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Lucas
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Santa Catalina de Siena: Frutos de la Doctrina Espiritual 5/14 Teología del Amor 1/5: Introducción a la Teología del Amor. Comentarios de Fray Nelson Medina OP sobre los frutos de la doctrina …Más
Santa Catalina de Siena: Frutos de la Doctrina Espiritual 5/14
Teología del Amor 1/5: Introducción a la Teología del Amor.
Comentarios de Fray Nelson Medina OP sobre los frutos de la doctrina espiritual Catalina de Siena: santo deseo, teología del amor, maternidad espiritual, don de la cruz. Para conocer más sobre lo que Fray Nelson ha comentado de Santa Catalina: Web de Fray Nelson: Aquí; Canal de YouTube de Fray Nelson (buscar Santa Catalina): Aquí
Resumen:

* Santa Teresa del Niño Jesús descubrió, al llegar a la madurez de su breve vida, que su vocación era el amor: “En el corazón de la Iglesia, yo seré el amor…” La experiencia de Santa Catalina es semejante, en cuanto que ella descubrió el lugar absolutamente central de amar pero hay dos diferencias: (1) Catalina ve que amar es plenitud a la que todos estamos llamados como una auténtica vocación; (2) Esa convicción marca toda su enseñanza y marcó toda su vida.

* Es interesante recorrer la vida de Catalina y descubrir las fuentes donde ella aprendió a amar. Está en primer lugar su familia: numerosa, llena de vida y de afecto. Pero lo decisivo empieza con aquella visión que tiene hacia los seis o siete años de edad. Como San Pablo, ella podrá decir, ya desde esa temprana edad, “Cristo me amó, y se entregó por mí” (véase Gálatas 2). Aún más: ya de niña percibe que Dios es suficiente (“Sólo Dios basta,” dirá Santa Teresa de Jesús, un par de siglos después). Quiere ser ermitaña y considera que puede prescindir de todo y de todos porque Dios velará por ella.

* Esa certeza de que Dios es fuerte, bondadoso, sabio y ante todo, providente, permea toda la experiencia espiritual de Santa Catalina. Cuando la familia se opone a su forma de vida ascética y orante; cuando pretenden prepararla para matrimonio; cuando tiene que hablar ante el Capítulo General de los Dominicos, o cuando se ve a las puertas de la muerte en la ciudad de Florencia: en todos esos casos, ser amada significa para ella ser sostenida, protegida, guiada.

* La experiencia del amor que tiene Catalina es entonces la del Dios que permanece, el Dios del que uno se puede fiar, el Dios que supera nuestros planes y los de nuestros adversarios, el Dios que nos invita, dándonos el testimonio de su Hijo, a apoyarnos en Él. Dejarse amar es descubrir a Aquel que “es,” y descubrir en cambio que todo lo demás, incuyéndonos nosotros mismos “somos los que no somos.”

* La experiencia de fortaleza en la soledad no es experiencia de aislamiento sino simplemente saber que lo que no cabe esperar de las creaturas sí puede y debe esperarse de Dios Padre Creador.