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Therapy Book - La tarea pendiente. ¿Y qué tal si en vez de mandarnos mensajes nos escribimos una carta? Este comercial hecho para la compañía de cuadernos «Scribe» México, no solo apela a las emocionesMás
Therapy Book - La tarea pendiente.

¿Y qué tal si en vez de mandarnos mensajes nos escribimos una carta?

Este comercial hecho para la compañía de cuadernos «Scribe» México, no solo apela a las emociones sino a algo tan profundo y único en el ser humano: el lenguaje escrito.

Escribir libera emociones. Hay algo muy personal dentro de la escritura, especialmente cuando esta escritura es hecha «a puño y letra». Nuestros trazos, la forma en que dibujamos cada letra y estructuramos oraciones, habla profundamente de quienes somos. No son solo palabras vacías, es una expresión de nosotros mismos, en ella va parte de quienes somos.

Recuperemos esta forma de comunicarnos

Este ejercicio que nos presenta el video es algo que realmente deberíamos atrevernos a hacer más a menudo, escribirnos los unos a los otros. Las cartas, las notas, durante mucho tiempo han sido las mensajeras del amor entre los seres humanos. Han inspirados libros, películas, obras de teatro. Pareciera que el lenguaje escrito encierra una riqueza más profunda incluso que el lenguaje hablado.

Es un momento en el que estás a solas, frente a un papel, escuchándote.Escuchando lo que sientes, indagando tus pensamientos y atreviéndote a expresarlos, a enfrentarte con ellos y reconocerlos una vez que lees lo que has escrito. Muchas veces estos mensajes no son para algún destinatario en específico sino simplemente para ti. Escribiendo nos damos cuenta de cosas que no llegábamos a comprender con el simple pensamiento o reflexionando sobre ellas. Al escribir es como si lo que sucede dentro, cobrara vida propia. Podemos observarlo, tocarlo y mirarlo desde distintos ángulos, como una madeja de hilos que poco a poco vas desenredando.

¿Qué sucede cuando nos leen?

Si esto sucede con nosotros, qué otras cosas suceden con los demás cuando nos leen. Cuando escudriñan entre las líneas de lo que hemos escrito. Hacer esto con nuestros hijos es algo muy hermoso. Además, empezar a escribir, atreverse a preguntar cosas como lo hacen estos niños, abre espacios para que poco a poco podamos conocer el corazón del otro y podamos responder en la misma medida.

A veces el hablar cara a cara resulta difícil, las emociones nos ganan, la voz tiembla, las lágrimas afloran y luego la comunicación se hace difícil. Cuando intentamos escribir, nos damos un tiempo para calmar lo que hay dentro y el papel va solo con el mensaje escrito, limpio. Para luego poder terminar de comunicar en un abrazo o en una conversación más calmada.

Escribámonos de nuevo

Hagamos el ejercicio de escribirnos de vez en cuando. Dejar una nota a nuestros hijos en la mesa de noche y esperar su respuesta al día siguiente. Escribirnos entre los esposos, con los hermanos.

Hoy en día escribimos mucho. Los mensajes de texto se han convertido en una forma de comunicación casi universal. Es más ya no nos comunicamos mirándonos a los ojos, pareciera que las pantallas lo soportan todo y ocultan todo también. Esta forma de lenguaje escrito más bien abrevia y reduce el sentimiento, en primer lugar porque el destinatario está leyendo a medida que escribimos, es como tener un juez, un espectador todo el tiempo. En la mensajería instantánea falta un ingrediente importantísimo, la soledad y el silencio. Es muy distinto sentarte a solas con tus pensamientos que sentarte frente a una pantalla con miles de espectadores al otro lado o sabiendo que mientras escribes alguien más lee.

Vale la pena preguntarse ¿por qué tenemos las Sagradas Escrituras? ¿Por qué quedaron plasmadas en papel? Estos escritos no son solo testigos de la presencia de Dios, sino que entre sus líneas encontramos a Dios mismo. A Dios que se presentó e inspiró a los autores de estos libros a solas, en el silencio de su oración y de su pensamiento.
COMUNICACIÓNDIALOGO CON DIOSEMOCIONESESCRIBIREXPRESARPENSAMIENTOS
MARIANITA PEREZCAMPOS
EXCELENTE MENSAJE, TAN SENCILLO Y TAN INTENSO, GCS POR COMPARTIR
alejandro morales
Ermoso