La diferencia entre juzgar y ser sentencioso

La diferencia entre juzgar y ser sentencioso

Cuál es la diferencia entre averiguar todo (como en la primera lectura de hoy) y ser sentencioso, lo cual, como lo sabemos, es descrito firmemente como un pecado por Jesús? San Pablo nos dice aquí que “aquel que es espiritual puede juzgar todo”.

La diferencia está en un qué y en un quién. Al observar un qué – una situación, un comportamiento – el Espíritu Santo lo averigua, y si estamos escuchando a Dios, escuchamos su opinión al respecto. ¿Pero cómo sabemos si no estamos escuchando a nuestras propias opiniones, las cuales pueden estar parcializadas por nuestras percepciones limitadas y que han sido entrenadas por las perspectivas limitadas de otros y de la estupidez del mundo?

Una buena relación con el Espíritu Santo es esencial para una buena escucha. Mientras más confiamos en Jesús, confiando en El más que en nosotros, más abierto estará nuestro espíritu a los susurros de su Espíritu.
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