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¡EL CIELO NOS PIDE AYUDA! LA POBREZA MÁS GRANDE ES LA CONDENACIÓN ETERNA!! Domingo 15, del Tiempo Ordinario, ciclo A. ¡EL CIELO NOS PIDE AYUDA! EL CEL ENS DEMANA AJUDA! Homilía (La palabra "homilía"…Más
¡EL CIELO NOS PIDE AYUDA! LA POBREZA MÁS GRANDE ES LA CONDENACIÓN ETERNA!!

Domingo 15, del Tiempo Ordinario, ciclo A.

¡EL CIELO NOS PIDE AYUDA!

EL CEL ENS DEMANA AJUDA!


Homilía (La palabra "homilía" significa, "conversación sencilla". Hay que evitar los "discursos" sofisticados.)

Este sembrador de la Palabra de Dios, por todas partes por donde va, va sembrando insistentemente, incluso a riesgo de hacerse pesado, una Palabra muy concreta de las Escrituras, que creo que está muy cerca del corazón del mensaje Bíblico. Con esta insistencia, quiero ser como la lluvia constante que va empapando la tierra para que dé fruto abundante de salvación para muchos.

¿De qué se trata?

Del hecho sorprendente e increíble que el cielo nos pide ayuda.

¿El Cielo nos pide ayuda?

¡Sí, claramente hay un grito de auxilio que nos llega de lo alto!

¡Explíquese, por favor!

¡Es muy sencillo! En la obra admirable de la salvacion de los hombres, Dios ha querido dejarse ayudar, y esto es algo increíble y enormemente sorprendente cuando se medita con atención.

Lo vemos muy claro en el episodio de Simón de Cirene. Pero no sólo aquí.

¡Jesús carga con la Cruz Redentora de la humanidad entera, y ya no puede más! Pesa demasiado el pecado del mundo entero. Y los soldados, al ver que aquel hombre no podía más, echan mano de un hombre cansado que llegaba del campo, y le obligan a llevar la cruz de Cristo.

Simón de Cirene era un hombre cansado, que llegaba del trabajo duro y agotador del campo. Ese hombre somos tú y yo que también andamos muy cansados y agobiados, por tantas cosas, y especialmente por nuestra lucha agotadora contra el pecado que continuamente nos acecha.

Simón de Cirene no entendía todavía nada del misterio de la Redención del mundo, ni de la expiación de los pecados, ni del precio pagado a la Justicia Divina con el sacrificio ofrecido por amor. Pero a pesar de no entender nada de nada, entra de lleno en la obra admirable de la Salvación de la humanidad: LLEVANDO LA MISMÍSIMA CRUZ DE CRISTO, LA QUE SALVA AL MUNDO ENTERO. ¡PORQUE JESÚS YA NO PODÍA MÁS Y NECESITABA AYUDA!

En la segunda lectura de San Pablo a los Romanos, hemos escuchado estas palabras impresionantes y que tiene mucho que ver con lo que estamos diciendo: YO CREO QUE LOS SUFRIMIENTOS DEL MUNDO PRESENTE NO SON NADA COMPARADOS CON LA FELICIDAD DE LA GLORIA, QUE MAS TARDE TIENE QUE REVELARSE EN NOSOTROS. (Rm 8, 18ss)

En otro lugar, San Pablo dirá: "YO SUFRO EN MI CARNE AQUELLO QUE FALTA A LOS SUFRIMIENTOS DE CRISTO, PARA EL BIEN DE SU CUERPO, QUE ES LA IGLESIA."

El mismo Jesús dirá: QUIEN QUIERA SER MI DISCÍPULO, NIÉGUESE A SÍ MISMO, CARGUE CON SU CRUZ Y SÍGAME.

Y san Juan Pablo II, dirá a los jóvenes en las Jornadas Mundiales de la Juventud: "LA EUCARISTÍA NO ES SÓLO EL MEMORIAL DEL AMOR MÁS GRANDE QUE ESTE MUNDO HA CONOCIDO. ¡LA EUCARISTÍA TAMBIÉN ES LA ESCUELA DE ESE AMOR!"

Es decir, que San Juan Pablo II, nos está diciendo que en la Eucaristía no sólo tenemos el Memorial de la Muerte y Resurrección de Cristo, sino que tenemos también una Escuela: venimos a aprender a Amar como Jesús: hasta el extremo de sufrir por el otro, de morir por el otro para que se salve.

El Cielo, hermanos y hermanas, nos pide ayuda para que sean muchos los que lleguen, con nosotros, a las alegrías eternas.

La Próxima Jornada Mundial de la Juventud será en Cracovia. Pues bien, allí paso algo impresionante, que San Juan Pablo II conocía muy bien y que es el corazón del mensaje de la Divina Misericordia. El gran legado de San Juan Pablo II, al mundo.

En los años 30, una joven polaca se dirigía a un baile popular de esa ciudad. Se llamaba Faustina Kowalska. De repente se encuentra cara a cara con Jesucristo todo ensangrentado que le dice: "Faustina, ¿hasta cuando te estaré esperando?" Y le pide que entre en un convento de aquella ciudad.

Ella finalmente encuentra el convento de las religiosas de la Divina Misericordia, fundadas en Francia. Y será allí que recibirá las extraordinarias revelaciones que son el contenido de la Devoción, ahora oficial en toda la Iglesia Católica, de la Divina Misericordia.

Un día Jesús le dirá, personalmente: "HIJA MÍA, NECESITO SACRIFICIOS HECHOS POR AMOR, PORQUE SÓLO ESTOS TIENEN VALOR PARA MÍ. ES GRANDE LA DEUDA DEL MUNDO CONTRAÍDA CONMIGO, LA PUEDEN PAGAR LAS ALMAS PURAS CON SUS SACRIFICIOS, PRACTICANDO LA MISERICORDIA ESPIRITUALMENTE." (Diario n. 1316)

Jesús también le mostrará el infierno, como se lo mostró a Santa Teresa de Ávila, a San Juan Bosco, a los pastorcillos de Fátima y a tantos otros santos y santas, para que comprendiera bien EL HORROR ETERNO DEL CUAL SE TRATA DE SALVAR A LA HUMANIDAD. EL INFIERNO NO ESTÁ PREPARADO PARA EL HOMBRE, ESTÁ PREPARADO PARA EL DEMONIO Y SUS ÁNGELES. PERO EL HOMBRE PUEDE IR A PARAR AL INFIERNO, SI SE DEJA ENGAÑAR POR EL MALIGNO Y NO SE ARREPIENTE A TIEMPO.

Ella ofrecerá a Jesús, por la salvación de las almas, los sufrimientos derivados de la siempre mortificante vida comunitaria. VITA COMMUNIS, MEA MAXIMA PENITENTIA EST.

Ofrecerá también todo los sufrimientos derivados de las incomprensiones, malos entendidos, envidias etc., en el largo y arduo proceso de aprobación de la Devoción a la Divina Misericordia, para la cual Jesús la nombra su "secretaria".

Hermanos, y hermanas, los sufrimientos del mundo presente no son nada comparados con la felicidad de la Gloria, que más tarde se ha de revelar en nosotros.

Que nadie busque una vida cómoda y fácil: DIOS NOS PIDE AYUDA PARA LLEVAR SU CRUZ REDENTORA. CON SAN PABLO, Y TODOS LOS AMIGOS DE JESÚS, SUFRIMOS EN NUESTRA CARNE (Y EN NUESTRO ESPÍRITU), AQUELLO QUE FALTA A LOS SUFRIMIENTOS DE CRISTO PARA LA SALVACIÓN DEL MUNDO ENTERO.

Aquella enfermedad, aquellas dificultades en la vida familiar, matrimonial, comunitaria, parroquial, diocesana, etc. Sin olvidar ofrecer aquello que tanto abunda en nuestras vidas de pobres pecadores: el corazón arrepentido y humillado, que Dios no lo desprecia, como dice el Salmo.

Nos disponemos a celebrar la Eucaristía, que, recordemos: NO ES SÓLO EL MEMORIAL DEL AMOR MÁS GRANDE QUE ESTE MUNDO HA CONOCIDO, SINO QUE TAMBIÉN ES LA ESCUELA DE ESE AMOR.

MARÍA SANTÍSIMA, VALIENTE CO-REDENTORA AL PIE DE LA CRUZ, TODOS LOS SANTAS Y SANTOS DEL CIELO, Y TODOS LOS ÁNGELES DE DIOS, NOS AYUDARÁN A SER UNOS EXCELENTES ALUMNOS EN LA ESCUELA DEL AMOR MÁS GRANDE: PARA AYUDAR A LLEVAR CON NOSTROS UNA MULTITUD DE PERSONAS A LA FELICIDAD DE LA GLORIA QUE MÁS TARDE TIENE QUE REVELARSE EN NOSOTROS.

ESPERO QUE ESTA SIEMBRA DE LA PALABRA DE DIOS ENCUENTRE, EN NOSOTROS, UNA TIERRA BUENA QUE DÉ MUCHO FRUTO, O EL 100 O EL 60 O EL 30 POR UNO.

QUE ASÍ SEA.

Mn Joan Manuel Serra i Oller, prevere

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(Versió catalana en preparació. S’escriu primer en castellà perquè la majoria dels destinataris son de llengua castellana).

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