DESCUBIR LAS TENTACIONES Y LUCHAR CONTRA ELLAS

La razón enfocada a las señales que tenemos es la que nos permite descubrir cuáles de las cosas que nos suceden son tentaciones, para combatirlas y no arruinarnos, y cuales son cosas de Dios.

Este es un proceso que se hace en silencio y oración, tratando de ver más allá de las coloridas proposiciones del mundo, y reflexionando sobre las consecuencias de los actos que nos están proponiendo.
Ahora es el momento de luchar contras las tentaciones, durante nuestras vidas. Ahora es el momento de ponernos la armadura de Dios y tomar la espada.
Porque en cada cosa que decidamos estamos eligiendo un bando en esta guerra, “el que no está conmigo, está contra mí”.

Aquí están 9 estrategias para luchar en esta guerra y vencer a la tentación:

Evita y/o huye de ella. A veces, la discreción es la mejor parte del valor.

La mujer lo agarró de la ropa diciendo: “Vamos, acuéstate conmigo”. Pero él, dejándole su ropa en la mano, salió afuera corriendo. Gen 39:12

Presenta tus pensamientos a Dios. Él sabe mejor que nosotros lo que es bueno.

“Por lo demás, hermanos, fíjense en todo lo que encuentren de verdadero, noble, justo, limpio; en todo lo que es fraternal y hermoso; en todos los valores morales que merecen alabanza”. Fil 4:8

Supera el egoísmo. El verdadero amor no conoce el egoísmo. Porque, si amas a Jesús tu no te perteneces a ti mismo.

“Y vosotros sois de Cristo y Cristo es de Dios”. 1 Cor 3:23

Espera y apróntate para la tentación. Tenemos que estar preparados para la batalla espiritual.

“Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas”. Efe 6:13

Recuérdate a ti mismo las consecuencias del pecado.

“Es fácil reconocer lo que proviene de la carne: libertad sexual, impurezas y desvergüenzas; culto de los ídolos y magia; odios, ira y violencias; celos, furores, ambiciones, divisiones, sectarismo y envidias; borracheras, orgías y cosas semejantes. Les he dicho, y se lo repito: los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios”. Gal 5:19-21

Memoriza la Palabra de Dios, llena tu mente con las cosas de Dios, para que estés disponible en todo momento; esto es muy sabio.

Él respondió: “Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”. Luc 11:28

Cultiva el sentido de la presencia de Dios, pero no sólo escuchar sino también obedecer.

Mejor acércate tú para oír todo lo que diga Yavé, nuestro Dios, y luego tú nos las dices para que las pongamos en práctica”. Deut 5:27

La confesión frecuente nos sana y comenzamos de nuevo espiritualmente saludables.

“Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que sean sanados. La súplica del justo tiene mucho poder con tal de que sea perseverante”. Sant 5:16

La rendición de cuentas nos ayuda a evitar el pecado. Cuando somos responsables ante el hombre y Dios, nos ayuda a superar la tentación.

“Yavé preguntó a Caín: “¿Dónde está tu hermano?” Respondió: “No lo sé. ¿Soy acaso el guardián de mi hermano?”. Entonces Yavé le dijo: “¿Qué has hecho? Clama la sangre de tu hermano y su grito me llega desde la tierra”. Gen 4:9-10