Un mundo que preocupa
Llamamiento del Pontífice y del consistorio en favor de las poblaciones de Ucrania y de los países devastados por los conflictos olvidados ·
21 de Febrero de 2014
El primer pensamiento del Papa Francisco en la apertura de la sesión del consistorio extraordinario reunido el viernes 21 de febrero, por la mañana, en el aula del Sínodo en el Vaticano, fue para Ucrania. Al dirigirse a los casi ciento cincuenta cardenales presentes, el Papa empezó así: «Quiero enviar un saludo, no sólo personal sino en nombre de todos, a los cardenales ucranios —el cardenal Jaworski, arzobispo emértio de Leópolis, y el cardenal Husar, arzobispo mayor emérito de Kiev— que en estos días sufren mucho y tienen numerosas dificultades en su patria. Tal vez sería hermoso hacerles llegar este mensaje en nombre de todos: ¿estáis de acuerdo, todos vosotros, con esto?». Con un caluroso aplauso los cardenales se adhirieron inmediatamente a la iniciativa del Pontífice. Al final de la mañana el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio cardenalicio, transmitió el mensaje con un telegrama enviado a Kiev.
El aplauso de los purpurados no fue sólo el signo de la adhesión a las palabras del Papa sino también la manifestación de las fuertes preocupaciones que recorren el consistorio extraordinario, relacionadas con la dramática situación que vive en estas horas la población ucrania y las tragedias que están ensangrentando la vida de tantos países en el mundo. Preocupaciones que encontraron eco en una declaración del director de la Sala de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, al término de la mañana. Al respecto de la dramática evolución de la situación en Ucrania, el director de la Sala de prensa refirió que se expresó el deseo de que «cese toda acción violenta y se restablezcan la concordia y la paz».
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www.osservatoreromano.va/es/news/un-mundo-que-preocupa
21 de Febrero de 2014
El primer pensamiento del Papa Francisco en la apertura de la sesión del consistorio extraordinario reunido el viernes 21 de febrero, por la mañana, en el aula del Sínodo en el Vaticano, fue para Ucrania. Al dirigirse a los casi ciento cincuenta cardenales presentes, el Papa empezó así: «Quiero enviar un saludo, no sólo personal sino en nombre de todos, a los cardenales ucranios —el cardenal Jaworski, arzobispo emértio de Leópolis, y el cardenal Husar, arzobispo mayor emérito de Kiev— que en estos días sufren mucho y tienen numerosas dificultades en su patria. Tal vez sería hermoso hacerles llegar este mensaje en nombre de todos: ¿estáis de acuerdo, todos vosotros, con esto?». Con un caluroso aplauso los cardenales se adhirieron inmediatamente a la iniciativa del Pontífice. Al final de la mañana el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio cardenalicio, transmitió el mensaje con un telegrama enviado a Kiev.
El aplauso de los purpurados no fue sólo el signo de la adhesión a las palabras del Papa sino también la manifestación de las fuertes preocupaciones que recorren el consistorio extraordinario, relacionadas con la dramática situación que vive en estas horas la población ucrania y las tragedias que están ensangrentando la vida de tantos países en el mundo. Preocupaciones que encontraron eco en una declaración del director de la Sala de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, al término de la mañana. Al respecto de la dramática evolución de la situación en Ucrania, el director de la Sala de prensa refirió que se expresó el deseo de que «cese toda acción violenta y se restablezcan la concordia y la paz».
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