Irapuato
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el 24 de febrero SANTORAL

-Invención de la cabeza de San Juan Bautista, Jerusalén, s. IV. Hijo del sacerdote Zacarías y de Isabel (o Elizabeth) (Lucas 1:5), nació hacia el año 7 adC. El cristianismo le considera el precursor de Jesús. Poco después (antes de la muerte de Jesús hacia el 30), fue encarcelado y decapitado por orden de Herodes Antipas. Este dato es mencionado tanto por Flavio Josefo (Ant., XVIII, v, 2) como por los Evangelios de Marcos 6:16-29 y Mateo 14:3-12.
La Iglesia católica celebra su fiesta principal el 24 de junio (seis meses antes de Navidad, ya que el evangelio cuenta que su madre Santa Isabel estaba de seis meses cuando el ángel anunció a su prima María que sería madre del Mesías). El 29 de agosto es la conmemoración de San Juan degollado.

-Santa Adela de Blois o Normandía, Reina, viuda. 1063 †1137. Nacida en el año 1063, siendo la sexta de las hijas de Guillermo el Conquistador y de Matilde de Flandes. Fue la hermana favorita del rey Enrique I, siendo conocida como una mujer muy educada -sabía hablar latín- y de alto espíritu. Se casó en el año 1080 con Esteban III, conde de Blois, Chartres, Châteaudun, Sancerre y de Meaux, del cual tuvo 10 hijos. Esteban III era un hombre muy saludable, aguerrido y muy poco religioso; fue a petición de Adela, que él decide partir a la Primera Cruzada, acompañando a su cuñado Roberto de Normandía, hermano de Adela. Fue regente de Blois durante la larga ausencia de su marido (1096-1098), hasta su regreso en desgracia por haber partido de batalla, y habiendo hecho voto de volver a Jerusalén, tras la toma de ésta, partiendo en 1100. Adela vuelve a quedar como regente (1101). No volvería a verlo nunca más. Muerto Esteban III, caído en la batalla de Ramleh, el 19 de mayo de 1102, y siendo sus hijos aun menores de edad, continúa como regente de los condados de Blois, Chartres, Châteaudun, Sancerre y de Meaux, hasta que su hijo Teobaldo sea mayor y pueda gobernar por su cuenta. En 1111 su hijo Esteban parte a Inglaterra a la corte de su tío Enrique I. En 1120, una vez seguros los condados en las manos de su hijo, se retira a la localidad de Marcigny-sur-Loire, en Marseille, donde murió el 3 de marzo de 1137, a los 74 años de edad. Tuvo un papel en asuntos políticos y fue generosa con las abadías e iglesias benedictinas.

-San Eteberto, rey de Kent, que fue convertido a la fe por San Agustín. Apóstol de los ingleses († 616) Etelberto, rey de Kent, se casó con una princesa cristiana llamada Berta, que era hija única de Chariberto, rey de París. Etelberto concedió a su esposa plena libertad para participar de su religión, y Berta llevó a Inglaterra a Liudardo, un obispo francés. La tradición habla de la piedad y las amables virtudes de Berta, que indudablemente impresionaron mucho a su marido; sin embargo, el rey no se convirtió hasta la llegada de San Agustín y sus compañeros. Los misioneros enviados por San Gregorio el Grande, desenbarcaron en Thanet, desde donde se comunicaron con el rey, anunciándole su llegada y las razones de su viaje. El rey les rogó que permanecieran en la isla y pocos días más tarde, fue personalmente a escucharlos. Luego de este encuentro, San Etelberto les concedió permiso para predicar en todo el pueblo, convertir a cuantos pudieran y les entregó la iglesia de San Martín para que pudiesen celebrar la Misa y otras liturgias. Las conversiones empezaron a multiplicarse, y pronto el rey y su corte fueron bautizados en Pentecostés del año 597. El rey además les dio permiso para reconstruir las antiguas iglesias y construir otras nuevas. Después de cincuenta y seis años de reinado, falleció en el año 616, y fue sepultado en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, donde descansaban los restos de la reina Santa Berta y San Liudardo.

-San Marco de Morconi, ermitaño († 1510) Etimológicamente significa "nacido en marzo, consagrado al dios Marte". Viene de la lengua latina. El creyente no se compara con los demás, ni con su capacidad. ¿Por qué agotarte lamentando tus imposibilidades? ¿Has olvidado a Dios? Vuélvete a él. Pase lo que pase, atrévete a comenzar otra vez. Este joven, nacido en Mántua en 1480, sintió pronto la vocación de ermitaño, como la vocación mejor para lograr lo que sentía en su corazón: la santidad. En realidad, aunque todavía tenía 15 años, ya se ponía a ocultas el hábito de ermitaño, hacía mucha oración y se entregaba a duras penitencias. No fue raro, por tanto, que muriera a los 30 años tal día como hoy del año 1510. De su vida se conoce muy poco. Ahora bien, tras su muerte se escribieron páginas y páginas por todo cuanto hizo en bien de sus pueblo. En primer lugar, su tumba se convirtió en lugar de muchas peregrinaciones. Máxime, cuando después de varios años, descubrieron que su cuerpo estaba intacto. Su culto se propagó rápidamente por todos sitios. Las gracias y los favores que hacía cuando se pedía algo por su intercesión, eran lluvias suaves que iban calando en la gente. En tercer lugar, al final del siglo XVIII, Napoleón suprimió los conventos y destruyó la iglesia. Fue de una parte para otra hasta que, por fin, ya lo dejaron en la catedral. El propio san Pío X confirmó su culto en 1909 y estableció que su fiesta fuera el 24 de febrero.

-San Matías, apóstol, (Febrero 24 o 25). San Matías es el apóstol póstumo de Jesús, que se incorpora al grupo después de la Ascensión del Señor. De varios apóstoles apenas sabemos más que el nombre. De Matías sólo sabemos su nombre y su elección. Es el único apóstol no elegido por Jesús. San Matías el sustituto, podíamos decir. Después de la Ascensión de Jesús a los cielos, los apóstoles, dóciles a su mandato, descendieron del monte Olivete y se encerraron en el cenáculo. Jesús les había dicho que no se alejaran de Jerusalén y que esperaran allí la venida del Espíritu Santo. Con los apóstoles esperaban también algunas mujeres, y María la madre de Jesús. Estaban encerrados. Orar era la única actividad. Orar y esperar. No tenían fuerzas para más, hasta que les llegara el aliento de lo alto. Sólo una iniciativa se tomó. Jesús había elegido doce apóstoles y les había dicho que, a su regreso glorioso, los doce se sentarían sobre doce tronos para regir las doce tribus de Israel. Y ahora faltaba un hombre para un trono. Judas Iscariote había apostatado. Había que buscarle un sustituto. Nada más dicen los Hechos de Matías. Matías fue fiel a la elección. Algunos escritores antiguos nos lo presentan predicando en Jerusalén, en Judea, en las orillas del Nilo y en Etiopía, hasta sellar sus palabras con su sangre.

-San Modesto, Obispo († 486) Su apelativo bien pronunciado indica al poseedor de una virtud altamente costosa de conseguir y dice mucho con relación a la templanza que ayuda al perfecto dominio de sí. Buen servicio hizo esta virtud al santo que la llevó en su nombre. El pastor de Tréveris trabaja y se desvive por los fieles de Jesucristo, allá por el siglo V. Lo presentan los escritos narradores de su vida adornado con todas las virtudes que debe llevar consigo un obispo. Al leer el relato, uno va comprobando que, con modalidades diversas, el hombre continúa siendo el mismo a lo largo de la historia. No cambia en su esencia, no son distintos sus vicios y ni siquiera se puede decir que no sea un indigente de los mismos remedios ayer que hoy. Precisamente en el orden de la sobrenatural, las necesidades corren parejas por el mismo sendero, las virtudes a adquirir son siempre las mismas y los medios disponibles son idénticos. Fueron inventados hace mucho tiempo y el hombre ha cambiado poco y siempre por fuera. Modesto es un buen obispo que se encuentra con un pueblo invadido y su población asolada por los reyes francos Merboco y Quildeberto. A su gente le pasa lo que suele suceder como consecuencia del desastre de las guerras. Murió -y la gente decía que era un santo el que se iba- el 24 de febrero del año 486. El relato reafirma juntamente la pequeñez del hombre -el de ayer y el de hoy- y su grandeza.

-Santos Montano, Lucio, Juliano, Victórico, Flaviano y otros, discípulos de San Cipriano, Cartago († 259) Si los campeones de la censura fueran a leer alguna vez los relatos expurgados de los mártires primitivos, gastarían sus lápices azules hasta los nudillos. Mientras que las referencias al sexo están tan veladas como para ser casi irreconocible (una santa que en su juventud vivió con un hombre con el que no se casó se dice que tuvo una "propensión al vicio", y su relación fue referida como "los más grandes desórdenes"), la tortura es otra historia. Las películas modernas de terror lo tienen difícil para competir con las martirologias primitivas. San Montano fue un mártir primitivo. Junto con varios otros, fue ejecutado por su fe durante la persecución de Valeriano en el siglo tercero. El relato de sus pruebas y ejecución está extensamente detallado. Realmente, no lo tuvieron demasiado mal. Sólo fueron apresados, arrastrados con cadenas por las calles, privados de alimento y agua, humillados públicamente y decapitados. Pero no es ése el final de la historia. Real como es el mal, el bien es aún más real. Las historias de mártires primitivos como San Montano son relatos del triunfo de la fe y la resistencia del espíritu humano, incluso de cara al más grande mal.

-San Moisés, profeta del Antiguo Testamento. Moisés y Abraham son los dos personajes más famosos del Antiguo Testamento. Los dos más grandes amigos de Dios en la antigüedad. Moisés fue libertador del pueblo de Israel. La historia de Moisés se encuentra en el segundo libro de la S. Biblia, el Libro del Exodo, uno de los libros más hermosos y emocionantes de toda la literatura universal. Ningún buen cristiano debería quedarse sin leer el Exodo no sólo una vez sino muchas veces. Su lectura le hará un gran provecho a su alma. Cuenta el libro del Exodo que empezó a gobernar a Egipto un faraón que no quería a los israelitas y dio una ley mandando que todo niño varón que naciera había que matarlo. Y un día nació un bellísimo niño de la tribu de Leví. Sus padres lo escondieron para que no lo fueran a matar los soldados del faraón, pero como el niño lloraba y podían oírlo desde la calle, dispuso entonces la madre echarlo entre un canasto, que ella había forrado con brea por fuera, y dejarlo flotando sobre las aguas del río Nilo. Y sucedió que fue la hija del faraón a bañarse al río Nilo y al ver el canasto sobre el agua mandó un nadador a que lo sacara. Y allí encontró el hermoso niño que lloraba. Se compadeció de él y en ese momento llegó la hermanita del niño, que estaba escondido entre los matorrales de la orilla observando, y le propuso que ella lo podía conseguir una señora para que criara al niño. La hija del rey aceptó y fue llamada la mamá a quien la princesa le pagó para que criara al pequeñín, al cual le puso por nombre Moisés, que significa: salvado de las aguas.

-San Pretextato, obispo y mártir, Rouen († 586) Un testigo de los hechos, Gregorio de Tours, y en el siglo pasado Agustín Thierry, cuentan la bárbara, crudelísima historia de los reyes merovingios, que abunda en episodios atroces de gran guiñol. Chilperico y su esposa Fredegunda son dos salvajes protagonistas de esa especie de novela de intriga y horror en la que también interviene Pretextato, obispo de Ruán. Lo que sabemos de él no le califica como hombre avisado e inteligente (Thierry alude a su "candidez" y dice que era "poco cauto"), o, para decirlo en términos más crudos nos parece algo tonto. La listeza nunca ha sido condición indispensable para la santidad, y no deja de tranquilizarnos que haya habido santos más bien obtusos. Algún tiempo después, en el 577, Pretextato fue acusado de traición al monarca, y en París compareció ante un concilio en el que se defendió con tanta sinceridad como de una forma poco hábil; con todo no había pruebas concluyentes contra él, y además le defendía el enérgico Gregorio de Tours. El rey tuvo que idear otra artimaña. En el 584 Chilperico murió asesinado y el obispo volvió con todos los honores a Ruán, en cuya catedral le apuñaló un sicario por orden de la vengativa Fredegunda, mientras rezaba un día ante el altar. Aún pudo Pretextato acercarse al altar y tomar la Sagrada Forma... mientras con firme entereza anunciaba a la reina las penas que le esperaban. Expiró el año 586.

-San Sergio, mártir, Cesarea de Capadocia († 304) Los varios Martirologios enumeran muchos santos con este nombre. San Sergio, cuya fiesta se celebra hoy, fue un mártir de Cesarea de Capadocia, casi ignorado por las fuentes hagiográficas griegas y bizantinas. Tuvo una cierta popularidad, gracias a una Passio latina que así nos describe su martirio: Durante las celebraciones anuales en honor de Júpiter, en la época del emperador Diocleciano, el gobernador de Armenia y Capadocia, Sapricio, cuando estaba en Cesarea, ordenó que fueran convocados ante el templo pagano todos los cristianos de la ciudad a rendir culto a Júpiter. Entre la multitud compareció también Sergio, un anciano magistrado, que desde hacia tiempos había abandonado la toga para llevar vida eremítica. Su presencia produjo el efecto sorprendente de apagar los fuegos preparados para los sacrificios. Inmediatamente se atribuyó la causa del extraño fenómeno a los cristianos que con su rechazo habían irritado al dios. Sergio se adelantó y explicó que la razón de la impotencia de los dioses paganos había que buscarla muy arriba, en la omnipotencia del verdadero y único Dios, que adoraban los cristianos. Sergio fue arrestado y llevado ante el gobernador, que con un juicio sumario lo condenó inmediatamente a la decapitación. Pronto ejecutaron la sentencia: era el 24 de febrero. Los cristianos recogieron el cuerpo del mártir y lo enterraron en la casa de una piadosa mujer. De ahí fueron llevadas las reliquias a España, a la ciudad de Ubeda, en Andalucía.

-Santos Vartano y compañeros, mártires († 155) Etimológicamente significa "falso amigo". Viene de la lengua alemana. Los hagiógrafos armenios narran que en aquellos tiempos, el emperador romano envió a su primo Vartan a Sanadrouk, rey de Armenia. Había asuntos importantes que necesitaban una solución urgente. Le acompañaban en esta misión delicada cuatro altos funcionarios del imperio. Su sorpresa fue mayúscula cuando encontraron en la misma corte real al apóstol san Judas que intentaba convertir al propio Sanadrouk. Todos sus esfuerzos resultaban vanos. Sin embargo ellos cuatro se bautizaron y abrazaron la fe en Cristo. El rey armenio, en lugar de reaccionar de forma elegante, mandó que dieran muerte a san Judas. Se encontraron con tres georgianos que iban a darle un homenaje a la reina de Armenia, su prima. Vartano los convirtió y los bautizó con gran gozo para su alma. Estos jóvenes se unieron a los romanos para vivir como ellos. Vivieron felices hasta que el hijo de Sanadrouk los mató por no haber hecho la visita a la reina. También dieron muerte a los chicos romanos por haber hecho proselitismo. Murieron en febrero del año 155.

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Beata Josefa Naval Girbés, carmelita secular, España († 1893) Josefa Naval Girbés, vio la luz en Algemesí, en el centro de la Ribera del Júcar, a 32 Km. de Valencia, España, el 11 de diciembre de 1820. Fue la primera de cinco hijos que tuvieron sus padres Francisco Naval y Josefa María Girbés. Bautizada en la iglesia parroquial de San Jaime (o Santiago) Apóstol, de Algemesí, el mismo día de su nacimiento. Se le impuso el nombre de María Josefa, aunque siempre la conocieron y la conocen en nuestros días, con el nombre de Josefa, Pepa, o Señora Pepa. El 10 de noviembre de 1828 recibe la Confirmación y después hace la Primera Comunión. Faltaban las escuelas públicas para la primaria y pudo asistir por algún tiempo a la escuela de La Enseñanza, patrocinada por el Cabildo Catedral. Desde la adolescencia se consagró al Señor con voto perpetuo de castidad. Recorrió el camino de la oración y de la perfección evangélica en una vida de sencillez y de ardiente caridad. En su compromiso de vida, se dedicó con generosidad a las obras de apostolado en el ambiente de la comunidad parroquial. En el Decreto para su canonización dice: ...la Sierva de Dios tuvo a su parroquia como Madre en la fe y en la gracia y, en cuanto tal, la amó y la sirvió con humildad y espíritu de sacrificio.

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Beata María Ascensión del Corazón de Jesús (Florentina Nicol Goñi) cofundadora, España († 1940) Nació en Tafalla (Navarra, España), el 14 de marzo de 1868, última hija del matrimonio de Juan Nicol y Águeda Goñi. Su padre era comerciante de calzado y aperos de labranza. Fue bautizada y se le impuso el nombre de Florentina, por la memoria de la santa que se celebra en esa fecha. Recibió la educación propia de las niñas de su estrato social, y luego fue a Huesca, al centro que las religiosas Dominicas de la Tercera Orden tenían y que se conocía como el Beaterio de Santa María Magdalena y Santa Rosa. Allí descubrió su vocación religiosa. Cuando tenía 17 años, el 22 de octubre de 1885, fue admitida en la comunidad de religiosas de Santa Rosa de Huesca. Tuvo un noviciado feliz, se sentía llena de fervor y desbordante generosidad; todo le parecía poco para lo que ella anhelaba entregar a Dios; además, lo hacía con alegría y espontaneidad. Profesó al año siguiente y recibió el nombre de Ascensión del Sagrado Corazón. El 22 de enero recibió el viático y la extrema unción, en medio de sufrimientos muy agudos, que sobrellevó con virtud; murió con fama de santidad el 24 de febrero en la ciudad de Pamplona.

-Beato Tomás María Fusco, (1831 †1891). Fundador, Italia. Nació el día primero de diciembre del año de 1831, en Pagani (Salerno, Italia) fundó la Congregación de las Hijas de la Grande y Preciosa Sangre, finalmente, descanso en paz en los brazos del Señor el día veinticuatro de febrero del año de mil ochocientos noventa y uno en Pagani (Salerno, Italia) a la edad de cincuenta y nueve años, su proceso de beatificación fue iniciado el treinta y uno de julio del año de mil novecientos ochenta y uno, la Congregación para las Causas de los Santos le dio como número de protocolo el ochocientos setenta y tres, su Santidad el Papa Juan Pablo II aprobó la heroicidad de sus virtudes y lo declaró digno de veneración -"Venerable"- el día vienticuatro de abril del año de dos mil uno, finalmente aprobó el milagro atribuido por su intercesión y lo beatificó con otros seis compañeros: Ignatios Shukrallah Maloyan (Junio 11), Nikolaus Gross (Enero 23), Alfonso Maria Fusco (Febrero 6), Émilie Tavernier Gamelin (Septiemnbre 23) Anna Eugenia Picco (Septiembre 7) y Maria Euthymia Üffing (Septiembre 9), si se obtiene un favor o gracia especial atriubida por la intercesión del Beato Tomás María Fusco, porfavor hacer comunicar a su causa de beatificación: Figlie della Carità del Preziosissimo Sangue, Via Vigna Fabbri, 45, 00179 Roma, Italia.

-Santa Demetriades, matrona romana de la familia de los Anicios, que se consagró al ascetismo y a la virginidad bajo la dirección de San Jerónimo. 425.

-San Evencio de Nicomedia, mártir.

-Santa Primitiva, mártir, Roma.

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