EL CORAZÓN ACOGEDOR DE JESÚS, DON DEL PADRE TODOPODEROSO.
Imagen recibida por una vidente franco canadiense llamada Micheline Boisvert. La Virgen se la dio con el siguiente mensaje:A todos los hijos de la Tierra, a todos aquéllos
que reciban la imagen del Corazón Acogedor de mi Hijo, y me dirijo
especialmente a aquéllos mis hijos a quienes les cuesta mucho creer y a todos
aquéllos que incluso ya no creen que exista un Dios: os ruego coloquéis esta
imagen del Corazón Acogedor sobre vuestro corazón y la miréis. Experimentaréis
grandes cambios en vuestros corazones y en vuestras vidas. ¡Llevadla con
vosotros! Esta imagen lleva consigo mucha potencia, conlleva todas las
potencias del Reino del Padre.
Rogad al Corazón Acogedor de mi Hijo que os
conceda acoger en vosotros la curación, mas, antes de decir que no hay nada en
esta imagen, os suplico, hijos míos, haced la prueba de rezar con ella al menos
una vez. Yo, vuestra Madre, os lo digo: vuestros cuerpos se volverán como un
sol ardiente. Os convertiréis en seres nuevos, llenos de esperanza, de amor y
de paz. Propagad esta imagen en todas las familias, en todas las iglesias, y
dadla a todos vuestros amigos. Esta imagen del Corazón Acogedor de mi Hijo es
una gran protección para esta humanidad. A todos los hijos de la Tierra que
sufren en su cuerpo físico: si ya no sois capaces de rezar, os ruego que al
menos poséis simplemente esta imagen sobre la parte de vuestro cuerpo que os
hace sufrir.
Todas las oraciones del Corazón Acogedor de mi
Hijo y esta imagen serán rápidamente conocidas, pues obrarán muchas curaciones
físicas, e insisto, físicas, así como curaciones del alma y del corazón. A
través de todas vuestras curaciones, vuestros corazones se colmarán del deseo
de dar a conocer el Corazón Acogedor de mi Hijo en esta Tierra.Vuelvo a
decirlo, el Padre hace descender sobre vosotros todas la Potencias de su Reino.
¿Acaso podéis imaginaros todo lo que ello puede significar para sus hijos? La
única manera de ver si es realmente cierto, si es realmente la verdad lo que os
enseño, está sólo en probarlo: rezad al Corazón Acogedor y servíos de su
imagen. ¿Es tan difícil hacerlo, hijos míos?