Una carta escrita por Mario Palmaro

Originalmente subida por The advance of abortion, homosexual "marriage", and all perverted ideas?

Parte de la carta escrita por Mario Palmaro que es profesor en la facultad de la bioética en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum en Roma y profesor de filosofía teórica, ética, bioética y filosofía del derecho en la Universidad Europea de Roma
Extraído de Rorate Caeli

El humo de Satanás en la Iglesia

Mi problema es la Iglesia Católica. El problema es que en el tema de la epidemia mundial del lobby homosexual , la Iglesia se ha quedado en silencio. Tenemos desde el silencio del Papa al sacerdote más humilde en las periferias. Y si el Papa habla , al día siguiente el padre Lombardi tiene que corregir , precisar, aclarar y diferenciar. Por favor, absténgase de sacar del polvo las cartas y declaraciones formuladas por el cardenal Jorge Mario Bergoglio , hace diez años. Si me entero hoy que mi hijo consume drogas , ¿qué debo decirle: " ir y volver a leer la declaración conjunta que hicimos su mama y yo hace seis años, cuando le dijimos que no tomara drogas "? ¿O tengo que enfrentarlo y tratar de sacudirlo de inmediato de la mejor manera posible ?

Estimado director , ¿dónde están la Conferencia Episcopal y los obispos en esta batalla ?
Pero los dos sabemos bien, y cualquier otra persona que conoce los mecanismos de comunicación también sabe , que eso de, "¿Quién soy yo para juzgar " es una lápida en cualquier batalla política y jurídica en relación con el reconocimiento de los derechos de los homosexuales . Si estuviéramos en el rugby, yo te diría que esa pequeña frase gana en unos segundos más metros a favor del lobby homosexual , de décadas de trabajo por el movimiento homosexual en el mundo. Te diré también, que los obispos como Mogavero , a la sombra de esa pequeña frase " ¿quién soy yo para juzgar ?" puedan construir castillos de disolución sin impunidad , y lo único que nos queda por hacer es mantener la boca cerrada .
Seamos claros : para imputar que el Papa o la Iglesia tienen la culpa , porque todos los países del mundo están normalizando la homosexualidad sería una tontería : esta marea creciente es incontenible , no se puede detener. La razón es simple: Londres y París, Nueva York y Roma , Bruselas y Berlín se han convertido en una gigantesca Sodoma y Gomorra. El punto es, sin embargo , si queramos admitirlo, disputalo y denunciarlo , o si queremos jugar de manera inteligente y nos escondemos detrás del "¿Quién soy yo para juzgar ?" . El punto es que también , si esta todo el mundo como Sodoma y Gomorra , merece el lenguaje de la misericordia y de la comprensión.
Bueno, entonces , me pregunto, ¿por qué no también nos reservamos la misma misericordia para los traficantes de armas químicas , los traficantes de esclavos y malversadores financieros? ¿No son también los pobres pecadores ? ¿Cierto? ¿O tengo que salir con Schönborn a un almuerzo y evaluar su pureza ?
Señor Director , la situación actual es muy clara: cualquier político católico , intelectual o periodista , incluso si él quiere pelear en el frente homosexualista , se encontrará que lo pinchan en la espalda por el misticismo de la misericordia y el perdón. Todos estamos completamente deslegitimado , y cualquier obispo, sacerdote , teólogo , director de un semanario diocesano o un político de esos de tipo democrático-católico puede hacernos callar con eso : "¿Quién soy yo para juzgar ?" . Estaríamos plagados de tiros como una granja de faisán en una persecución de cazería por tipos como Mogavero.

¿Qué más tiene que suceder en la Iglesia para que los católicos se manifiesten en contra de una vez por todas , y griten su indignación desde los techos ? Atención: Me dirijo a los católicos individuales, no asociaciones, reuniones secretas , movimientos , sectas que durante años han estado manejando los cerebros de los fieles en beneficio de terceros , dictando la línea que sus seguidores tienen que tomar. Estos grupos me parecen deberian estar colocados bajo el cuidado de esos minus habens [ de inteligencia menor ] y dirigidos de lejos por los individuos más o menos carismáticos , que son más o menos fiable . No, no : aquí estoy haciendo un llamamiento a las conciencias individuales , a sus corazones , su fe y su virilidad. Antes de que sea demasiado tarde.
Mario Palmaro