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Pueblo de Dios - El renacer de la Casamance. 26.10.2015 | actualización 10h32 Santiago Riesco Pérez / PdD La región de La Casamance ocupa el sur de Senegal. Es la franja del país que se encuentra …Más
Pueblo de Dios - El renacer de la Casamance.

26.10.2015 | actualización 10h32

Santiago Riesco Pérez / PdD

La región de La Casamance ocupa el sur de Senegal. Es la franja del país que se encuentra encajonada entre Gambia y Guinea Bissau. Una región olvidada durante décadas debido al difícil acceso y a un conflicto abierto que se ha cobrado más de 5.000 vidas en los últimos 30 años. El brazo armado del Movimiento de las Fuerzas Democráticas de Casamance declaró unilateralmente un cese de la violencia en mayo de 2014. Aunque éste es el principal grupo rebelde que pelea por la independencia de la región, aún hay otros dos que continúan activos. El ejército de Senegal, con el apoyo de Francia, ha conseguido apaciguar un conflicto que aún sigue sin resolverse.

A pesar del conflicto en La Casamance, Senegal es uno de los países más estables y pacíficos del oeste africano. La colonia española se ha ido incrementando considerablemente durante los últimos años. Cada vez son más los empresarios que deciden probar suerte en el continente y eligen Senegal como primera opción. Actualmente España, con 285 millones de euros en exportaciones, es el octavo proveedor del paísl. Las relaciones bilaterales se basan, sobre todo, en el control de la inmigración ilegal. Especialmente desde el año 2006 con la llegada masiva de cayucos a las costas de las islas Canarias. El año 2013 también se estableció en Dakar un contingente del Ejército del Aire para apoyar a las tropas francesas contra el yihadismo. En materia de cooperación al desarrollo, Senegal ha tenido una atención preferente en los presupuestos de ayuda al desarrollo. Para el periodo 2014-2017 existe un marco presupuestario que ronda los 50 millones de euros.

En 2008 Manos Unidas y la AECID firmaron un convenio de cuatro años para la promoción integral de La Casamance. Consiguieron que más de 27.000 personas de 80 pueblos regresaran a sus casas y tuvieran acceso a la educación, la salud y el agua potable. El programa, que terminó en 2012, se llamaba “Karonguén”, que traducido del diola significa “renacer”. En 2015 se ha renovado la colaboración entre la Agencia Española para la Cooperación y la ong de la iglesia católica. En esta ocasión el programa, el “Karonguén 2”, se centrará más en la producción agrícola y la seguridad alimentaria. Hasta el año 2019 Manos Unidas tendrá una persona sobre el terreno para trabajar con las ONG locales, sobre todo con el Centro de Promoción Social y Agrícola del padre Crístian Manga, el CEPAS.

Bourofaye: casas y escuelas

Bourofaye está a diez kilómetros de la frontera con Guinea Bissau. En una de las zonas más castigadas por el conflicto de La Casamance. Actualmente tiene una población de 900 habitantes, pero en el año 1997 no había nadie. El ejército senegalés bombardeó las casas y todos huyeron. El antiguo director de la escuela diocesana, Frederic Sagna y el padre Christian Manga fueron los artífices del renacimiento de Bourofaye. El profesor fundó una asociación para reconstruir el pueblo y el sacerdote consiguió el apoyo de Manos Unidas. El programa Karonghén ha reconstruido 223 casas en cuatro años. El año 2009 comenzaron a regresar las familias.

El programa Karonghen también ha mejorado el acceso a la educación de miles de niños en La Casamance. Hasta 17 escuelas de Primaria y Secundaria se han beneficiado con la construcción de nuevas aulas. En muchas ocasiones las asociaciones de padres habían construido salas provisionales. Levantaban paredes de adobe y las cubrían con hojas de palmera. Manos Unidas ha sustituido las estructuras precarias, por escuelas sólidas.

Huertas y asociacionismo

El programa Karonghén puso en marcha 46 huertas comunitarias de mujeres entre el 2008 y el 2013. El nuevo convenio, el Karonghén Dos, tiene previstos otros 35 huertos comunitarios además de otros doce particulares para mujeres emprendedoras. En total son un centenar de huertos que aseguran la alimentación y proporcionan ingresos con su venta en los mercados. La promoción del asociacionismo ha sido otro éxito que demuestra el renacer de La Casamance.