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Loris Bari
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ADORACIÓN EUCARÍSTICA PERPETUA. "El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él." (Juan 6:56) => corsarioblanco.org/varios/eucaristia.htm Carne y sangre. Verdadera carne y verdadera …Más
ADORACIÓN EUCARÍSTICA PERPETUA.

"El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él." (Juan 6:56) => corsarioblanco.org/varios/eucaristia.htm Carne y sangre. Verdadera carne y verdadera sangre humana. Pertenecen al mismo grupo sanguíneo: AB. En la carne están presentes, en sección, el miocardio, el endocardio, el nervio vago y, por el notable grosor del miocardio, el ventrículo cardíaco izquierdo: se trata, pues, de un corazón completo en su estructura esencial. En la sangre están presentes las proteínas normalmente fraccionadas con el mismo porcentaje que hallamos en el cuadro sero-proteico de la sangre fresca normal.

No es una lección de anatomía, sino el resultado de los análisis realizados en 1970 en dos reliquias eucarísticas conservadas en un cáliz y un ostensorio desde hace doce siglos en la antigua iglesia de san Francisco en Lanciano, en la región de Abruzzo (Italia). Y sin embargo, se trata de anatomía: Odoardo Linoli, jefe médico de los hospitales reunidos de Arezzo, docente de Anatomía, Histología patológica y Microscopía clínica, encargado de llevar los exámenes de las reliquias, no daba crédito cuando constató los resultados clínicos. No cabía ninguna duda: excluida la posibilidad de fraude “profide” en la antigüedad, aquella carne y aquella sangre, pese a haber sido dejadas en estado natural, sin ningún tipo de conservación o momificación durante doce siglos, y expuestas a la acción de agentes físicos, atmosféricos y biológicos, ¡presentan las mismas características de la carne y la sangre extraídas el mismo día a un ser vivo! (continúa en la ruta de enlace)