El vicario que hizo un pacto con el diablo y después se arrepintió.

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FUE NUESTRA SEÑORA QUIEN LO AYUDÓ A TRAVÉS DE SER MEDIADORA DE SU PERDÓN
El Vicario de la iglesia de Adanas, en Sicilia falleció y le sucedería el sacerdote llamado Teófilo, quien rechazó la sede vacante; inmediatamente el sacerdote Teófilo fue tentado y cayó en las fauces del demonio yendo a buscar ayuda con un hechicero que lo puso en manos del demonio. Inmediatamente Teófilo logró todo lo que deseaba. Desdeentonces su vileza empezó a romperle el corazón.
Cuando no pudo más, buscó a la santísima Virgen, lloró amargamente ante su imagen y le dijo:
•Oh, Madre de Dios, no quiero desesperarme. Aún me quedas tú, tú que eres tan compasiva y poderosa para ayudarme. Hizo lo mismo durante cuarenta días, renovando siempre sus súplicas y pidiendo perdón. Una noche, se le apareció la Madre de Misericordia y le dijo:
•¿Qué hiciste, Teófilo? Renunciaste a mi amistad y a la de mi Hijo y te entregaste a aquél que es enemigo tuyo y mío. Teófilo, sin dejar de llorar, imploró misericordia de la Madre de Dios.
Hoy, tenemos una escultura medieval que representa el hecho en la catedral de Notre-Dame: en ella se puede ver el auge de bondad de María. Mientras el vicario arrepentido ora fervorosamente, la santísima Virgen obliga, espada en mano, al demonio a devolverle el pergamino.