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Que no nos la den con queso…; y el libro del Evangelio diario

Que no nos la den con queso…; y el libro del Evangelio diario

adoracionyliberacion
18 enero, 2018

Vicente Montesinos

La verdad es que, a veces dan ganas de decir, alto y claro; sí, cualquier tiempo pasado fue mejor.

Porque a estas alturas, y con los correspondientes calificativos de involucionista, reaccionario, retrógrado, fundamentalista, y todo lo que vendrá a continuación; es claro y palpable que hoy por hoy, ya casi no nos podemos fiar de nada; y que cualquier cosa en nuestro ámbito eclesial de las que antes, podíamos hacer uso, sin peligro alguno, y pisando terreno seguro; hoy hay que tener mil ojos abiertos, para que, como dice el refrán, no nos la den con queso.

Ojeaba hoy al alba, ante Su Divina Majestad, uno de esos libros del Evangelio del día; donde junto al texto del Evangelio de hoy, aparecen unas palabras del Papa Francisco; y también una pequeña oración relacionada, se supone, con el texto de hoy.

Sobre las palabras del Papa Francisco, tampoco es, sinceramente, que tuviera grandes expectativas; pero en relación a la Oración; que además no se refería al texto del Evangelio, sino al inicio del octavario para la unidad de los cristianos; he podido leer, con mi dosis de sorpresa, estupefacción y mortificación diaria que gracias a Dios, aún mantengo; que esta semana debe de servir para que todos los cristianos nos juntemos, dadas las pequeñas diferencias que nos separan.

Unas pequeñas diferencias, sí: entre otras leves tonterías:

– La Eucaristía como santo sacrificio de redención y la presencia real de Jesucristo en el pan consagrado; con la debida adoración al santísimo Sacramento del altar.

– La santísima y debida veneración a la siempre Inmaculada, santísima y Purísima madre de Dios, la virgen María.

Y de todas las demás cosas importantes que nos separan, ni hablo; porque teniendo al Corpus Christi y a la santísima virgen María como pequeñas diferencias; para qué seguir.

Ojo con todo lo que escuchamos, vemos y leemos. En esta época, más que nunca, a prepararse, a formarse, y a ser críticos con todo lo que hay a nuestro alrededor; para que no nos la den con queso.

Y puesto que hasta el cielo no paramos, que Dios os bendiga.