Alonso Gracián, el 10.06.17 a las 4:13 PM 1.- En tiempos aciagos, en plena tormenta de fe, saber qué es malo y qué es bueno es vital. Se hace precisa una Escuela de Diagnosticadores: cristianos de mente cabal, bien amueblados por la gracia, que aprendan a calar pseudopastorales. Católicos de mente católica, bien cimentados de Tradición, que capten el tufo tras el falso perfume, la descomposición tras la apariencia de novedad. Personas razonables, que piensen bien y vean lo evidente. Que por la gracia localicen disonancias, los sillares que no encajan en el muro.
2.- Propongo un nuevo fruto del Espíritu Santo: saber diagnosticar: esto es erróneo, esto es verdad; esto conduce al error, esto fomenta la claridad; esto es tendente a la herejía, esto es un antitóxico; esto genera oscuridad, esto suscita claridades; esto produce mutaciones en la doctrina, esto la ayuda a prosperar; esto es injusto, esto es justísimo.
3.- Lo dicho: una Escuela de Diagnosticadores: para localizar el mal, y descubrir triacas, rechazar venenos, reparar lesiones, distinguir sofismas, desterrar clichés.
4.- Iglesias locales descristianizadas coinciden en un alto nivel de indoctrina. Son los imperios del Lugar Común. Su pastoral es siempre rutinaria, apercibida de tópicos, huérfana de Madre y querenciosa de Lutero. No surgen vocaciones, porque la vocación no es la gracia. Su metodología es “mística” sin dogma, pura experiencia vital sin catecismos ni fórmulas. Su pastoral es siempre pacifista: qué buena gente es el mundo, qué buena gente es la carne, qué buena gente es el demonio, no más que un símbolo. Su pastoral es siempre excusa y justificación. Los obstinados son “heridos", los que adulteran son “los débiles", los que no pueden comulgar son los que deben comulgar.
5.- Hermano, corre la buena carrera de obstáculos: salta la pastoral de la excusa; evita la gracia barata; evita el centralismo de la voluntad, desamparada sin la gracia; evita el situacionismo, que todo lo disuelve en pura circunstancia; elude el marcionismo que desoye a Dios, y le trata con exceso de confianza.
6.- Católico, despierta, diagnostica, distingue, valora. La sintomatología del modernismo comienza con una alergia crónica a la cruz. Por influencia del Gran Buda Moderno, Occidente lleva décadas rechazando el sufrimiento. Católico, diagnostica su influencia en toda falsa pastoral de la felicidad. Diagnostica su influencia en toda centralidad del hombre. Diagnostica su influencia en toda sobre valoración de la voluntad. Diagnostica su influencia en toda relativización de la ley moral. Diagnostica su influencia en todo menosprecio de los dogmas. Diagnostica su influencia en toda insensibilización hacia los males que produce el error.
7.-Y sobre todo dilucide todo pastor si su pastoral excedió los límites, si por ternurismo se abusó de confianza con Dios, y se le dejó de temer. Discierna si le fue perdido el respeto a su Santo Nombre, si se maquillaron pecados, si se justificó el adulterio, si se tentó al Juez. Considere que fuimos Hijos de la Ira y que sólo por intercesión del Hijo la santa ira desapareció, y se volvió amistad. Que Cristo es Señor de TODO, y Mediador con su Palabra y con su cruz, con su Doctrina y con su Sacrificio.
AÑADIMIENTO
LLAMAMIENTO AL COMBATE PARTISANO POR LA SANTA DOCTRINA DE LA IGLESIA
Hermanos, la hora presente es crítica. Estamos en guerra, y no contra personas, sino contra el poder de las tinieblas. Los católicos no podemos callar, mientras muchos de nuestros pastores duermen. Debemos alzar la voz y defender la doctrina salvadora de Nuestro Señor, aunque nos digan que ser cristianos no es cosa de profesar doctrinas y nos quieran recluir en una mística sin dogmas. Alcemos la voz, hermanos, con caridad, temor y temblor.
