En Solemnidad de la Divina Misericordia. No sé en que momento me tomaron esa foto. Recuerdo que iba caminando por la avenida las ferias en pleno centro de Valencia, detrás del via crucis arquidiocesano …Más
En Solemnidad de la Divina Misericordia.
No sé en que momento me tomaron esa foto. Recuerdo que iba caminando por la avenida las ferias en pleno centro de Valencia, detrás del via crucis arquidiocesano Encuentro con Cristo 2019; todo era maravilloso porque salimos de plaza Santa Rosa con un sol inclemente meditando en cada estación la Palabra Encarnada, cuando de repente se explomó un palo de agua... yo iba confesando, para qué correr si el agua viene del cielo. Estaba empapado cuando se me acercó este joven para confesarse. Aquella agua era una torrente de misericordia, de amor. No hay límite alguno para dejarse empapar de tanto amor. Dios nos ama infinitamente, su costado abierto es signo de entrega. Esa agua que venía del cielo, venía cargada de amor. Busca la fuente de agua, el Agua Viva, inunda tu corazón de ésta agua y deja fluir los rayos de la Misericordia. Quien bebe de esta agua nunca estará defraudado. Confia en Jesús y búscalo. Dios te ama.
Nota: En el mundo se habla de los sacerdotes que han cometido actos que lastiman a la Iglesia, pero muy poco se habla de aquellos que luchan por la salvación de los hombres y por servir a Dios en sus hermanos.
No sé en que momento me tomaron esa foto. Recuerdo que iba caminando por la avenida las ferias en pleno centro de Valencia, detrás del via crucis arquidiocesano Encuentro con Cristo 2019; todo era maravilloso porque salimos de plaza Santa Rosa con un sol inclemente meditando en cada estación la Palabra Encarnada, cuando de repente se explomó un palo de agua... yo iba confesando, para qué correr si el agua viene del cielo. Estaba empapado cuando se me acercó este joven para confesarse. Aquella agua era una torrente de misericordia, de amor. No hay límite alguno para dejarse empapar de tanto amor. Dios nos ama infinitamente, su costado abierto es signo de entrega. Esa agua que venía del cielo, venía cargada de amor. Busca la fuente de agua, el Agua Viva, inunda tu corazón de ésta agua y deja fluir los rayos de la Misericordia. Quien bebe de esta agua nunca estará defraudado. Confia en Jesús y búscalo. Dios te ama.
Nota: En el mundo se habla de los sacerdotes que han cometido actos que lastiman a la Iglesia, pero muy poco se habla de aquellos que luchan por la salvación de los hombres y por servir a Dios en sus hermanos.