LA DEVOCIÓN A LOS SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS, escrita por el sacerdote D. Pascual de Mattei.
El autor, D. Pascual de Mattei, fue un respetable Sacerdote, elogiado tanto por su piedad como por su profunda doctrina. Movido por el deseo de reanimar la devoción tan debida a aquellos Príncipes de la corte celestial, concibió esta obra, originalmente compuesta en el italiano.
El sacerdote Mattei iba reuniendo "especies preciosas en varias meditaciones para avivar aquella tan laudable devoción", pero la muerte lo preocupó antes de que pudiera dar la última mano a su preciosa obrita. Afortunadamente, sus amigos suplieron su ausencia y dieron la obra a la prensa en 1783, para satisfacción de muchos que la esperaban con ansia. El presente texto es dado a luz en idioma patrio.
El tema central de esta devoción es la infinita bondad de Dios que se revela en haber destinado a estos excelsos espíritus como Custodios. Dios se digna destinarnos a Sus Ángeles desde nuestro nacimiento, queriendo que un Ángel nos acoja entre sus brazos y vele continuamente por nuestra custodia y defensa. Los Ángeles están cerca de nosotros para iluminar, regir, defender y guardarnos, dirigiendo nuestros pasos por el camino de la vida hasta presentarnos ante Él en la gloria. El Real Profeta testifica esta verdad, señalando que "Dios tiene mandado á sus Angeles que te guarden en todos tus pasos"** (Salm. 90. v. 11).
El libro reúne, en un volumen pequeño, copiosa y sólida doctrina. Su estructura incluye:
* Una Novena, organizada en nueve días de consideraciones, conteniendo tres consideraciones para cada día, además de otras tantas para el día de la fiesta.
* Oraciones, incluyendo una oración específica para pedir la asistencia del Ángel en la hora de la muerte.
* Obsequios prácticos.
* Ejemplos que ilustran la protección angélica.
* Un Himno.
Al meditar en el gran mérito del Ángel custodio y al obsequiarlo con prácticas virtuosas, el lector puede alcanzar a ser un devoto suyo verdadero y constante, lo cual es considerado una prenda de su salvación. Esta es una devoción que nos permite reconocer el gran honor de que Dios nos destine a Sus Ángeles como ministros o servidores.
Señala el traductor que Dios, en esta obra, hace resplandecer Su poder, Su sabiduría y Su bondad, al darnos custodios tan sublimes, tan poderosos y sabios. La esperanza es que el lector no solo se llene de admiración ante la solicitud y el amor angélico, sino que corresponda a estos beneficios y patrocinios.
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