahora, ya que podría haber alguien que sienta lo mismo. Las cosas extraordinarias siempre me parecieron antipáticas; ahora tengo que cooperar con esto. Qué es lo que sucede en mí?, ruego incesantemente para que se me diga lo que está mal. Incluso mi vida de oración ahora es diferente, no sé si para bien o para mal. Estoy como sumergida en el infinito; soy incapaz de formular oraciones. Siento el abismo de mi miseria ante Dios.

7 de Noviembre. La desconocida se me acercó y me susurró algo al oído pero desafortunadamente no pude entender nada. Ahora puedo ver su vestido: sus trajes de jinete son de finales del siglo XVI. He perdido aquella tremenda angustia. No sé cómo es que puedo darme cuenta de cuándo un espíritu se me acerca. Incluso, al despertar en la oscuridad y sin escuchar el más mínimo ruido, sé con certeza que ya no estoy sola. Hasta ahora no me he equivocado.

8 de Noviembre. Se quedó toda la noche conmigo, absolutamente tranquila. Inventé una oración que ciertamente iba muy bien con ella. Sus ojos se han vuelto más simpáticos. No me atrevo aún a retomar el sueño en su presencia.

10 de Noviembre. Nuevamente me ha susurrado algo al oído, tal vez: "Sin paz", pero no estoy segura. Le pregunté pero sacudió la cabeza con gran tristeza.

11 de Noviembre. El caballero asistió a toda la Misa dominical. Es ya el segundo domingo, ¿Tendrá algo que ver con la reliquia de la S. Cruz?. Ella vino durante el día.

12 de Noviembre. Finalmente pudo hablar. Se llama Catalina. Permaneció en silencio; luego no dejaba de repetir: "¡Sin paz! sin paz!", corriendo por todo el cuarto. No decía más nada. Espero poder escucharle algo más. Vi de nuevo a "Los Once".

13 de Noviembre. Catalina estuvo conmigo largo rato. Comencé distintas oraciones para ver cuál de ellas le agradaba. Pero continuaba sacudiendo la cabeza, hasta que empecé la oración que le había agradado la vez pasada. Se arrodilló junto a mí, despertándome una sensación bien particular, porque fue la primera vez que un alma hace eso. Entonces le pregunté: "¿Viviste en este castillo?". Ella: "Sí". Yo: "¿Estás sepultada aquí?". Ella: "¡No!". A las demás preguntas se mantuvo en silencio.

14 de Noviembre. He experimentado algo del todo particular. Estaba muy cansada y tuve la mala intención de no ir a la Iglesia. He aquí que soñé con una pobre mujer que no dejaba de mendigar y yo no le daba nada. Me desperté asustada y me encontré a Catalina junto a mi cama con las manos extendidas, como mendigando una limosna. Yo le dije: "Gracias por haberme despertado: ¿Cómo has podido conocer mis pensamientos?". Ella: "Yo estoy atada a ti". Yo: "¿Y de qué forma?". No respondió. Ella: "¿Harás sacrificios aún?". Yo: "Sí, ¿Qué más debo hacer por ti?". Ella: "¡Dame la paz!". Yo: "¿Y cómo puedo hacerlo?". Ella: "¡Con el amor!". Pobrecilla, ahora sólo quiero ocuparme de ella. Desgraciadamente aún pienso tanto en mi comodidad: Podría ofrecer tantos sacrificios, si no fuese por los demás. Si pudiese vivir sólo para mi espíritu sería más fácil, pero debo estar con la gente; mis fuerzas físicas a menudo no resisten. Es un gran alivio para mí escribir todo esto, pues aún no estoy tan avanzada como para poder prescindir del consuelo humano y, sobretodo, tengo la inequívoca sensación de que alguien vela por mí. Siempre quise callar sobre esto tan particular que me sucede; pero si se quiere pintar un cuadro perfectamente, no se puede omitir ningún color. Y ahora lo hago por obediencia. Al escribir se filtran algunos pensamientos de autocomplacencia. Será por eso que otras personas no ven esto que me sucede?. Quizás así es mejor!. Quiero esforzarme por alejar esas ideas, debo reflexionar más sobre esta vocación mía tan peculiar, así encontraré el contrapeso necesario.

15 de noviembre. Ella estuvo aquí bastante tiempo sin hablar. Si no tuviese la boca así de horrible no me impresionaría tanto. Espero que se vuelva un poco más comunicativa. He visto a "Los Once" y al caballero. Vi por segunda vez en el jardín al viejo Henrique, tiene un aspecto que da miedo. Cómo hacer para ayudar a tantos!? En el día, mientras estaba con algunas personas, se me apareció Catalina que me hizo una señal con la mano de seguirla, pero no pude hacerlo. El hecho de haber visto tantas cosas me alegró, porque durante la S. Misa le había rogado al buen Dios mandarme mucho en este día, si este servicio le era agradable. Hoy se ven tranquilas. ¡Este fue el mejor regalo para el día de mi onomástico!

Vivía provocando divisiones entre la gente

16 de Noviembre. Catalina vino a la una de la madrugada. Recé bastante con ella y luego le pregunté: "¿Puedes decirme qué tienes en la boca?". Ella: "¿Ves esto?". Yo: "Sí, pero dime, ¿Por qué sufres de semejante manera en tu boca?". Ella: "¡Yo siempre provoqué divisiones entre la gente!". Entonces empezó a llorar desesperadamente. Yo: "¡Me causas tanta pena!, ¿Debes sufrir mucho todavía?". Ella: "¡Tengo!". Yo: "¿Te ayudo cuando vienes a mí?". Ella: "¡Sí!". Yo: "¿Y cómo?". Ella: "¡Paz!". Yo: "¡Explícate mejor!". Ella: "¡Tú me das paz!". Yo: "¿Pero cómo puedo hacerlo?". Al instante se me acercó y me susurró algo al oído, que no pude entender, y desapareció. Extraño, cómo se pasa de rápido el tiempo con las pobres almas!, cuando ella llegó el reloj marcaba la una, y se fue a las 4:30. Creí que sólo había estado aquí poco más de media hora. Estaba bien vestida y tenía una cadena de oro; si pudiese describirla: no es tan vieja, quizás 40 años. Espero que venga de nuevo, ahora que se ve más simpática.

17 de Noviembre. Ahora viene a verme en otras habitaciones. Se me ha presentado nueve veces.

19 de Noviembre. Dos días continuos de paz. Estoy más desahogada.

20 de Noviembre. Catalina se estuvo casi toda la noche aquí conmigo, siempre tranquila; permanece así sólo en esta habiración. Henrique también vino, tiene un aspecto horrendo, lo reconozco muy bien. No tiene paz, y suspira con mucha angustia. Le pregunté a Catalina: "¿Ves a la pobre alma que está aquí contigo?". Ella: "No". Yo: "¿Y por qué no?". Ella: “Porque estoy unida sólo a ti". Y añadió otras cosas más que no entendí. Yo: "¿Vendrás a verme con frecuencia?". Ella: "Si puedo". Yo: "¿Quién te lo permite?". Ella: "¡La Misericordia!". Luego desapareció. Después de la comida vi al caballero en la Iglesia. Me acerqué a él para preguntarle algo, pero no se mueve, sigue rezando. He tocado su armadura, es dura. No es viejo, tiene cabello largo y rubio.

21 de Noviembre. Henrique estuvo aquí bastante tiempo y me mira como irritado. Empieza a lamentarse. La oración lo pone más inquieto, diría que casi furioso. Catalina vino por la mañana, me alegré mucho de no estar más a solas con Henrique. Ella comenzó la oración por sí sola, tan agradable, me conmovió tanto que tuve que llorar. Me siento tan arrepentida de seguir pensando en mí misma. Henrique permanecía allí de pie. La diferencia entre los dos es tan grande, como el día y la noche, como la ira y la dulzura. Catalina está totalmente cambiada. Le pregunté: "¿Ahora estás mejor?". Ella: "¡Veo la luz!". Yo: "¿Entonces puedo dedicarme por completo a las otras almas?". Ella: "¡No me abandones todavía!". Luego desaparecieron los dos. Si pudiese recuperarme para ayudarles más! Sí, podría ayunar más aún, pero entonces no podría satisfacer a los demás; ya no tengo tanta fuerza para ocultar durante el día aquello que sufro por la noche.

Catalina muerta en1680

22 de Noviembre. Tuve muchos deseos de borrar lo que escribí ayer, pero no lo hago pues sé qué poca caridad tengo y cuán pusilánime soy. Cómo he podido pensar que Dios no me dará fuerzas?. Estuvieron nuevamente ambos aquí. Henrique siente repugnancia a la oración, lo demuestra en la cara. He notado un cambio en la boca de Catalina, a veces sonríe. Le pregunté: "¿Cuándo moriste?". Ella: "Hornung 1680". Yo: "¿Dónde estás sepultada?". Ella: "En Kempten*". *Kempten es la capital de Alligiiu, conocida sobretodo por la Basílica de San Lorenzo y el castillo principesco, construido por el famoso arquitecto de la época barroca, Michael Beer de Voralberg. Yo: "¿Por qué tu alma está aquí?". Ella: "¡Aquí provoqué discordia!". Yo: "¿Conoces quizás a Bárbara?". Ella: "Sí". Yo: "¡Por favor, cuéntame un poco más!", pero desapareció. Henrique debe poder verla, porque mientras ella hablaba se le acercó.

24 de Noviembre. Ambos se estuvieron bastante tiempo aquí, pero nada que ver con ellos. Me pongo contenta cuando me acompaña Catalina, estando Henrique, porque entonces la situación se me hace menos terrible.

25 de Noviembre. Sólo estuvo Henrique. Estaba tan violento que pensé que iba a terminar por caer en el baño. Le dije: "¿Tienes algo qué decirme?". Se enfureció y se fue. Volvió y comenzó a suspirar terriblemente. Fue algo realmente difícil de soportar.

26 de Noviembre. Nuevamente los dos. Le dije a Catalina: "Pensé que tu patrona, de quien llevas el nombre, te había liberado, ¿Por qué no viniste ayer?". Ella respondio: "¡Catalina de Siena!", y lo dijo tan rápido que casi me echo a reir.

27 de Noviembre. Me encontraba enferma y no podía dormir; esperaba a mis amigos. No vinieron, como siempre que tengo dolores. Qué discreción tan extraordinaria.

28 de Noviembre. De nuevo los dolores y sin ánimos!.

29 de Noviembre. Vino sólo. Orar y hacerle preguntas lo irrita.

30 de Noviembre. Catalina ya me esperaba en la habitación cuando me dirigía a dormir. Recité Vísperas con ella. Le dije: "¿Por qué has estado tanto tiempo sin venir?". Ella: "¡Yo estaba cerca de tí!". Yo: "¿Por qué no te he visto?". Ella: "Me has dado mucho, mira aquí", y me señaló su boca, de la que había desaparecido todo aquel horror. ¡No puedo describir cuánto gozo sentí!. Yo: "¡Ahora no tienes que sufrir tanto!". Ella: "¡No!". Yo: "Dime, ¿Cuándo te ayudo más?". Ella: "¡Cuando no pecas!". Yo: "¡Desgraciadamente todavía no soy capaz!". Me susurró algo al oído que no pude entender!, tal vez una palabra como: "unión" o "buena intención". Luego desapareció. Vivir sin pecado alguno. ¡Oh si lo consiguiese!. A veces me enojo mucho dentro de mí. Soy también mentirosa porque no muestro a los demás lo que realmente siento dentro de mí.

Eugenia von der Leyen - Mis conversaciones con las almas del purgatorio
Josefa Menendez
FÜR SPANISCHSPRÄCHLER